El documento discute los beneficios educativos de los videojuegos y cómo ya no son vistos negativamente. Aunque más de la mitad de los padres tienen una mala opinión de ellos, los estudios muestran que pueden ayudar a desarrollar habilidades y no afectan negativamente el rendimiento académico. El sistema PEGI clasifica los videojuegos por edad y contenido para que los padres puedan tomar decisiones informadas. Investigaciones recientes también encuentran que los juegos de acción pueden mejorar habilidades visuales