La huella de carbono mide el impacto de las emisiones de gases de efecto invernadero producidas directa o indirectamente por personas, organizaciones, productos o regiones. Existen diferentes enfoques para medir la huella de carbono, como a nivel corporativo, personal, de eventos, de ciclo de vida de productos o servicios, o a nivel territorial. La huella de carbono sirve como herramienta para conocer las acciones que contribuyen a las emisiones y cómo mejorarlas.