En esta tarea he hecho una reflexión sobre el documental español (obsolescencia programada) emitido en tve y que puede ser visto por cualquiera en su página web. Espero que os guste y os permita abrir los ojos...
1. REFLEXIÓN SOBRE LA OBSOLESCENCIA PROGRAMADA
Nuestra sociedad está dominada por una economía de crecimiento, como se
explica en el documental, cuya lógica no es crecer para satisfacer las necesidades,
sino crecer por crecer.
Por tanto, para que la economía siga creciendo a un ritmo elevado, es
necesario que las personas sigan comprando. Debido a ello, las empresas siempre
nos están bombardeando con publicidad sobre nuevos avances de los productos,
diferentes variedades de un mismo producto un poco más nuevas, un poco más de
moda, etc. productos que conservamos aún en buenas condiciones y de los que
podríamos hacer un mayor uso en el tiempo, se ven desechados y sustituidos por
nuevas versiones de los mismos, un poco más a la moda, con alguna nueva
tecnología y demás. Un gran ejemplo de ello sería el mundo de los teléfonos móviles,
los cuáles cambian y se mejoran tan rápidamente que nada más comprar un teléfono
móvil ya está casi prácticamente obsoleto por una u otra razón. Y, no sólo eso, sino
que además, las empresas fabrican los productos de tal manera que la vida útil de los
mismos sea inferior a la que en realidad podría ser. Las cosas se rompen más
fácilmente y duran menos. Todo ello para que los consumidores compremos más y, de
esta manera, los negocios de los empresarios sigan creciendo a pasos agigantados.
Todo esto forma parte de lo que se conoce como obsolescencia programada.
Me ha encantado poder disfrutar de este documental. Creo que es totalmente
indignante que las empresas lleven a cabo tales planes para hacer que la economía
siga creciendo.
Todo empezó con las bombillas cerca del Crack del 29. Se empezó a pensar
en la obsolescencia programada como una vía para salvar la economía en aquellos
tiempos. Como ejemplo principal, tenemos el de las bombillas y el cártel que pusieron
para que no sobrepasaran de las 1000 horas de vida útil. Luego, prosiguió en los años
50 con la intención por parte de las empresas de persuadir a las personas para que
fueran comprando productos nuevos constantemente. Anuncios publicitarios tratando
de hacer constantemente que las personas se sintieran atraídas por los productos más
novedosos. La sociedad de consumo de nuestros días tiene sus bases en estas
conductas de producción y consumo típicas de la sociedad americana de 1950.
2. Algo que me ha llamado mucho la atención ha sido la parte referente a una
prenda tan común entre las mujeres como es un par de medias. Las medias, hoy en
día, siempre se rompen a la primera de cambio y son vistas como un producto de usar
y tirar, y volver a comprar unas medias nuevas para ocasiones posteriores. Pero he
descubierto que, antaño, cuando se crearon por vez primera, eran muy muy
resistentes. Podían soportar, incluso, hasta el peso de un coche arrastrado por otro.
Pero esto, como con todos los demás productos del mercado, no era
producente desde el punto de vista de los vendedores, así que decidieron que había
que hacer la prenda menos resistente, para que se rompiera fácilmente y, así, los
consumidores se vieran obligados a comprar medias habitualmente, incrementando
las ventas del producto y el aumentando los ingresos de las empresas.
Un caso muy parecido es el de las baterías de los iPod de Apple. Increíble. O el
de los chips contadores dentro de las impresoras para que éstas dejen de imprimir al
llegar a un determinado número de impresiones.
Este consumo constante e innecesario no hace nada bien al medio ambiente ni
al planeta, que acabará sufriendo, tarde o temprano, las consecuencias de este
despilfarro de recursos, así como la acumulación de residuos tecnológicos, por
ejemplo, en países del tercer mundo, como Ganha , el ejemplo que tenemos en el
documental.
En conclusión lo que tengo bien claro es que si por mi fuera, todas las
empresas de coches, móviles, televisiones, videoconsolas, ordenadores, medias (por
supuesto jaja)etc, iban a ir bastante mal, porque soy de los que piensan que hay que
comprar con cabeza. Y no como la sociedad que tenemos de niños “empanaos” y de
padres derrochadores que van dando caprichos a sus hijos todos los días así porque
sí, sin explicarles de donde sale el dinero y para qué sirve. Esos son luego los niños
que tienen pataletas, enfados y encima amenazan a los padres que un día se les
ocurre decir que no a los caprichos de los niños.