Las primeras universidades surgieron en el siglo XII debido a la necesidad de los reyes de formar profesionales para la administración y el deseo de los grupos sociales más pudientes de acceder a la cultura. Inicialmente existían escuelas catedralicias y municipales, pero se crearon las universidades para ganar independencia del control eclesiástico y ofrecer un acceso más amplio a la educación superior a través de estudios como el trivium, el cuadrivium y otras materias.