El régimen de monotributo permite que pequeños contribuyentes concentren en una cuota única mensual el pago del impuesto a las ganancias, IVA, jubilación y obra social. Los beneficios son la integración al sistema tributario y contar con obra social y jubilación. Para ser monotributista se debe tener ingresos brutos anuales menores a $200.000 por servicios o $300.000 por ventas, y cumplir ciertos requisitos sobre superficie, energía consumida y alquileres.