El High Line en Nueva York es un parque lineal elevado construido sobre una antigua vía férrea abandonada. A través de un innovador diseño paisajístico que incorpora plantas nativas y jardines de temporada, transformó la estructura en un espacio verde público que ofrece vistas únicas de la ciudad. En lugar de demoler la infraestructura, se logró recuperar creativamente este espacio urbano para el disfrute de la comunidad.