El documento habla sobre la ortodoncia. Explica que un alto porcentaje de la población necesita tratamiento de ortodoncia para corregir maloclusiones y malposiciones dentales. Estos tratamientos mejoran la funcionalidad y estética dental, aumentando la calidad de vida del paciente. Aunque tradicionalmente los niños eran los principales pacientes, ahora la mitad de los pacientes son adultos. Los tratamientos pueden ser con aparatos removibles o fijos.
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Guía de para la limpieza bucal y el cuidado de aparatos de ortodoncia
1. Ortodoncia
Actualmente existe un porcentaje elevado de la población con
maloclusiones y malposiciones dentarias que necesitan tratamiento de
ortodoncia. Su efecto permite restablecer la funcionalidad de la boca,
a la vez que mejorar la estética dental y facial y, por lo tanto, aumentar
la calidad de vida del paciente.
Desde una infancia muy temprana, los niños pueden someterse a este
tipo de tratamientos. Hasta hace poco, la mayoría de pacientes de las
clínicas de ortodoncia eran niños, pero en los últimos años se ha
producido un aumento de estos tratamientos en adultos, que han
pasado a ser prácticamente el 50% de los pacientes.
Los tratamientos ortodónticos se pueden llevar a cabo con aparatos
removibles o con aparatos fijos. Los aparatos removibles son los que
quedan ajustados al perfil del paciente y se pueden extraer en
cualquier momento. Los aparatos fijos son aquellos que van adheridos
a la superficie dental mediante resinas y quedan tensados entre ellos
gracias a un arco metálico. La fuerza aplicada por los arcos mueve los
dientes con mucha precisión para que queden en la posición requerida.
PROBLEMÁTICAS ASOCIADAS
Cuando el odontólogo ve la necesidad de corregir la posición de los
dientes o solucionar los problemas de maloclusión, recomienda un
tratamiento ortodóntico.
A pesar de los avances en los tratamientos de ortodoncia, continúa
siendo un reto importante disminuir las frecuentes molestias que
pueden aparecer durante el proceso y que comprometen su éxito, así
como la calidad de vida de los pacientes. La complejidad de la
eliminación del biofilm oral (placa bacteriana) en zonas altamente
retentivas como las que se forman con los aparatos de ortodoncia
puede producir inflamación gingival, caries y halitosis.
Tras la inserción y activación de un aparato de ortodoncia, se
manifiesta dolor y/o molestias por la presión producida durante la
masticación o al apretar con fuerza los dientes. Además, son muy
frecuentes las ulceraciones, debido al roce de los diferentes aparatos
ortodóncicos en los tejidos blandos, que dificultan y limitan la
alimentación y en algunos casos también el habla.
2. LIMPIEZA EN PORTADORES DE ORTODONCIA
Es importante que los pacientes sean instruidos con pautas adecuadas
de higiene oral para minimizar este conjunto de complicaciones
durante el tratamiento de ortodoncia. Los portadores de aparatos fijos
deben prestar mayor atención a su higiene bucal, ya que son los que
pueden presentar los problemas más comunes de la ortodoncia:
acumulación de biofilm oral, gingivitis, caries, mal aliento, etc. Debido
a estos factores, se debe realizar una completa higiene bucal sin
olvidarse de la limpieza interproximal. Es necesario que el paciente use
cepillos dentales que tengan el perfil de los filamentos en forma de V
que se adaptan a la forma de los aparatos de ortodoncia, junto con una
pasta dentífrica y un colutorio con una formulación específica para
portadores de ortodoncia. Además, se recomienda utilizar también una
cera blanda que se coloca sobre los aparatos fijos para prevenir la
aparición de aftas.
En el caso de los aparatos removibles, se aconseja el uso de
comprimidos limpiadores efervescentes que eliminan los restos de
alimentos y el biofilm oral adheridos al aparato.
Además de mantener una buena higiene bucal, conviene que los
portadores de ortodoncia sigan unas pautas para mantener los
aparatos en buen estado:
No comer alimentos duros, tales como nueces almendras, pan tostado
y semillas.
No ingerir alimentos pegajosos y/o azucarados como chicles, turrones,
caramelos o similares.
Tener cuidado con huesos de frutas y hortalizas.
No cortar alimentos con los dientes. Usar cuchillo y tenedor para
cortarlos en trocitos pequeños.