Ish-ha era conocido como el hombre más tonto de la historia. La historia cuenta tres hechos que demuestran su tontería: serrar la rama en la que estaba sentado, perseguir a un hombre que le advirtió que se iba a caer, y esconder su dinero en un pozo donde un ladrón cayó intentando robarle. Más tarde, Ish-ha engañó a un ladrón que intentó robar en su casa, haciéndole creer que había escondido su dinero en el pozo.