Este documento resume el capítulo 1 de Santiago. Santiago insta a los creyentes a no solo escuchar la palabra de Dios, sino a ponerla en práctica y convertirse en "hacedores de la palabra". Para lograr esto, debemos dominar nuestra lengua, cuidar de los demás, especialmente los más necesitados, y vivir sin mancha delante del mundo a través de nuestra unión con Cristo.