Un extracto de una colección de cuentos que escribí. En este relato el origen del Sida de una forma oscura y turbia tal cual ocurrió la colonización tanto en América como en África. En este cuento mezclo hechos reales tomados de fuentes históricas como la primera cepa detectada del virus del sida (aunque aún no se llamaba así) en un marino inglés en 1959, con hechos ficticios inspirados en la barbarie colonialista e imperialista occidental.
Desde luego no podía faltar una alusión al boom de la década de los 80 del siglo XX cuando artistas y deportistas de los países con mayor poder imperialista (Estados Unidos e Inglaterra) conmocionaron al mundo cuando contrajeron el virus del SIDA.
A pesar de que el cuento es crudo en cuanto a la forma de contar la manera aberrante en que los europeos y estadounidenses trataban o tratan a los africanos, no pretendo hacer apología del abuso. Es sólo una forma de exponer lo que ya se sabe de forma explícita aunque no se hable de ello. Claro que también hago alusión a las perversas farmacéuticas estadounidenses que tanto daño le han causado al mundo, así como sus patrocinadores sionistas que manejan los hilos de Wall Street desde las sombras.
1. El Virus del Imperio.
El Congo, África, 1950, dentro de una cabaña que sirve de laboratorio, un doctor y su
asistente, ambos estadounidenses, realizan experimentos.
(Doctor Seymour Johnson) – Bueno Richard, la cepa ya está prácticamente perfeccionada,
sólo hay que tener cuidado; que nadie se acerque a ella creyendo que traemos vacunas o
comida. ¡Cuídala mucho!
(Richard) - No hay problema doctor, pero ¿Puedo preguntarle algo?
(Doctor Johnson) - Si dime.
(Richard) – ¿Porque siempre tenemos que probar en África estas cepas y medicinas
experimentales? La gente aquí no tiene como costear un seguro médico, sin duda el tío Sam
o la O.N.U pasan por alto eso. Un día las cosas se saldrán de control a nivel mundial, ya que
ni nosotros tenemos la protección adecuada para trabajar aquí. En la prueba pasada murieron
10 médicos, de los mejores de Norteamérica y uno de los científicos que trabajó en aquella
cepa que quería usarse en Corea. Y ni se diga lo que ocurrió con la población africana, casi
30 personas entre hombres, mujeres y niños sin una cura. El verlos morir me dejó pensando
que nuestro país no es como lo pintan. Recuerdo a mi padre contándome que los grandes
millonarios como J.P Morgan reprimían huelgas con balas, matando inocentes trabajadores
que sólo querían llevar una comida decente a las mesas de sus hogares.
(Doctor Johnson) - ¿Qué quieres que te diga Richard? Así es el país y el mundo, además
debemos adelantarnos si es que los soviéticos ya tienen listos esos misiles nucleares. Son
órdenes del gobierno: tener una forma de contraatacar sin que el mundo nos vea igual que con
lo ocurrido en Japón al final de la segunda gran guerra.
(Richard) – Bueno doctor, veo que no tiene una respuesta mejor, pero es un crimen usar a
estas personas, olvidadas por el mundo y explotadas durante siglos, como conejillos de indias.
Ojalá que las cosas nunca vayan más allá de este pobre continente.
(Doctor Johnson) – Eso no pasará, estas personas ya no viven con lanzas y garrotes, siguen
metidos en sus leyes de robar pareja si el otro no la ve o bien, comercializar esclavos de su
misma raza, ¿Irónico no? Se quejaban de los españoles, franceses y los británicos pero siguen
en lo mismo, practicando la esclavitud y la poligamia.
2. (Richard) – No se burle doctor, estas personas no han conocido otra cosa, no por ello son
culpables de que los imperios de occidente sólo los usaran para quitarles su oro, sus diamantes
y sus voluntades.
(Doctor Johnson) – Así se maneja esto Richard, así es en todo el mundo, no puedes cambiarlo,
sólo callar y aceptarlo, en todos lados es igual, y si quieres ir en contra de eso, las
consecuencias pueden ser graves para ti. Tú lo dijiste, jajajaja, J.P. Morgan usó balas con sus
obreros. Ford quiso ser diferente a Morgan pero tuvo problemas; y además era un Nazi.
(Richard) – Henry Ford no era un Nazi, nunca le comprobaron eso, además él si le dio un buen
salario y una jornada digna a sus trabajadores. Obvio que eso hizo sentir mal a J.P Morgan y
a Rockefeller, por eso lo desacreditaron usando esa propaganda Nazi para ocultar la verdad,
censurar a Ford y engañar al público.
(Doctor Johnson) – Sabes mucho Richard, eso puede ser peligroso, te pueden silenciar. Ahora
vamos a descansar que ha sido una jornada muy dura. Dile a los negroides esos de afuera
que no sé duerman, que vigilen bien la puerta; y que si no lo hacen, les vamos a disparar.
(Tres años después)
(Richard usando el radio de comunicaciones hablando con desesperación) – ¡Atención
por favor, a quien me escuche, cambio, deben de sacarme de aquí, cambio. El doctor Johnson
fue asesinado por esta gente, no tengo mucha agua y ya no me queda comida, cambio. La
población se ha vuelto loca, se ha contagiado muy rápido, la cepa se ha perdido, por favor,
cambio ¡Es una epidemia y no hay forma de controlarlaaa!.
(Poblador local #1, hablando en lengua nativa afuera de la cabaña donde está Richard)
– Ese doctor debe tener una cura, debemos sacársela, no lo maten, no todavía.
(Poblador local #2) – No tiene nada, no entiendes, nada puede salvarnos.
(Al día siguiente, un marino británico, perdido luego de un naufragio en el océano
atlántico, aparece cerca de la cabaña donde Richard aún mantiene su último aliento de
vida)
(Marino) - ¿Qué lugar es este? Estoy harto de los mosquitos, necesito algo para la diarrea o
moriré pronto. De acuerdo a lo que cuentan los buscadores de diamantes aquí en el Congo se
halla un equipo médico de experimentación norteamericana. Ellos deberían ayudarme a volver
a Inglaterra. Esa cabaña, se ve descuidada, no hay vigilancia. Entraré.
3. (Adentro Richard desfallece por inanición y le pregunta al marino) - ¿Quién es usted?
(Marino) – No importa, sólo dígame cómo salir o comunicarme con mi país, mi barco naufragó
y quedó encallado en Angola. He recorrido un largo camino buscando ayuda. Por favor, le
pagaré lo que sea después.
(Richard riendo moribundo) – Amigo, ¿no me ve cómo estoy? ¿Creé que puedo ayudarlo en
este estado? Todos alrededor se están muriendo, y lo peor, es que esparcirán este virus
rápidamente por todos lados. El mundo entero estará indefenso ya que no hay una cura
todavía. El Doctor. Johnson era el único que sabía cómo fabricar un antídoto y está muerto.
(Marino) – Amigo perdón que no sepa que decir sobre su relato, pero por ahora necesito algo
para la diarrea y la fiebre.
(Richard) – Debe haber algunas medicinas en aquella gaveta en ese único escritorio que…
(Richard fallece en ese instante)
(Marino) - Murió este tipo, bien veamos que hay en dicha gaveta. Sí, estas son. Ahora a ver
si puedo hacer contacto con mi país. Este lugar huele mal, y se oyen lamentos por doquier.
Debo hallar la frecuencia de radio de la marina británica o me quedaré aquí para siempre.
(Ruidos desde afuera, pobladores locales gritando en su lengua nativa) - “Queremos
una cura, ustedes desgraciados nos hicieron esto, no saldrán vivos de aquí”.
(Marino) - Vaya, por lo visto los norteamericanos debieron haber molestado mucho a esa
gente.
(Los locales comienzan a golpear la puerta de la cabaña donde se haya el marino)
(Marino tratando de entablar contacto por radio) – ¿Alguien me recibe? Cambio, Soy del buque
carguero Livingstone de la marina real británica, hace una semana estábamos transportando
oro de Sudáfrica para Inglaterra, nos encontramos con una tormenta, cambio, el barco fue
dañado severamente y el oro se perdió, la embarcación encalló en las costas de Angola, sólo
yo sobreviví, cambio, llevo cuatro días buscando ayuda, estoy en el Congo, cerca de la frontera
con la república centroafricana en un campamento norteamericano, ¡solicito evacuación lo más
pronto posible por favor! Cambio, al parecer en este lugar algo no salió bien y los nativos están
demasiado enojados dispuestos a todo, cambio.
(Marino) ¡Maldita sea! no contestan, debo largarme pronto sin que me vea esa gente de afuera,
descargarán su coraje conmigo por lo que estos norteamericanos les hicieron. Escaparé por
4. la ventana trasera, sólo espero que no me vean salir. Debo crear una distracción, incendiaré
este lugar mmm, por aquí debe haber alcohol.
(El marino improvisa una bomba molotov) Bien, sabía que debía guardar estos cerillos
aunque se me acabaran los cigarros. ¡Ahora a huir!
(El marino prende su bomba improvisada, la arroja, corre y brinca por una de las
ventanas de la parte posterior de la cabaña, el fuego alcanza un tanque de gas, una
explosión ocurre, los nativos junto a la puerta caen desmayados)
(Marino británico afuera de la cabaña) – Vaya que si estaban desesperados, a pesar del
incendio no se alejaron de esta pocilga.
De repente el marino ve una joven, no mayor de 16 años, que cayó al suelo por la
explosión.
(Marino) – que guapa africana, “ven nena te ayudaré, no tienes que temer”. Es realmente muy
bella esta salvaje. Bueno, no creo que tener un poco de diversión sea malo, nada que no haría
cualquier otro que conozca; de todas formas no tengo prisa por llegar a Inglaterra.
El marino se acerca a la joven
(Marino) - “ven, no temas, todo estará bien”
(A pesar de no hablar inglés, la joven sabe que no debe hacer caso del marino, y no sólo
por el mal olor que despide el hombre, sino porque está al tanto de lo que son capaces
los invasores europeos; y arrastrándose trata de huir del lugar. El marino la toma del
brazo por la fuerza, y con un pedazo de tela que arranca de sus vestiduras le amarra las
manos a la espalda. Se la lleva al hombro lejos de donde ocurrió la explosión)
(Más tarde, el marino, en un lugar alejado de la cabaña en un pequeño bosque, baja a la
mujer que plagió y comienza a verla con mirada lasciva) – bueno nena, sé que tuviste un
día terrible, pero debes saber que yo no estoy mejor. Llevo muchos días sin estar con una
dama, casi dos meses en alta mar, oliendo marinos apestosos, en condiciones infrahumanas,
comiendo cosas que sólo un salvaje como los de tu raza comerían, llevando riquezas que sólo
esos cerdos de la realeza disfrutan a costa de nuestro esfuerzo y degradación, dejando que
alguien como yo siga viviendo en esta inmundicia, durmiendo en un barco infestado de ratas y
moscas, pero tú me puedes alegrar un rato con ese hermoso cuerpo que tienes ¿o no?
5. El marino se acerca a la nativa, le abre ambas piernas, ella no lleva ropa interior, el
marino comienza a tener relaciones sexuales forzadas con la mujer quien entra en
estado de estupor, ella cierra los ojos, se queda inmóvil temiendo que su agresor la
asesine. Transcurren seis minutos.
Una vez que termina el ultraje, el marino le habla a la nativa:
Puedes irte querida, tus servicios ya no me son requeridos, jajaja (risa sarcástica).
El marino desata a la mujer y ella huye en lágrimas aterrorizada.
Marino) – bueno, que no diga que no la pasó bien junto a un gran estereotipo británico como
yo, jejejeje.
Dos días después.
(Frontera del Congo con la república centroafricana, una posada local, el marino llega a
dicho lugar)
(Marino bebiendo con un soldado francés) - Amigo, esas morenas del Congo son hermosas,
y créeme puedes tomar cuantas quieras a placer sin ningún problema, nadie te culpará de
nada.
(Soldado francés) - No lo haría, a pesar de que muchos lo hacen. Existe mucho riesgo por los
experimentos con virus y enfermedades que los norteamericanos practican ahí. No deberías
haberlo hecho. Quizá seas el portador de una enfermedad y aún no te has dado cuenta.
(Marino) – ¡Por favor, tengo tanta salud como un gran corcel, jajajaja! Y bien creo que por hoy
es todo, veremos si hay por ahí una linda damisela por aquí que me de placer esta noche antes
de dormir.
(Media hora después en una habitación de la posada).
(Marino británico con una prostituta local) ¡Oh la lá preciosa!, *“très magnifique” lo haces como
toda una diosa, y tu cadera me hace extasiarme muchas veces. Te pagaré bien.
(1959, Liverpool, Inglaterra)
(Un médico revisando al mismo marino británico que estuvo en el Congo hace seis años,
en un hospital de la ciudad, el marino ahora luce delgado, lleno de cicatrices en el rostro
y cuerpo, respira con dificultad)
*“très magnifique”. Traducción del francés: “Excelentemente bien”.
6. (Médico) – Señor, aún no puedo detectar cual es la enfermedad que le aqueja, pero es como
si hasta una gripe le causara un daño muy severo a todo su cuerpo. Lo que puedo intuir es
que su sistema inmunológico se ve totalmente débil ante cualquier enfermedad que usted
contraiga por muy simple que sea.
(Marino) – Doctor, po, por, favor, agghhh, debe tener una cura, no puede dejarme así.
(Médico) – Dígame su historial para poder establecer un caso y así estudiar los elementos que
originaron esto. De esa forma quizá pueda hallar una cura.
(El marino lentamente comienza a relatar lo sucedido) - Me comencé a sentir así luego de
volver de África hace seis años, trabajaba para la marina real británica, iba en un buque
carguero transportando oro, usted sabe, para alimentar el ego, la ambición y la frivolidad de la
reina y su maldita familia (el marino tose varias veces). Una tormenta nos sorprendió, dañó
severamente nuestra embarcación, el oro se fue por la borda. (Hace una pausa, el marino se
siente agotado, toma aire y continúa su relato) Fui el único sobreviviente. Más tarde la
embarcación encalló en las costas de Angola, luego comencé a buscar refugio, contraje diarrea
y tenía fiebre. En una larga travesía llegué al Congo, sabía que ahí había un campamento de
doctores norteamericanos, entonces pensé que ellos me podrían ayudar a regresar aquí, pero
no fue así. Encontré a un médico dentro de lo que parecía ser una cabaña, estaba moribundo,
le pedí unas medicinas. Logré sentirme mejor de la fiebre y diarrea que traía. Después, …,
bueno,…agghh,…luego tuve relaciones…mmm,… sexuales con… una africana, eh… no daré
más detalles. Pude salir del lugar y llegué a un campamento de soldados franceses en
Centroáfrica cerca de la frontera con el Congo. (El marino comienza a sollozar).
(Médico) – ¿Y qué ocurrió ahí?
(Marino) – eh,,, aghhh, disculpe, es que me cuesta mucho hablar, siento que el aire se me
agota cada vez que lo hago. Me quedé dos días en una posada local esperando por transporte
para volver a Inglaterra, pero tuve, eh… otro encuentro sexual, agghhh (el marino siente
mucho dolor en el pecho).
(Médico) – Mmm, ¿fue con una prostituta local acaso? Esos lugares están llenos de esas
mujeres que sirven a soldados o marinos quienes están de paso por esas regiones.
(Marino) Si doctor, de nuevo tuve sexo, esta vez con una de esas que menciona, pero, aghhh…
¿cómo es que esta enfermedad pudo venir de eso? (El marino comienza a llorar).
(Médico) – Deme unos minutos señor y regresaré.
7. (El doctor al teléfono llamando a Francia) - הוא האם
*
(Le responde un extraño) – Lo entiendo, el mal nacido hizo que medio regimiento de soldados
se contagiara, varios se metieron con la misma ramera.
(Médico) - ¿Cómo debo proceder?
(El extraño) – Disponga de él, ya no vale nada, y lo mismo haremos con los que tenemos aquí.
Sólo algo más, una vez que haya dispuesto del marino, extraiga una cepa y con el mayor de
los sigilos, guárdela celosamente hasta que mis amigos lleguen por ella. No le diga a nadie
que usted la tiene, engañe a quien sea, a sus superiores, a la prensa y a quien sea que haga
preguntas ¿está claro?
(Médico) – Absolutamente.
(El extraño) - עסקה לנו יש
*
Década de los ochenta, Estados Unidos.
(Noticiero local, el presentador) - Y bueno, la ciencia y los médicos de este país aún no pueden
explicar que ocurre, mucha gente está muriendo debido a fallas en su sistema inmunológico.
Muchas personas incluyendo figuras públicas como la cantante y empresaria Shawna Richards
sufren de esta enfermedad, al igual que el actor Anthony Perkins. Este terrible mal aún no tiene
cura y tiene a todo el mundo aterrado. Al parecer nuestro país, Estados Unidos, no ha sido el
único que sufre de esta nueva pandemia. Francia tiene reportados niveles altos de contagio,
Inglaterra e Italia, y luego América latina. Sin duda el ver que la vida de todo tipo de personas
es arrebatada por este extraño virus es motivo de preocupación. Al parecer su contagio se
produce al tener relaciones sexuales, para luego alojarse en la sangre humana. Esta
enfermedad destruye toda defensa del cuerpo, el sistema inmunológico de la persona
contagiada disminuye progresivamente hasta que un simple resfriado puede causar la muerte.
(La Casa Blanca, Washington D.C. 1982).
(Ronald Reagan) - Y bien Walter, se nos fue de las manos. Se suponía que con esto
ganaríamos la guerra fría. ¿Cómo pudieron ser tan idiotas?
(Walter) – Señor, quizá el turismo europeo trajo el virus. No sabemos aún como llegó
exactamente a nuestra nación. Ya se está trabajando en una cura, pero no será fácil ni barata.
Usted me entiende, necesitamos un préstamo de… “ellos”.
הוא האם
*עסקה לנו יש . Traducción del hebreo: “Tenemos un trato”.
*הוא האם. Traducción del hebreo: “Es él”.
8. (Reagan) – Me encargaré de eso yo mismo Walter. Mientras distrae a la gente con la campaña
anti-drogas, mi esposa puede auxiliarte en eso. Ah y también sigue enviando ayuda a las
contras en Centroamérica, tampoco necesitamos comunistas amenazando nuestro patio
trasero. Usa a los cárteles si es necesario, pero mantén las aguas tranquilas, no quiero
escándalos con la prensa, ni que las agencias de nuestro país se revuelquen en la misma
mugre que la de esos traficantes mexicanos y colombianos. Obliga a los medios a que se
abstengan de seguir buscando conspiraciones sobre el virus y sin comentarios subversivos
sobre nuestra ayuda para Centroamérica. Haz que pinten al Sandinismo como una obra del
diablo. Tú sabes, el estilo americano. Reprime toda publicación conspiracionista y busca que
nuestros aliados del sur estén alienados a esta misma postura.
(Walter) – Así se hará señor presidente.
(Más tarde, Walter abandona la Sala Oval, Reagan hace una llamada telefónica a solas)
(Reagan al teléfono) – Bueno, este día tenía que llegar, Johnson, Nixon, Carter lo hicieron
antes, y ahora yo. Simplemente quiero que me ayuden a financiar la maldita cura rápido.
(Un hombre al teléfono le responde) – Señor Reagan, no tiene nada de qué preocuparse,
incluso podemos darle a los mejores científicos, doctores e investigadores del orbe para que
acaben con su pandemia que ustedes torpemente liberaron. Sin embargo, cuando esa cura
esté disponible, no debe ser de libre acceso, aún si se le pone un costo alto en las
farmacéuticas distribuidoras. La cura sólo debe estar disponible sólo para una élite, y en cuanto
a los demás, les daremos placebos inhibidores y retardadores, pero nada más. Harán un buen
negocio de todas formas. Nadie debe saber que las farmacéuticas son nuestras ni que las
curas salen de la nada súbitamente. ¿Está claro señor presidente?
(Reagan) - אציית אני ,ברור
*
(Hombre al teléfono) - הכל בסדר *אז
אציית אני ,ברור
* . Traducción del hebreo “Obviamente obedeceré”
הכל בסדר *אז. Traducción del hebreo: “Todo está bien entonces”