Los metales ferrosos incluyen aceros que contienen hierro y carbono, y se fabrican mediante procesos como la fundición y el temple. Los metales no ferrosos como el aluminio, cobre, magnesio, níquel, zinc, plomo y estaño no contienen hierro y se usan en una variedad de aplicaciones industriales debido a sus propiedades como la ligereza, resistencia a la corrosión y puntos de fusión.