Trabajo sobre como la imaginación puede potenciar la creatividad de una persona o de las personas para bien.
Disclaimer: las imágenes que aparecen en este trabajo no son de mi propiedad, se usan sin fines de lucro, sólo como material de divulgación.
LA ECUACIÓN DEL NÚMERO PI EN LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE PARÍS. Por JAVIER SOLIS ...
La imaginación como fuente del progreso científico
1. GOBIERNO LIBRE Y SOBERANO DEL ESTADO DE PUEBLA
SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA
INSTITUTO DE ESTUDIOS UNIVERSITARIOS, A.C.
MONOGRAFÍA
La imaginación como fuente creativa del desarrollo
científico
Eje: Desarrollo Cognitivo, Física, Astronomía. Psicología.
PRESENTADO POR:
Bruno Armando de la Cruz Chuzeville
MAESTRO:
Walter Alejandro Báez Castillo.
Xalapa, Ver. Enero 2015.
2. “Procuro no cargar mi memoria con datos que puedo
encontrar en cualquier manual. El gran valor de la educación,
no consiste en atiborrarse de datos, sino en preparar al
cerebro para pensar por su propia cuenta y así llegar a
conocer algo que no figure en los libros”. Albert Einstein.
INTRODUCCIÓN.
En esta monografía quiero dar a conocer la importancia de la instrumentación de la
imaginación. Ésta es fundamental no sólo en las artes, sino en las ciencias como una pieza
fundamental en la búsqueda del entendimiento del ser mismo y del entorno. El mundo
globalizado en el siglo XXI ha degenerado en una apatía generacional donde la gente transmite
un pesimismo imposible de pasar desapercibido; ya que se ha perdido mucho de la capacidad
de soñar, de crear, de imaginar.
Los datos recopilados para esta monografía hacen énfasis en que por mucho que se quiera
ver a las ciencias como algo racional, finito y estricto, no es el camino correcto para tener el
mejor entendimiento de la naturaleza de acuerdo a la relación que guarda con los seres vivos.
En el presente trabajo se resumen diversas fuentes que recalcan la importancia de la
imaginación, como el impulso necesario para el desarrollo humano. Una imaginación
encauzada al bien común, a la trascendencia y a la realización personal.
El objetivo de esta investigación no pretende dar a conocer algún dato que resuelva la brecha
entre la objetividad de algunas personas que quieren desapegarse de la experiencia sensorial
y el cierto grado de subjetividad para crear nuevos conocimientos en general, sino darle
importancia a la sensibilización que todo estudioso de los fenómenos naturales debe tener
para poder colaborar en el progreso de los que habitamos en este planeta.
3. CAPÍTULO I
El querer hacer de lado la imaginación de la labor científica.
La imaginación ha sido el principal impulsor de las teorías científicas que han resultado en
aplicaciones útiles para la humanidad. Conforme cada descubrimiento, se establece teorías y
principios, los cuales son aceptados como racionales y comprobables. Pero a la par de esta
labor no ha habido aún un estudio del poder imaginativo que lleva a los científicos a descubrir
nuevas bases para el entendimiento del mundo y su relación estrecha con la corporeidad
humana. Las teorías tradicionales están cargadas de un objetivismo hermético que niegan el
papel determinante de la imaginación en la racionalidad de las teorías que van creando dichos
hombres de ciencia.
Según el objetivismo clásico, el mundo
percibido consta de propiedades y
relaciones al margen de la comprensión
humana. Filósofos como Karl Popper
sostienen lo contrario. Popper decía que
el mundo es interpretado y tiene
significado de acuerdo a la relación que
mantiene con la experiencia que dan los sentidos, y el fin determinado que cada persona quiera
alcanzar; la verdad no es finita sino es objeto de interminable rechazo y cuestionamiento para
alcanzar la comprobación de las ciencias. Mark Johnson (1991) sostiene que la postura del
objetivismo científico es creer que el mundo ya es un elemento pre-dado, sin importar lo que
cualquier individuo crea y solamente permanece una correcta visión del ojo de Dios ante
cualquier cuestionamiento humano. Las ciencias que declaran tener la verdad última tienden
a ser refutadas en años subsecuentes por científicos, quienes usan el poder de la imaginación
para alcanzar nuevos horizontes que sus antecesores no se atrevieron a surcar. Mientras más
teorías científicas surgen a través de las brechas dejadas por otras, queda claro que la
corporeidad del significado y la comprensión humana guardan una estrecha relación con la
estructuración imaginativa de la experiencia, Johnson (1991).
Ricardo Díaz Guzmán (2004) tiene una postura interesante, la cual es que en la labor científica
el investigador ve a su objetivo de estudio alejarse de la experiencia directa; para quedar
imbuido en un mundo abstracto de entidades intangibles, donde la imaginación brinda la
Modelo de Laura Matkovich
4. capacidad para elaborar modelos coherentes de la realidad percibida con el fin de darle
explicación a éstos de forma explícita.
CAPÍTULO II.
La imaginación va de la mano con la ciencia.
Para afirmar la idea que el título de este capítulo sugiere es necesario remitirnos a la edad
media, cuando la tierra se pensaba que era plana y el centro de todo lo conocido. Esta misma
idea surgió de la necesidad creativa de darle una explicación a la realidad. Una concepción
imaginada, que aunque fue refutada, se da precisamente en la experiencia imaginativa.
Copérnico y Galileo le vinieron a dar el vuelco total a la afirmación medieval de nuestro planeta.
Sin embargo Galileo se queda corto al explicar que las órbitas de los planetas son círculos
exactos y llenos de una estética que armoniza con todo aquello que causa emoción a la vista.
Johannes Kepler es quien también mira hacia las estrellas y no percibe
en su conciencia lo mismo que Galileo; así que imagina otra definición
espacial y la lleva a realizar por medio de sus observaciones. Kepler
llega a la conclusión de que las órbitas son elipses y no círculos; y
además la rotación de cada planeta alrededor del sol no ocurre a la
misma velocidad. Esta revolución y contraste nunca termina ya que más
tarde Newton contrasta a Kepler y así sucesivamente científicos como
Max Planck o Einstein superan a sus antecesores. Y en este recorrido
lleno de nuevos descubrimientos, la constante es siempre la imaginación y la insatisfacción
emocional con los preceptos establecidos, o con una postura de falso objetivismo de los que
no aceptan la imaginación humana en el quehacer científico. En esta parte es pertinente citar
a Einstein en una de sus tantas frases célebres:
“La ciencia como algo existente es la cosa más objetiva que el mundo conoce. Pero la
ciencia en su hechura, como un propósito a cumplir, es tan subjetiva y tan condicionada
psicológicamente como cualquier otra rama del esfuerzo humano”. Citado en “El Papel de
la Imaginación Científica, Ricardo Guzmán Díaz (2004).
Gerald Holton tiene una visión particular acerca del quehacer científico. De acuerdo a Holton
la ciencia se vale de tres tipos de herramientas importantes ligadas entre sí para alcanzar sus
Modelo de Kepler para
explicar las distancias
entre los planetas del
sistema solar
5. objetivos. La primera es la imaginación visual, la imaginación metafórica y la imaginación
temática. En cuanto a lo visual hablamos de las observaciones que despiertan la curiosidad
por conocer más allá de lo que los ojos perciben. La imaginación metafórica sucede al
establecer analogías con los fenómenos del universo. El principio de que la luz es un fenómeno
ondulatorio cuyo reflejo en distintos cuerpos puede descomponerse en colores es un ejemplo
claro. Franhoufer así lo demostró en 1814 al experimentar con prismas que él mismo construía.
Por último, la imaginación temática es cuando el investigador no está seguro de su hipótesis y
se deja llevar por ésta hasta sus últimas consecuencias. Esto puede tener efectos positivos al
final, pero acarrea confusiones también.
Entonces queda claro que la imaginación va de la mano con la curiosidad de las mentes que
han propiciado los grandes avances de la humanidad a lo largo de la historia. La imaginación
ha sido la constante en la mente humana cuando se enfrenta a lo que no entiende, o quiere
explicar y utilizar. Incluso en nuestra vida diaria simplemente no comenzamos el día sin
visualizar e imaginar aquello que debemos llevar a cabo; y para lo que nos preparamos por
medio de la experiencia corporal y sensorial; algo que no es exacto ni efímero porque está en
nuestra naturaleza.
CONCLUSIONES.
La imaginación es el resultado de una labor de
análisis y contraste de los continuos
descubrimientos y teorías que para nada se les
puede calificar de objetivas en su sentido más
estricto y definitivo. La labor científica es la continua
insatisfacción de no poder abordar los fenómenos
naturales indirectamente de la experiencia sensorial
humana. Entonces es que un científico no puede adoptar una postura rígida en cuanto lo que
enseña y lo que desarrolla. El hombre de ciencia tiene una mente abierta y nunca trata de
hacer que el gran cúmulo de teorías que estudia, adopten una mecanizada función cuando
tiene que resolver un fenómeno ya sea de la naturaleza o social. El mundo globalizado
pretende adoptar leyes fijas e incuestionables que no dan pie a buscar soluciones a los
problemas, sino una adopción obligada que desencadena problemas desde políticos,
6. económicos hasta emocionales. Y si queremos superar estos dilemas primero debemos poner
atención a nuestro lado humano; y así imaginar y crear los medios para superar cada
adversidad.
FUENTES DE CONSULTA.
Cortese, Abel. La importancia de la Imaginación. Inteligencia Exitosa. Disponible en:
http://www.inteligencia-exitosa.org/cognitiva/procesamiento-de-informacion/la-
importancia-de-la-imaginacion.php [2015, 28 de Enero].
García, Marina y Matkovic, Laura. El poder de la imaginación y la creatividad para hacer
ciencia. (2012). Química Viva. Disponible en:
http://www.quimicaviva.qb.fcen.uba.ar/v11n1/matkovic.html [2015, 28 de Enero].
Guzmán Díaz, Ricardo. El papel de la imaginación científica (pdf): la revolución de la física en
los inicios del siglo XX. (2004) Red de Revistas Científicas de América Latina, el
Caribe, España y Portugal. www.redalyc.org.
Holton, Gerald. La imaginación en la Ciencia (pdf). Universidad de Antioquía. Facultad de
Ciencias y Artes. Medellín, Colombia.
Johnson, Mark. La crisis en la teoría del significado y la realidad(pdf). (1991) En Antología
Teorías Cognitivas y Educación. Lectura 11. Instituto de Estudios Universitarios.
Puebla, Mex.