El documento clasifica los organismos en autotrófos y heterótrofos. Los autotrófos incluyen los fotositetizadores, que usan la energía solar, y los quimiosintetizadores, que usan la energía química. Los heterótrofos incluyen los saprófitos, parásitos, necrófagos y biofagos, que se alimentan de materia orgánica en descomposición, jugos orgánicos, cadáveres y presas vivas respectivamente.