El documento discute varios temas relacionados con la economía y la sociedad como la felicidad, la tecnología, la atención, las neurociencias y su aplicación a la economía. También analiza conceptos como el libre mercado, la discriminación, el impacto demográfico y las formas de influir en el comportamiento de las personas a través de incentivos y opciones de elección.
2. Muchos países decidieron prestar más atención a averiguar qué hace sentir bien y
en plenitud a su población, más allá de las tradicionales variables económicas. A
pesar de que su éxito sea relativo.
Una de las formas para medir la felicidad son las encuestas. También hay que tener
en cuenta que se sumaron experimentos más complejos que miden la felicidad con
más precisión: las neurociencias, que analizan como se desarrollan y organizan los
sistemas nerviosos humanos para generar diversos comportamientos.
La felicidad es una cuestión mucho más compleja que la acumulación de billetes. Ni
siquiera quienes se dedican a entenderla la tienen garantizada.
La alegría se diluye a medida que nos acostumbramos a su presencia.
3. Hay quienes creen que un simple marco conceptual o meras fórmulas matemáticas
pueden comprender la totalidad de lo que ocurre siempre y en cualquier
circunstancia. Y hasta ser capaces de proveer recetas inmutables. Lamentablemente
todavía hay quienes piensan que su el modelo no se ajusta a la realidad, es que la
realidad se equivoca.
Cuando el capital se desplaza más fácilmente, es capaz de seleccionar a los
trabajadores de cualquier país. Eso hace que el poder del capital crezca con respecto
al de los trabajadores, y que los salarios pierdan peso relativo. Para mantener su
nivel de consumo, a los trabajadores se les facilita el acceso a los préstamos y
adquieren una deuda hipotecaria.
Dentro de este capitulo podemos encontrar a Krugman quien busca conducir la
crisis y luego en medio de ella. Por el contrario, el gobernó Kirchner busca la
solución de ciertas crisis con respuestas rápidas para calmar a los mercados.
4. Con respecto a la tecnología, la inmensa mayoría de los inventos vienen
condicionados por otros que ya existían. Esta dependencia del sendero existe en
general, pero es un fenómeno fundamental en aquellos procesos tecnológicos que
conllevan altísimas barreras de entrada una vez que se adopta una norma
determinada.
Los Bitcoins son el primer intento exitoso por popularizar el dinero virtual, dejando
al margen a bancos y sistemas financieros. Su introducción ha generado un
formidable debate en el ámbito de la teoría económica, tecnológica y filosófica, y
plantea futuros desafíos para los gobiernos.
5. La atención y la memoria son recursos mucho más escasos de lo que tendemos a
considerar. Y que cuando las enfocamos en algo, nos perdemos mucho de lo que
está ocurriendo. La atención es un recurso de “suma cero”: cuando la centrás en
algo, ya no podes usarla para otras cosas. La mayoría de las veces no somos siquiera
conscientes de ello, lo cual nos lleva a metidas de pata bastante generalizadas.
El exceso de confianza nos vuelve más jugados y propensos a tomar riesgos grandes
e innecesarios. En el mundo de las finanzas – personales y profesionales – creer que
sabemos más que el resto del mercado genera decisiones temerarias y eleva la
probabilidad de terminar a la bancarrota.
6. Las neurociencias tienen mucho para aportar al campo de la economía, los
negocios, en cuestiones como liderazgo toma de decisiones. El cerebro es
extraordinario, es capaz de sopesar una cantidad abrumadora de datos, y
determinar y controlar las respuestas a distintos estímulos. La oxitocina y las
neuronas espejo pueden colaborar en hacer más unida a una sociedad, pocas cosas
nos alejan más del verdadero contacto con el otro como la ansiedad.
Si somos impacientes, desdeñamos el esfuerzo, la educación, la inversión, el
cumplimiento de normas. Y esto se traduce en una peor y más inestable economía.
7. El libre mercado es tan políticamente correcto que resuelve otras cuestiones y por
ello parece peligroso. No sólo porque deja de lado otros factores importantes sino
porque traduce cierta despreocupación por los tiempos y hasta las prioridades.
Lo que suele suceder es que los ciudadanos de un mismo grupo étnico no se juntan
con personas de similares ingresos, en lugar de construir barrios identificados con el
grupo en cuestión. Esto podría ocurrir con un problema de discriminación agudo o
por una leve preferencia a favor de juntarse con personas de su mismo grupo étnico
que los lleve a la formación de guetos.
La discriminación no siempre es negativa. A veces lo que ocurre es que se tiene un
favoritismo por un grupo determinado.
8. Los economistas han detectado situaciones del mundo real – y fuera de cualquier
laboratorio – en las que algún evento azaroso plantea un antes y un después o bien
diferencias entre grupos muy marcados. Y luego aprovecha la comparación para
medir con mayor precisión el impacto de ciertas prácticas. No todo es tan sencillo,
sin embargo para que las conclusiones sean válidas, es vital que los grupos a
comprar sean similares en todo menos en lo que se desea testear.
9. El impacto del aumento poblacional está teniendo un lugar muy significativo. El
número de habitantes seguirá creciendo y se calcula que para 2100 ascenderá a
10.125 millones. La tasa de natalidad se irá reduciendo mientras que la gente irá
viviendo más y más años, piensan ciertos autores. La población tendrá distintos
consumos que los actuales y la oferta se irá adecuando a ellos. Los países no
crecerán demográficamente a igual ritmo. Si no se toman medidas para modificar
nuestro comportamiento hacia un menos consumo y un mayor ahorro hoy, la
calidad de vida a futuro se resentirá significativamente.
10. Hacer más fáciles las buenas acciones suele incentivarlas y tornar los malos hábitos
un poco más difíciles o costosos puede ayudar a cambiarlos. O al menos, a
controlarlos. No se trata de decirle a la gente que debe hacer o de prohibir las
opciones más nocivas, sino de diseñar esquemas de opciones que las releguen a un
segunda plano y bajen su posibilidad de ser elegidas. La escuela del
comportamiento en las políticas públicas prefiere describir sus ideas utilizando lo
que parece un “oxímoron” y hablar de “paternalismo libertario”.
11. Negar la existencia del azar y de la suerte surge de una necesidad humana de
controlar la mayor cantidad de aspectos posibles de nuestra vida, una
neurosis extendida que niega que todos somos, hasta cierto punto, victimas
y beneficiarios de las circunstancias. Aceptarlo no implica tomar una actitud
fatalista.