El documento presenta varios milagros eucarísticos a través de los siglos, incluyendo la conversión de la hostia en carne y el vino en sangre en Lanciano, Italia en el siglo VIII y la aparición de sangre en una hostia consagrada en Santarém, Portugal en 1247. También resume las conclusiones de investigaciones científicas recientes que confirman que la carne y la sangre de Lanciano son de origen humano y corresponden al grupo sanguíneo AB.