El poema explora temas oscuros como las sombras, las estatuas inertes, el cuerpo que tiembla y el alma que se quiebra. Sin embargo, también habla de curar las heridas, encontrar la propia esencia a través de los silencios, y desterrar las penas. Al final, la piedra que rueda trae la resurrección del alma a través de la música, haciendo desaparecer los males.