El aval a primer requerimiento es un tipo de aval bancario que funciona como una garantía independiente en diversos contratos. Con este aval, el avalista (la entidad bancaria) queda obligado a pagar el importe garantizado tan solo con el requerimiento del acreedor, sin que este tenga que acreditar incumplimiento. El aval a primer requerimiento tiene costes como comisiones para la entidad bancaria y es ejecutable con solo la solicitud de pago del acreedor, sin necesidad de acreditar un impago.