Inteligencia emocional e IQ

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Titulillo: Inteligencia emocional e IQ
Trabajo Práctico número cinco: Ensayo
La inteligencia
Ricardo Paulo Javier Arieu
Universidad Metropolitana
Nota: “Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama” (San
Agustín)
August 1, 2014
Facilitator: WALDEMAR RIVERA RAMOS
QYLE 110

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Inteligencia
Imagen n. 1
La mayoría de las personas comunes y corrientes, admira notablemente en las personas
esta facultad sobresaliente y extraordinaria dada por Dios. Los científicos, han subdivido la
inteligencia humana en varias otras inteligencias mas, las cuales son medidas por los estudiosos
de la conducta humana en sus investigaciones. La mente humana, es esa capacidad humana
creada por Dios, que ayuda a los individuos en su proceso de adaptación al mundo en el que
vive. Y la inteligencia, es una de las funciones de la mente que ayuda al hombre a resolver los
problemas que tiene a su alrededor.
En la tradición judeocristiana (6 a 8 mil años de historia), 53 veces aparece el término
inteligencia y 2 veces el vocablo inteligente. Esto da la pauta de cómo los antiguos conocían esta

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capacidad del hombre. En mayo del 2013, llamó la atención un trabajo del Dr. Vladimir I.
ShCherbak, matemático en la Universidad Nacional Kazaja al-Farabi de Kazajstán, y Maxim A.
Makukov, astrobiólogo en el Instituto Astrofísico Fesenkov de Kasakhstan en la prestigiosa
revista secular Icarus, quienes publicaron un artículo titulado ‘La señal “Wow!” del código
genético terrestre’, que trata de una curiosa señal SETI (famosa señal de búsqueda de
inteligencia extraterrestre), del año 1977, señal que parecía tan artificial que un investigador
escribió ‘Wow!’ junto a la misma (Vladimir I. shCherbaka & Maxim A. Makukovb, 05-01-
2013). Demostrando así el valor que la ciencia da a la búsqueda de propósito, diseño e
inteligencia en el estudio de los porqués del Cosmos.
Aún no hay acuerdo entre los investigadores acerca de la cantidad de inteligencias que
tienen las personas, ni en determinar si es o no una capacidad particular del ser humano.
Tampoco se definen si aceptar o no la capacidad espiritual del ser humano como una inteligencia
más. Igual sucede con la ‘inteligencia emocional’. Pero no hay dudas que la inteligencia, es la
capacidad que distingue a las personas de los animales y que permite a los humanos relacionarse
entre sí, permitiendo al humano resolver situaciones complejas y procesar la información
recibida por el cerebro. A esta capacidad, llamada inteligencia, los eruditos procuran poder
medirla de modo científico.
Inteligencia, es esa excelente cualidad humana o “genética“, como agrega Cristina Pérez
Cordero. Según cita Rosa E. Martínez en su análisis del libro de Daniel Goleman, quien publicó
sus conclusiones en el famoso libro Inteligencia Emocional [1995] (él es quien más ha
investigado este concepto), que es la capacidad que tenemos los seres humanos de entender,
asimilar conocimiento, memorizar, razonar lógicamente y manejar conceptos” (Pág. 2).

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Capacidad que según algunos doctores “está restringida exclusivamente al género humano”
(Carlos A. Marmelada, n.d.). Ej.: Arsuaga, catedrático de Paleontología de la Universidad
Complutense de Madrid quien explica que los animales no son inteligentes “pues no son capaces
de elaborar conceptos. Lo que sí tienen es conocimiento sensorial” (Carlos A. Marmelada, n.d.).
Bocardo Crespo, de la Universidad de Sevilla en España, bien explica que “los animales, al
contrario de lo que suele ocurrir en los hombres se mueven siguiendo la impresión que los
objetos causan sobre ellos, sin que medie entre sus acciones y sus impresiones ninguna clase de
juicio” (2006/2007, Pág. 16). Y esta misma capacidad es lo que también diferencia a la raza
humana de las [mal llamadas] máquinas ‘inteligentes’ (inteligencia artificial).
Todavía no existe una explicación satisfactoria sobre la inteligencia desde el punto de
vista de la ciencia que no se halle imbuidas de pre concepciones naturalistas (Carlos A.
Marmelada, n.d.). Marmelada, cita a William H. Calvin científico de la universidad de
Washington y estudioso de la aparición de la inteligencia, y también lo cita a Arsuaga, quienes
reconocieron las dificultades que existen para poder definir el vocablo. Al igual que la cuestión
de si la mente humana surgió de golpe con el Homo sapiens, o si es producto de evolución
gradual [tema que ya enfrentó en su momento al naturalista Charles Darwin y al naturalista
británico Alfred R. Wallace] (Carlos A. Marmelada, n.d.). Así también, por ejemplo, un
destacado médico psiquiatra argentino llamado Enrique Guillermo Suarez, publicó un libro sobre
los miedos, donde cita su cosmovisión naturalista del ser humano diciendo que “no somos monos
por unos pocos genes” (Suarez, Enrique Guillermo. Pág. 70). Como seguramente diría José
Antonio Marina “ ! Pero que estupidez! Es como Robert Musil dijo en su escrito ‘Sobre la
estupidez’: “Si la estupidez no tuviera algún parecido que le permitiese pasar por talento,
progreso, esperanza o perfeccionamiento, nadie querría ser tonto"(Marina, Pag.8). Pero gracias a

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Dios que los hombres no son estúpidos ni son animales, sino que son seres humanos que fueron
creados a imagen y semejanza del Creador.
La crítica al concepto tradicional de inteligencia está centrada en los siguientes 4 puntos:
“a) La inteligencia ha sido normalmente concebida dentro de una visión uniforme y reductiva,
como un conocimiento unitario o factor general. b) La concepción dominante ha sido que la
inteligencia puede ser medida en forma pura con la ayuda de instrumentos estándar. c) Su estudio
se ha realizado en forma descontextualizada y abstracta con independencia de los desafíos y
oportunidades concretas, y de factores situacionales y culturales. d) Se ha pretendido que es una
propiedad estrictamente individual, alojada sólo en la persona, y no en el entorno, en las
interacciones con otras personas, en los artefactos o en la acumulación de conocimientos”
(Capote, Asunción & Rodríguez Valdés, Diciembre 2005). Esto es fruto de una cosmovisión
errada (el naturalismo).
Es bueno poder recordar las dos cosmovisiones existentes actualmente respecto al origen
de la vida y del hombre: solo hay “dos puntos de vista filosóficamente sustentables” (Huse, Pag.
157) a) Teísta: (1) Fundamentalista bíblica: los científicos creacionistas consideran que el
hombre fue creado de una manera repentina y milagrosa del lodo (Berkhof, Pág.240-243). (2)
Teleológica: Movimiento del Diseño inteligente (Dembsky, 2005) b) Los naturalistas, que creen
que surgió por azar, necesidad y la evolución (A. Llano, n.d.). Es importante tener en cuenta que
la concepción judeocristiana de “que Dios creó el mundo ‘ex nihilo’ [de la nada], es extraña a la
filosofía griega, la cual pensaba el mundo como eterno” (academia.divinoquerer.org, Pág.4).
Ambas creencias, “pertenecen al área de las creencias. Cada uno de ellos es una filosofía
religiosa de los orígenes que requiere fe…” (Huse, Pág. 157). Como observa Nagel, renombrado

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filosofo ateo, “los ‘argumentos empíricos’ ofrecidos por los proponentes de la tesis del Diseño
Inteligente «tienen por sí mismos un gran interés». Lo que cuenta es la evidencia, y es la
evidencia lo que demanda una respuesta“(West, 2012).
El auge del naturalismo a partir de la revolución científica del Barroco (s. XVII), fue
paulatinamente eliminando toda concepción religiosa de su área de influencia, lo que ha
generado acalorados debates, fruto del debate fe vs. ciencia entre naturalistas y creacionistas
como el famoso ‘juicio del mono’ en Julio del 1925, evento citado por el periódico argentino El
Clarín (07-23-2000).
Según encuestas publicadas por el diario español Publico.es, “sondeos de Gallup en 2005
y del Pew Research Center en 2006, señalaron que el 44 % de los ciudadanos favorece el
creacionismo y el segundo lo cifra en un 42 %. Por el contrario, los estadounidenses que creen en
la evolución suman el 26 %, según el Pew, y el 14%, de acuerdo con Gallup” (Óscar Santamaría,
02-10-2009). Otros investigadores, que siguen las investigaciones de Carl Sagan, afirman que “el
barro del océano pudo ser el lugar del origen de la vida” (Scinews - U. de Cornell, 11-12-2013).
El origen de la inteligencia humana nunca podrá ser resuelto por el método científico
actual, dado que los orígenes de la humanidad no pueden recrearse nuevamente en un tubo de
ensayo del laboratorio; y aunque se lograra ‘crear’ vida desde el laboratorio, siempre quedará la
duda si sucedió verdaderamente de ese modo ya que “hoy en día los biólogos ya no consideran la
evolución de la vida como una progresión de lo simple hacia lo complejo, con los humanos como
el pináculo del éxito evolutivo”(Jeffares, Daniel & Poole, Anthony, Febrero 2009). Como cita
irónicamente el viejo adagio, la ciencia con dificultades sube hasta la cima de la montaña, pero
cuando llegó es solo para comprobar que ya hace rato que los teólogos llegaron primero.

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Los debates infructuosos entre naturalistas y teístas, permite considerar que las
reflexiones de José Antonio Marina, estudioso de la estupidez humana, no eran tan descabellado,
cuando decía que “si existe una teoría científica de la inteligencia, debería existir otra de la
estupidez que se suele definir por la ausencia de la primera” (José Antonio Marina, 2004). Estos
debates son circulares, y nunca logran descubrir nada nuevo. La mayoría de las veces solo se
trata de negar todo evidencia de designio inteligente en el ser humano. Dado que la modernidad
concluyó que no se podía confiar en la razón para hallar a Dios, quitó a Dios como hipótesis
científica; a partir de allí, la ciencia abrazó el agnosticismo (Dembski, William, Pág. 76-79). Es
como escribe Thomas Woodward profesor en el Trinity College de Florida, “Muchos añaden que
la ciencia simplemente no puede aceptar conceptos no científicos tales como el «designio
inteligente»”.Pero a esta objeción, Woodward cita a Michel Behe, quien “considera esta objeción
como un intento flagrante, basado en prejuicios filosóficos, de imponer límites a la ciencia”(
Woodward,Pag.12).
Pero se debe reconocer también que hoy en día, existen muchos estudios neurocientíficos
que intentan comprender la relación entre las personas y la idea de Dios más objetivamente
(Javier Flores.12-17-2012). Aunque como explica David L. Smith, sacerdote católico y
psicólogo clínico, que “la comunidad científica considera la neuroteología una pseudociencia”
(Andrés Castaño, 03-22-2014). En tiempos modernos algunas ramas de la ciencia han recuperado
un poco la espiritualidad como hipótesis, como explicó David L. Smith. Hasta hace algunos años
atrás, este tipo de investigaciones científicas era imposible de imaginar y demuestran que la
ciencia no está reñida con la idea de Dios. Un poco de ciencia, como dicen algunos científicos,
aleja de Dios, pero mucha ciencia, acerca al docto a Dios.

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Entonces, poder definir que es inteligencia de modo científico, no es tarea sencilla y
posiblemente nunca se logre una definición total y acertada de que es la inteligencia. Pero el
término inteligencia, según lo define el portal Define.de, “proviene del latín intelligentia, que a
su vez deriva de inteligere”. Término ("Intus lego", leer dentro de mí), que “fue acuñado por
Cicerón con el fin de designar la capacidad para entender, comprender e inventar “(Cristina
Pérez Cordero, n.d.). Por esto, es que suele afirmarse que “un individuo es inteligente cuando es
capaz de escoger la mejor opción entre las posibilidades que se presentan a su alcance para
resolver un problema”; de acuerdo a esta etimología, se “hace referencia a quien sabe elegir: la
inteligencia posibilita la selección de las alternativas más convenientes para la resolución de un
problema” (Define.de).
Marino da una opinión sencilla de que trata esta capacidad humana, diciendo que él
entiende por inteligencia: “Llamo inteligencia a la capacidad de un sujeto para dirigir su
comportamiento, utilizando la información captada, aprendida, elaborada y producida por el
mismo” El explica que la inteligencia “es una capacidad de dirección” (Pag.16), y también cita al
Dr. Sperry, un médico neurólogo Premio Nobel de Medicina del siglo pasado, quien decía que
“la función principal del cerebro no era conocer sino guiar el comportamiento”. Luego, critica
además, el atrincheramiento de los test en el campo cognitivo (por ej. “percibir, relacionar,
aprender, argumentar”) que suelen ser las áreas “que miden los test de inteligencia”, lo que para
él, en su opinión es “una reducción engañosa”. Además, explica que “la principal función de la
inteligencia es salir bien parados de la situación en la que estamos”. Y además, explica que
muchas veces la inteligencia no consigue hacer bien su trabajo, situación a la que él llama
“inteligencias fracasadas” y que “entran en el terreno de la Patología” (Pág.16).

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Para medir el nivel de inteligencia de una persona (coeficiente intelectual), comenzaron a
desarrollarse en 1905 unos estudios gracias a un psicólogo francés llamado Alfred Binet
desarrolló los primeros test de inteligencia, los que median analogías, modelos y habilidades del
razonamiento. Pero fue el psicólogo alemán W. Sterm quien propuso el concepto de “coeficiente
intelectual” (IQ) correspondiente a la edad mental dividida por la edad cronológica (Bayona.
Pág. 11). El concepto de cociente intelectual “fue desarrollado por el psicólogo William Stern
(1912) como complemento a las escalas de inteligencia que surgieron en la época” (Biblioteca de
Psicología). Se creó con el “ propósito de darle un valor numérico estable a la inteligencia.
L.M. Terman creó esta medida, poniendo el valor 100 como normalidad. El C.I. se
obtiene basándose en la siguiente fórmula: CI es igual edad mental sobre la edad
cronológica por cien”. La inteligencia “se expresa en función de un cociente de
inteligencia (CI). El CI se define como la edad mental (EM) dividida entre la edad
cronológica (EC) y luego multiplicada por 100. Un CI “promedio” de 100 ocurre cuando
la edad mental es igual a la edad cronológica”(Ataucusi Hueyta, Keila & Córdova Gallardo,
Sheyla & Díaz Fiestas, Steefany, 2012 ) En la actualidad, los psicólogos se basan para medir la
capacidad del intelecto en:
“la proyección del rango medido del sujeto en una campana de Gauss formada por la
distribución de los valores posibles para su grupo de edad con un valor central (inteligencia
media) de 100 y una desviación estándar de 15. Los valores superiores a 100 están por encima
de la media; los valores inferiores a 100 están por debajo de la media” (Biblioteca de Psicología).
Otras investigaciones recientes al respecto, han traído controversias. Murray y Hernstein
autores del polémico libro ‘Bell Curve: Intelligence and Class Structure in American Life’ en

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español ‘Curva de campana: Inteligencia y estructura de la clase en la vida americana‘ que
relacionan la inteligencia con la clase social y la raza en la sociedad moderna, y también analizan
qué políticas públicas se pueden aplicar para mitigar las diferencias socioeconómicas en IQ, la
tasa de natalidad, crimen, fertilidad, bienestar y pobreza, llegando a conclusiones racistas y de
inferioridad respecto de afroamericanos, latinos y otros inmigrantes (Bayona, Pag.11), no han
sido bien recibidas. Bayona afirmó que hay una diferencia entre los resultados que otorga la
aplicación del IQ y la inteligencia misma. La prueba del IQ provee información sobre dos
grandes componentes de la inteligencia: razonamiento verbal e inteligencia práctica y perceptual.
La prueba mide comprensión, vocabulario, velocidad de aprendizaje, capacidad de manejar
símbolos y signos, asociación, semejanzas y analogías. Pero es una prueba que corresponde a un
modelo pedagógico; no agota todo la información posible que podríamos obtener de la
inteligencia humana (Pag.11). Actualmente, los test de IQ se utilizan mucho en universidades y
en las empresas a fin de conocer el nivel de inteligencia emocional en las personas para poder
captar a aquellos que son considerados los más aptos para ocupar ciertos cargos.
Antiguamente se creía que solo existía una sola clase de inteligencia, pero Howard
Gardner (Mayra Fumerton, Pag.4), al igual que Philip Carter reconocen que existen diferentes
tipos de inteligencia (Pág. 12). Según Rosa E. Martínez cita de Goleman, “la inteligencia que
obtenemos de manera académica está divida en 7 partes: a) musical b) Cinético – corporal c)
Lógico matemático d) Lingüística e) Espacial f) Interpersonal g) Intrapersonal”. ¡Aunque los
investigadores colegas de Howard Gardner llegaron a describir hasta 20 ¡ (Cesar Armando, n.d.).
El Dr. Jesús Ferro Bayona, rector de la universidad del Norte de Colombia, afirma que
“ningún individuo por lo general posee estas clases de inteligencia en estado puro“(Pág. 11).

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Según Howard Gardner, graduado de Harvard con un doctorado en educación y autor de la
Teoría de Las Inteligencias Múltiples, hay “por lo menos nueve inteligencias diferentes “(Mayra
Fumerton). Leo Boff teólogo y sociólogo brasileño, cita que “entre las muchas formas de
inteligencia estudiadas hoy, destacan tres en particular: la inteligencia intelectual, la inteligencia
emocional y la inteligencia espiritual” Y como él afirma, todas están fundamentadas “en serias
investigaciones científicas” (07-30-2014). Hoy en día, la inteligencia “es un tema muy estudiado
por disciplinas diversas, como la Neurología, las Ciencias Cognitivas, la Psicología y la
Informática entre otras” (Capote, Asunción & Rodríguez Valdés, Edilia. Dic. 2005).
Respecto a la llamada inteligencia intelectual, Boff explica que es por medio de ella
inteligencia (CI), que “organizamos nuestros pensamientos, articulamos los diversos saberes, en
especial el lenguaje y estrategias de la acción… Está ligada a la dimensión del cerebro llamada
neocortex” (Boff, 07-30-2014). El grado de capacidad de razonamiento del ser humano, es lo
que suele marcar la diferencia entre una persona de éxito total y otra de fracaso total, pero
actualmente se cree que la inteligencia representa tan solo un 20% de los factores que determinan
el éxito; el restante 80% depende de la ‘inteligencia emocional’ (Rosa E. Martínez. Pág. 13).
Howard Gardner, quien define la inteligencia como una destreza que se puede desarrollar, no
niega el componente genético (Mayra Fumerton. Pág. 7). Esta capacidad, suele ser medida por
medio de test psicológicos que permiten medir las distintas capacidades de la persona.
Pero, se ha podido comprobar que este talento no es igual en todas las personas. En el
artículo Superdotados, se explica que en los países de habla hispana, se han identificado a
personas con una capacidad intelectual por encima de la media, llamándolos “superdotados
“(Cristina Pérez Cordero, n.d.). Marta Guerri Pons, Psicóloga y Gestora de contenido de

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PsicoActiva, publicó un artículo donde ella cita que en España, según algunos datos estadísticos,
se “calcula que 1 de cada 300 niños es superdotado y que 1 de cada 33.000 es un genio” (n.d.).
Esto explica la razón por la que muchos niños asimilan más fácil el contenido pedagógico
durante los primeros años de formación escolar.
La inteligencia espiritual, es la que el naturalismo científico menos importancia le ha
dado. Aunque Boff explica que durante los últimos 20 años la neurociencia, la neurolingüística y
otras ciencias afines han estudiado el cerebro humano en el que hay miles y miles de millones de
neuronas y trillones de sinapsis (conexiones entre ellas); y que se descubrió que cuando una
persona se ocupa de lo sagrado, se da una aceleración inusitada de las neuronas en su lóbulo
frontal (‘punto Dios’). Aunque Dios es mucho más que el ‘punto Dios’ como lo llama Boff, el
‘gen de Dios’, el gen VMAT2 variante 3305 como lo llaman otros (Luis María Gonzalo Sanz).El
portal Noticias Cristianas publicó acerca del trabajo del doctor genetista Dean Hamer, quien
publicó un libro llamado ‘El gen de Dios’ donde afirmó que “la fe está influida por la biología
humana” y que la espiritualidad es “un instinto que proporciona un sentido de la vida y valor
para superar dificultades y pérdidas” (Patricio, 11-10-2006). Boff cita a Danah Zohar, una
científica cuántica, y a su marido psiquiatra Ian Marshall, quienes publicaron sus investigaciones
en un libro titulado ’Inteligencia espiritual (2000)’ y explica que esta capacidad está dentro de
cada persona y es la base biológica de la inteligencia espiritual, que se manifiesta por un grado
mayor de sensibilidad amor, compasión, respeto y devoción (07-30-2014).
La inteligencia emocional, según Mayra Fumerton cita de Howard Gardner, es la formada
por la inteligencia interpersonal y la intrapersonal. Juntas determinan la capacidad de dirigir la
propia vida de manera satisfactoria. Es la habilidad de tener conciencia emocional, sensibilidad y

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manejo de destrezas, entusiasmo, perseverancia, control de impulsos, empatía, espiritualidad,
agilidad mental, autoconciencia, motivación (Mayra Fumerton). Boff cita que hay filósofos que a
esta ‘inteligencia emocional’, la llaman “razón cordial, o sensible” (07-30-2014).
Esta manera de interrelacionarse con el mundo que da importancia a los sentimientos,
“configura rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan
indispensables para una buena y creativa adaptación social” (Cesar Armando, n.d.). Goleman fue
quien “demostró que la primera reacción humana frente a cualquier fenómeno es emocional.
Unos momentos después entra la inteligencia racional/intelectual” (07-30-2014). En un texto que
hablaba sobre la inteligencia social del año 1960, se lo declaró como un “concepto inútil (Cesar
Armando, n.d.), “en nombre de una pretendida objetividad de análisis racional” (Leo Boff, 05-
30-2014). Rosa E. Martínez citando a Coleman explica que es “la capacidad para reconocer
nuestros sentimientos y los sentimientos de los demás, así como el conocimiento para
manejarlos“. Y puede ser medida por el CE (cociente emocional) (Rosa E. Martínez). Una sana
administración de las emociones, puede fortalecer y ayudar a las personas y un manejo
inteligente de las emociones puede llegar a ser factor del éxito de esa persona (Rosa E.
Martínez). Pero una falta de ‘sabiduría emocional’, puede influir negativamente en el intelecto de
las personas.
Según se cita de Goleman, una persona con alto grado de inteligencia emocional, controla
sus emociones personales y sabe como influir en las emociones de terceros. Los líderes con altos
niveles de inteligencia emocional saben cómo tratar a los empleados conflictivos para evitar que
se conviertan en empleados problemáticos. Hay que tratar de reducir las emociones negativas al
mínimo e inducir las favorables, sabiendo motivar bien a otros. Los beneficios de una
administración correcta de las emociones, incrementan la autoconciencia, ayudan a tolerar mejor

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las presiones y las frustraciones, mejora la capacidad de trabajo en equipo, ayudan a crecer
socialmente, aumenta la motivación y otorga capacidad de liderazgo, brindando posibilidades
mayores de éxito y desarrollo personal (Rosa E. Martínez). Para lograr esto de manera óptima,
según Goleman, se necesitan desarrollar cinco habilidades: a) Autoconocimiento b) Autocontrol
c) Automotivación d) Empatía f) Sociabilidad.
a) El autoconocimiento: es el reconocimiento de las emociones personales, teniendo la
capacidad de ser autoconsciente, de conocer bien su ego, tener la capacidad desaber apreciar los
sentimientos propios o ajenos. Saber tener sana autocritica, conociendo sus propios miedos sus
fortalezas y debilidades personales, confiando en lo que bien hace y cuidando que sus
sentimientos no se hieran y lo afecten íntimamente (Rosa E. Martínez). “El conocimiento de las
pasiones implica una re-apropiación del “conócete a ti mismo” (Antoine Gagin, 04-26-2006).
Crespo cita acerca de la ética de Aristóteles, que “lo que distingue a los hombres de los animales
es que son capaces de tener participación en el principio racional, es decir que son capaces de
ajustar sus acciones de acuerdo a la capacidad de hacer planes o concebir algo: “Los animales
irracionales no llevan a cabo decisiones, sino que sienten deseos y también pasiones. También un
hombre que no sea capaz de ejercer control sobre sus actos lo hace por deseo y por decisión;
mientras que el hombre que es capaz de controlarse actúa por decisión y por deseo” (Crespo,
2006/2007) Y si una persona es cristiana, debe de aprender a no ceder a “los frutos de la carne” y
a desarrollar “el fruto del espíritu “como enseña la Biblia (Gálatas 5:16ss).
b) El autocontrol, es la capacidad para poder controlar las emociones. Es saber cómo
tranquilizarse uno mismo, quitarse de la mente sentimientos negativos como la ansiedad, la
tristeza, la irritabilidad, etc. Para que esto suceda, debemos aprender a confiar en nuestras

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decisiones, conocer bien nuestras responsabilidades, pensar bien antes de hablar, evitar juzgar
erróneamente a otros, etc. (Rosa E. Martínez). Realmente el dominio propio es una gran virtud.
c) La automotivación, es la capacidad para motivarse a uno mismo. Significa ser
aplicado, tenaz, saber permanecer en la tarea, no desanimarse cuando algo no sale bien, no
dejarse desalentar, ser capaz de ordenar las emociones al servicio de un objetivo esencial. Se
logra tomando la iniciativa para hacer las cosas, para innovar, siendo siempre optimista, con la
mente positiva, plenamente comprometido con lo que cree y hace (Rosa E. Martínez).Una
persona motivada será seguramente un buen estudiante y también un buen empleado.
d) La empatía, es el reconocimiento de las emociones ajenas. Permite a los individuos
comprender las carencias, emociones o dificultades de los demás, colocándose en su lugar para
corresponder adecuadamente a sus reacciones emocionales, es decir, es la habilidad de conocer y
entender lo que siente otra persona. Se logra escuchando a los demás, viendo las necesidades de
otro, ponernos en la situación de otras personas, siendo sociables (Rosa E. Martínez). La virtud
de ser sensible con el prójimo es la típica cualidad del buen compañero buen samaritano.
e) El control de las relaciones, o sociabilidad, es la capacidad de conocer los sentimientos
de otro y actuar en base a esos sentimientos; de poder ser capaz de manejar las emociones del
otro para saber cómo mantener sanas relaciones afectivas. Siendo siempre de carácter amistoso y
manteniendo el justo compromiso con los compañeros; se logra también teniendo en cuenta las
normas de la buena conducta, de amabilidad, saludando siempre a las personas, tratando de
memorizar el nombre de los integrantes del grupo, evitando el sentirse aislados, estando siempre
dispuesto a colaborar y a trabajar en equipo (Rosa E. Martínez). Recordando siempre que ¡las
manzanas podridas, son rápidamente quitadas del cajón a fin de que no contaminen al resto!

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La psiquis humana, fue dada por Dios al humano al crearlo a imagen y semejanza de Él.
La inteligencia, es una de las funciones más importantes de la mente humana, que ayuda al
hombre a resolver los problemas que tiene a su alrededor como consecuencia del proceso de
administrar y sojuzgar el mundo en el que el hombre vive. Los científicos cuya cosmovisión es
naturalista no están de acuerdo en que el hombre es criatura de Dios y se rigen por la teoría de la
evolución biológica cuyas pautas principales son el azar, la necesidad y la evolución desde
formas inferiores de existencia. Desde los comienzos de la tradición judeocristiana, unos 6 a 8/10
mil años de historia, los hombres han estado conscientes de esta capacidad humana. Las
concepciones naturalistas del mundo, dificultan el poder definir que es inteligencia
científicamente hablando. Comprender que es la inteligencia, no es tarea sencilla y quizás nunca
se logre una definición total y acertada de que es la inteligencia. El auge del naturalismo en el
mundo occidental ha debilitado el teísmo en la cultura y su injerencia en la ciencia. Trabajos
estadísticos del año 1995, muestran la polarización de la cultura norteamericana a la hora de
decidirse si se deciden o no por el creacionismo (teísta) o por el evolucionismo (naturalista).
Desde la psicología algunos han acuñado conceptos que intentan clarificar que es la inteligencia,
cuantas inteligencias hay y si es medible o no, mediante test de psicodiagnóstico. Los procesos
de mediciones o test, comenzaron en 1905, cuando un psicólogo francés (Alfred Binet),
desarrolló los primeros test de inteligencia, para medir analogías, modelos y habilidades del
razonamiento. Pero fue W. Sterm, un psicólogo alemán, quien propuso el concepto de
“coeficiente intelectual” (IQ). Pero se debe reconocer que hoy en día hay muchos estudios
neurocientíficos que intentan comprender la relación entre las personas y la idea de Dios más
objetivamente, aunque la comunidad científica mira la neuroteología aún con cierta sospecha.
Algunas ramas de la ciencia han recuperado un poco la espiritualidad como hipótesis.

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Antiguamente se creía que solo existía una sola clase de inteligencia, pero otros científicos
reconocen que existen diferentes tipos de inteligencia. Daniel Goleman, quien publicó sus
conclusiones en el famoso libro Inteligencia Emocional, es un científico que ha investigado
intensamente este tema. El cree que la inteligencia está divida en 7 partes: a) musical b) Cinético
– corporal c) Lógico matemático d) Lingüística e) Espacial f) Interpersonal g) Intrapersonal”.
Otros colegas de Howard Gardner llegaron a describir hasta 20 inteligencias. Esta manera de
interrelacionarse con el mundo que da importancia a los sentimientos, configura rasgos de
carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para
una buena y creativa adaptación social. La inteligencia emocional, es la que está formada por la
inteligencia interpersonal y la intrapersonal, las que (juntas), determinan la capacidad de dirigir
la propia vida de manera satisfactoria. Es la habilidad de tener conciencia emocional,
sensibilidad y manejo de destrezas, entusiasmo, perseverancia, control de impulsos, empatía,
espiritualidad, agilidad mental, autoconciencia, motivación. Y puede ser medida por el CE
(cociente emocional).
Como conclusión, entiendo que el problema con estos conceptos respecto a una o
múltiples inteligencias es, que aunque suenen muy atractivos no hay forma de poder
comprobarlos científicamente si de verdad hay una múltiples inteligencias (para comprobar esto
habría que repetir las observaciones en un laboratorio usando el método científico para validar o
falsear las hipótesis presentadas). El problema con la psicología es que aunque utiliza el método
científico, no todas sus aseveraciones son realmente científicas, sino hipotéticas. Y
lamentablemente, “la ‘Psicología Cristiana’ se ha convertido en una especie de “vaca sagrada”
(lit. ‘sacred cow’). (Gilley, 12-15-2009). El Dr. Nicanor González, Mag. en Divinidades y Phd en
Ministerios del Seminario Teológico de N. York, define que la Psicología “es el método de

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conocer y entender las situaciones emocionales del ser” (González, Pág.22). Paul D. Meier, MD,
es un psiquiatra y cofundador de Meier clínicas, en su opinión, también explica que es “el
estudio científico de la conducta y el pensamiento de los organismos (Lit. ‘scientific study of the
behavior and thinking of organisms’). Además dice que “la psicología se puede pensar como el
estudio de cómo las criaturas vivientes son capaces de interactuar con su entorno y el uno con el
otro, y como hacen frente con y sin éxito con ese entorno” (Lit.’Psychology might be thought of
as the study of how living creatures intercat with their environment and each other, and how they
cope (successfully or unsuccessfully) with that environment’) (Meier & Minirth & Wichem &
Ratcliff, Pág. 17). Y González citando la definición de la R.A.E., define la psicología como
“parte de la filosofía que trata con el alma, sus facultades y operaciones; ciencia que estudia los
procesos mentales en personas y animales; todo aquello que se refiere a la conducta de los
animales” (González, Pág. 22).Y aunque el luego intenta explicar en su libro que “la psicología
está basada en el método científico”(Pág. 25), por análisis de la definición por el citada de la
RAE, deducimos que la psicología no es ciencia ya que la ciencia moderna no se dedica al
estudio del alma (es invisible y solo Dios la conoce), siendo el alma terreno de estudio de la
religión y/o la teología. Esto es como bien dice Marina cuando afirma que “la estupidez es
nuestra gran amenaza y por ello merece ser estudiada…” (Marina, Pág. 9). Pero la psicología, si
puede estudiar las conductas del alma (la persona) y con ayuda de la neurología y la medicina
tratar de dar solución a aquellas enfermedades que son patologías. El rol de la psicología
moderna en nuestra sociedad moderna, es un tema a seguir investigando. El autor David Galcera,
reconoce los aportes para el estudio de la mente y de la conducta humana de esta disciplina. El
reconoce los aportes del psicoanálisis de Freud para ayudar al hombre a conocerse a sí mismo
para poder resolver sus conflictos. También cita en su libro los comentarios positivos que da el

19
célebre teólogo católico suizo Hans Kung, quien cita varios aspectos positivos para tener en
cuenta respecto de los aportes del psicoanálisis. Cita algunas conclusiones interesantes del
trabajo de C. Jung. Y también cita al judío y psiquiatra Victor Frankl, inventor de la logoterapia.
En definitiva, como el bien explica los aportes de la psicología y del psicoanálisis “pueden ser
positivos si se les quita la filosofía naturalista y reduccionista de los planteamientos de Freud”
(Galcera, 2006, Pag.212).
Aunque sin duda, el reconocimiento de nuestras emociones y un inteligente uso adecuado
de ellas, nos darán una ventaja adaptativa superior al que las ignora parcial o completamente.
Pero esto es parte del proceso de madurez emocional o en el caso de alguna patología en su
capacidad intelectual o en el área de sus emociones, la persona deberá contemplar la posibilidad
de consultar a un médico neuroespecialista. Destaco por su simpleza, la reflexión citada por
Marino del Dr. Sperry, Premio Nobel de Medicina, quien dijo que “la función principal del
cerebro no era conocer sino guiar el comportamiento”. Y la sencilla ‘definición’ que Marino da
de la inteligencia: es “la capacidad de un sujeto para dirigir su comportamiento, utilizando la
información captada, aprendida, elaborada y producida por el mismo”, resaltando sintéticamente
que la inteligencia “es una capacidad de dirección” (Pag.16),
Lamentablemente, de acuerdo a la evaluación de los datos empíricos obtenidos en esta
investigación, debo afirmar que muchas de las afirmaciones actuales de algunas ramas de la
ciencia, no son más que mitos, como bien ha denuncia en uno de sus libros (‘Not a chance: The
myth of chance in modern science and cosmology’) el conocido teólogo y filósofo
norteamericano R.C. Sproul. Y como creo, que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza,
debo rechazar concepciones del mundo naturalistas. También entiendo que la inteligencia se

20
parece más un sistema poli funcional que a uno de los órganos del cuerpo humano (hígado,
corazón, riñón, etc.), y está en relación completa con el sistema nervioso y la mente del ser
humano; siendo la inteligencia también la capacidad dada por Dios al ser humano para que
intente adaptarse, ser útil y feliz en este mundo donde El lo puso. En la naturaleza, “el diseño no
es aparente, frente a lo que dice Richard Dawkins [científico británico ateo], sino real; no es
resultado de unos procesos ciegos, sino de una voluntad, de un propósito, de un plan, de Dios”
(Escuain, 04-30-2008). No debería entonces sorprendernos que nuestras inteligencias funcionen
de acuerdo al designio divino. Y finalmente, a modo de conclusión de ‘inteligencia emocional’,
creo que el mejor consejo que se le puede dar a una persona es aquel que bien dijo San Agustín:
“si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama”.

21
Anexo 1
Tabla de comparación de Inteligencias múltiples
Inteligencias múltiples
Emocional Racional
Es la habilidad de manejar o controlar nuestros
sentimientos y/o emociones.
Es la habilidad de organizar nuestro saber y/o
conocimiento.
1. Autoconocimiento Experiencia
2. Autocontrol
3. Auto motivación Razonar
4. Empatía
5. Sociabilidad Tomar decisiones
3. Manejo de destrezas Resolver problemas lógicos
4. Entusiasmo
5. Perseverancia
6. Control de impulsos

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