La autora describe su experiencia en el colegio Loyola, la cual ha estado llena de emociones. Disfrutó su primer día y se sintió contenta de las nuevas oportunidades. En 2014 creó un proyecto de investigación que le apasionó, aunque a veces se estresaba. En 2015 fue separada del proyecto y el equipo, lo cual fue triste de superar. Ahora está en un nuevo equipo de investigación y espera esforzarse igual que antes. En resumen, el colegio está lleno de emociones tanto alegres como tristes