En 3 oraciones o menos:
Jesús demuestra misericordia hacia una mujer acusada de adulterio al desafiar a sus acusadores y decir que el que esté sin pecado arroje la primera piedra, haciendo que se retiren. Luego le dice a la mujer que no la condena y que no vuelva a pecar. Jesús actúa con compasión para liberar a la mujer y enseñar sobre el perdón y la no condena.
Palabras y gestos de jesús con la mujer descartada
1. PALABRAS Y GESTOS DE JESÚS CON LA MUJER
“DESCARTADA”
(JUAN 8,1-11). HNA. DRA. ÁNGELA CABRERA,
MDR.
2. 1. Mas Jesús se fue al monte de los Olivos.
2. Pero de madrugada se presentó otra vez en el Templo, y
todo el pueblo acudía a él.
Entonces se sentó y se puso a enseñarles.
3. Los escribas y fariseos le llevan una mujer sorprendida en
adulterio, la ponen en medio.
3. 4. y le dicen: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en
flagrante adulterio.
5. Moisés nos mandó en la Ley apedrear a estas mujeres.
¿Tú qué dices?»
6. Esto lo decían para tentarle, para tener de qué acusarle.
Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir con el dedo
en la tierra.
4. 7. Pero, como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
«Aquel de ustedes que esté sin pecado, que le arroje la primera
piedra.»
8. E inclinándose de nuevo, escribía en la tierra.
9. Ellos, al oír estas palabras, se iban retirando uno tras otro,
comenzando por los más viejos; y se quedó solo Jesús con la mujer,
que seguía en medio.
5. 10. Incorporándose Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están?
¿Nadie te ha condenado?»
11. Ella respondió: «Nadie, Señor.» Jesús le dijo:
«Tampoco yo te condeno. Vete, y en adelante no peques
más.»
6. Situaciones vecinas al texto en reflexión
Antes del texto:
La gente decía (de Jesús):
Este es un profeta (Jn 7,49)
Es el Cristo (v.50)
Vendrá de Galilea el Cristo? (v.41).
Se arma una discusión en torno a su
identidad. No podían atraparlo (v.44).
Los sumos sacerdotes cuestionan a los
guardias:
Por qué no lo han traído? (v.45).
Responde: Jamás un hombre ha hablado
como habla ese hombre (v.46).
Fariseos: También ustedes se han dejado
embaucar?... La gente que no conoce la ley
son unos malditos (v.48-49)
7. Situaciones vecinas al texto en reflexión
Después del texto
Jesús les habló diciendo:
Yo soy la luz del mundo, el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que
tendrá la luz de la vida (Jn 8,12).
Ustedes juzgan según la carne; yo no juzgo a nadie, y si juzgo, mi juicio es
verdadero, porque no estoy solo, sino yo, y el que me ha enviado. (v.15-17).
Si me conocieran a mí conocieran también a mi Padre (v.19)
Conocerán la verdad y la verdad les hará libres (v.32).
8. Resonancia de frases y escenas importantes
Situación en la que se localiza el texto:
De madrugada se
presentó otra vez en el
Templo, y todo el pueblo
acudía a él. Entonces se
sentó y se puso a
enseñarles.
9. Argumentos de los acusadores que se presentan:
«Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Moisés nos
mandó en la Ley apedrear a estas mujeres. ¿Tú qué dices?»
10. Ante la ansiedad de los acusadores, reacción de Jesús:
… Pero Jesús, inclinándose, se puso a escribir
11. Ante la insistencia, una respuesta
sapiencial:
El que esté sin de pecado arroje la primera piedra
16. Responde por sí misma, y Jesús la compromete:
Ella respondió: «Nadie, Señor.» Jesús le dijo: «Tampoco yo te condeno. Vete, y en
adelante no peques más.»
18. Misericordia: personificada en la persona de Jesús.
Es la sede de la compasión.
Los rachamim: las entrañas.
El rechem: seno materno.
En Jesús la misericordia de Dios visita esta mujer “descartada”.
Desafía la tradición sin entrañas…
El templo
Moisés
La ley
Donde obra la gracia y la caridad no se necesitan reglas…
19. Una mujer víctima de un sistema jurídico roto.
Levítico: Si un hombre comete adulterio con la mujer de
su prójimo, será muerto tanto el adúltero como la
adúltera (20,10).
Aunque se aparten los montes y vacilen las colinas, mi amor no se
apartará de ti ni vacilará mi alianza de paz, dice el que se apiada de ti, el
Señor (Is 54,10).
Ser testigos de su misericordia e instrumentos de salvación (C. n.6).
20. Armadilla de los acusadores
Si Jesús aprueba a los “escribas y fariseos”:
• también acepta su posición contra los pecadores.
• Tendría que ponerle fin a su praxis de misericordia y aparecer ante el pueblo
como un falso maestro.
• No sería manso y humilde. Ni misericordioso como el Padre.
Si no lo aprueba:
• desaprueba la Ley, dando motivos para ser acusado.
• verán que no hace justicia.
Tener presente la infinita bondad de Dios…
21. El silencio fecundo de Jesús
No se precipita para dar
veredicto.
Invita a la reflexión.
La esperanza de la mujer
estaba asociada al silencio.
Vivir la adoración en Espíritu y en Verdad
(C. n.10).
El mundo es para mí un sagrario (Santa
María Micaela).
En la adoración aprendemos a amar
(C. n.13).
Adorar al Señor como única riqueza (n.20).
La Bondad es el origen de todo lo creado.
22. Jesús se inclina. Escribe. Sigue el silencio
Se “abaja” una vez más.
Imperturbabilidad de quien no vino a condenar, sino a salvar.
La misericordia de Jesús supera el horizonte humano.
La compasión del Señor envuelve a todas sus criaturas (Si 18,13).
El Señor es ternura y compasión, lento a la cólera y lleno de amor (Sal 103,8).
Amar al Señor, a quien adoramos y servir en una misión liberadora de la mujer
(C. n.3).
23. Jesús se incorpora y toma la palabra:
el que esté sin pecado…
La respuesta desarma.
No han tenido en cuenta sus pecados.
Se presentan como si no tuviesen
faltas.
También son necesitados de:
paciencia, misericordia y perdón.
Jesús los lleva a examinarse a sí
mismos.
Jesús, siendo justo no condena.
El silencio que evitará que los que
acusan también se condene. Jesús libera
tanto a la mujer como a los que la juzgan.
…Signo de liberación para la mujer
marginada (n.36).
24. La fuga de los acusadores
La respuesta: mansedumbre y
justicia.
Escarban en sus vidas...
El auditorio se despojó de la
piedra.
Quien levanta el dedo para acusar
también necesita misericordia.
Los pone frente del tribunal de su
alma.
El amor a Jesús la hace mirar a su
prójimo como a sí misma.
26. Jesús se había dedicado a los acusadores. Una vez resuelto:
se dedica a la mujer.
Agustín: Solo dos quedan allí: la que se siente miserable y la
misericordia.
Santa Faustina:
Alma: oigo tu voz que me llama a abandonar el mal camino. Pero no tengo
fuerzas ni valor.
Jesús: Yo soy tu fuerza.
Alma: te he dado mi vida y mi cuerpo.
Jesús: dame tu miseria para que se hunda en el abismo de mi Misericordia.
Dimensión trascendente: adoración y liberación (n.21).
27. El mensaje del amor
El amor todo lo soporta y es exigente.
Con amor eterno te he amado, por eso te mantengo en mi gracia
(Jr 31,3).
Jesús ni condena ni silencia la verdad que la hace libre.
Ella se pone en pie: con un corazón reciclado en el amor.
Continua el camino, ahora de forma diferente.
Se aguarda que, quien recibe misericordia, siembre, con su vida,
misericordia.
28. El carisma que recibió nuestra Santa Fundadora
es un Don del Espíritu que, transmitido a nosotras,
configura nuestro ser.
La fidelidad a este carisma nos compromete a vivirlo
en profundidad y a desarrollarlo constantemente
encarnándolo en cada época, país y situación, según
las urgencias del mundo y de la Iglesia (C. n.7).