El documento describe las salsas picantes favoritas de los autores. Habla de cuatro salsas en particular: la salsa Valentina de Guadalajara, la salsa amor picante condimentada con especias, la salsa guacamaya cuya picantez depende de los ingredientes agregados, y la salsa habanera hecha con chiles cultivados en Tabasco. Concluye que la salsa picante le agrega sabor a la comida y que el picor es un placer interesante a pesar del ardor.