El documento describe cómo la ciudad de Boa Vista en Brasil floreció debido a la minería de oro en los años 70 pero luego decayó cuando las minas cerraron. También compara esta situación con cómo el pueblo de Israel sufrió el exilio en Babilonia después de abandonar a Dios y desobedecer sus mandamientos. Finalmente, resume los cinco elementos esenciales que Dios pide de su pueblo según Deuteronomio 10:12-13 - temer a Dios, caminar en sus caminos, amarlo, servirlo con todo el cor
presentación del desensamble y ensamble del equipo de computo en base a las n...
Pan Diario 20 De Junio De 2009
1. Pueblo Fantasma Lectura: Nehemías 1:4-11 ¿Qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que . . . sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma? — Deuteronomio 10:12
2. El trabajo en una veta de oro que comenzó en los años 70 hizo de Boa Vista, Brasil, una ciudad en auge situada al borde de uno de los campos auríferos más ricos del mundo. Eso cambió cuando se clausuraron las minas de oro. Los funcionarios del gobierno dijeron que los mineros estaban destruyendo el bosque pluvial, vertiendo mercurio en los ríos, y trayendo armas y enfermedades que mataban a miles de lugareños. Hoy en día, Boa Vista es un «pueblo de almas perdidas y aventureros frustrados demasiado pobres para regresar a sus sombríos inicios». Tal era el panorama del pueblo de Dios exiliado en Babilonia. Todo lo que tenían eran recuerdos de los días cuando el favor de Dios estaba con ellos. Jerusalén estaba en ruinas porque un pueblo bendecido había estado explotando a los débiles, sin ocuparse de la tierra que les había sido encomendada (2 Crónicas 36:19-21), y adorando a Dios mecánicamente. El profeta Nehemías confesó: «En extremo nos hemos corrompido contra Ti, y no hemos guardado los mandamientos» (Nehemías 1:7). Dios amaba demasiado a Su pueblo como para dejarles continuar haciéndose daño a sí mismo y a los demás. Al permitir que éste «hiciera tiempo» en Babilonia, les ayudó a ver lo que puede suceder cuando un pueblo bendecido queda atrapado en una vida que saca a Dios de su perspectiva. ¡Él hará lo que sea necesario para ayudarnos a que también veamos eso!
4. Lectura Bíblica: Deuteronomio 10 Lo que Dios exige 12 Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios, que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; 13 que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad? 14 He aquí, de Jehová tu Dios son los cielos, y los cielos de los cielos, la tierra, y todas las cosas que hay en ella. 15 Solamente de tus padres se agradó Jehová para amarlos, y escogió su descendencia después de ellos, a vosotros, de entre todos los pueblos, como en este día. 16 Circuncidad, pues, el prepucio de vuestro corazón, y no endurezcáis más vuestra cerviz. 17 Porque Jehová vuestro Dios es Dios de dioses y Señor de señores, Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas, ni toma cohecho; 18 que hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido. 19 Amaréis, pues, al extranjero; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. 20 A Jehová tu Dios temerás, a él solo servirás, a él seguirás, y por su nombre jurarás. 21 El es el objeto de tu alabanza, y él es tu Dios, que ha hecho contigo estas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto. 22 Con setenta personas descendieron tus padres a Egipto, y ahora Jehová te ha hecho como las estrellas del cielo Reina Valera Revisada (1960). 1998 (electrónica ed.) . Sociedades Bíblicas Unidas: Miami
5. Biblia del diario vivir . 10.12 , 13 A menudo nos preguntamos, «¿qué espera Dios de mí?» Aquí Moisés nos da un resumen simple y fácil de recordar. Aquí están los elementos esenciales: (1) Temor de Dios (tener reverencia ante Él). (2) Caminar en todos sus caminos. (3) Amarlo. (4) Servirle con toda el alma. (5) Guardar sus mandamientos. Cuán a menudo complicamos la fe con reglas, regulaciones y requerimientos hechos por los hombres. ¿Se encuentra frustrado y consumido tratando arduamente de complacer a Dios? Concéntrese en lo que Dios pide de veras y encuentre paz. Respete, siga, ame, sirva y obedezca.