Este documento describe la Nueva Economía Institucional que surgió en la década de 1930 como respuesta al neoclasicismo. Rechaza la noción de Homo Economicus y enfatiza el papel de las instituciones como reglas formales e informales que regulan la interacción humana y las organizaciones. Los autores fundacionales incluyen a Charles Llewellyn, Ronald Coase y Chester Barnard, quienes se centraron en el derecho, la economía y la teoría organizacional respectivamente.