El documento describe la primera sesión de mesa giratoria del Dr. Hamilton y sus invitados en 1920. Durante la sesión, la mesa transmitió un mensaje supuestamente de F.W.H. Myers que hacía referencia al libro 10 de La República de Platón y sugería leer a Oliver Lodge. Myers y William Stead Thomas afirmaron estar presentes y Stead ofreció responder preguntas. Ninguno de los presentes excepto uno conocía a Myers o sus escritos sobre supervivencia después de la muerte.
1. Parte 6
Índice
1920 1
Sra. Poole . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
F.W.H. Myers . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
William Stead Thomas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
Oliver Lodge . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Arthur Conan Doyle . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
1920
En Mayo de 1920 fue elegido Secretario de Manitoba Medical Society.
Él perdió su asiento ese año en la sede Provincial.
Los meses pasaban y en Octubre de 1920 el impacto de la profecía aparentemente fantástica
había comenzado a desvanecerse el Dr. Hamilton otra vez hizo unas lecturas en el campo de lo
psíquico de hombres como Hyslop, Lodge, Sir William Barrett, Crawford, y Flammarion.
De vez en cuando leyó algunos libros un poco más espiritistas como ‘Cartas de Julia’ (’Letters
From Julia’) de W. T. Stead, ‘Tierras Altas del Cielo’ (’The Highlands of Heaven’) de Vale Owens,
‘La Muerte no Existe (’There Is No Death’) de Florence Maryat, y desde luego siguió leyendo su
favorito de todos los tiempos, Patience Worth.
Él no estaba listo para investigar algún fenómeno, pese a todo.
Él recientemente había fundado Manitoba Medical Bulletin, un pequeño boletín para mantener
informados a todos los doctores de la provincia sobre los acontecimientos médicos, quirúrgicos y
farmacéuticos.
También realizó muchos servicios sociales abandonados durante su periodo de legislatura
En Octubre se hizo Miembro del American College of Surgeons.
Y ahora la puerta al trabajo psíquico comenzó a abrirse otra vez.
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Sra. Poole
A principios de la tarde del 20 de Octubre de 1920, tres personas de improviso pasaron por la
casa del Dr. Hamilton para charlar. Ellos eran de Earnest Court, un Englishman (Erudito Inglés), el
subsecretario de Manitoba Medical Society, y su hija en edad escolar.
También estuvo su pequeño amigo Scots y la Sra. Poole, quien hacía mucho tiempo había
sido considerada como un miembro más de la Familia Hamilton pero que no conocía nada de
la investigación psíquica o Espiritista, y que había tenido poca escolarización, de hecho sabía
hacer muy pocas cuentas, leía libros de adolescentes y las cartas que escribía se podían leer,
pero a menudo las palabras estaban mal escritas y los signos de puntuación estaban totalmente
ausentes.
[ Foto de Elizabeth Poole]
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[ Foto de Elizabeth Poole]
[ Foto de Elizabeth Poole durante una sesión]
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F.W.H. Myers
Durante la noche, por casualidad, el Dr. Court introdujo el tema de las investigaciones psíqui-
cas, respecto a las cuales los Hamilton habían tenido cierto interés. Les preguntó si alguna vez
había intentado la mesa giratoria, un viejo juego de salón, que había visto en el Viejo Mundo, y
que él habían experimentado una vez; y que , de vez en cuando, él dijo, sacó a la luz diversas
afirmaciones que no eran fáciles de explicar por alguna de las vías ortodoxas conocidas , y en
algunos casos daban indicios de ciertas comunicaciones fundadas con personas muertas.
Intrigado por la descripción del Dr. Court y los resultados que a veces había obtenido en ese
simple experimento, trajeron una pequeña mesa de madera – aproximadamente del tamaño de
una banqueta ordinaria de piano – a la habitación.
Para su total asombro, mientras se sentaban en los cuatro lados de la pequeña mesa, con
las puntas de sus dedos tocando ligeramente su superficie, la mesa se agitó como si una mano
gigante la moviera. Pronto comenzó a palpitar arriba y abajo, inclinándose sobre dos patas de una
manera agresiva y decidida.
El Dr. Court sugirió que el Dr. Hamilton repitiera el alfabeto. Así lo hizo, empezando por “ a, b,
c, d,. . . ’ una y otra vez, la mesa se inclinaba e iba indicando la letra correspondiente. La madre
de Lillian, la Sra. John Forrester, tomaron las letras indicadas. A continuación el proceso se repitió.
Era una forma laboriosa y requería mucho tiempo para recibir un mensaje.
Después de unos minutos la mesa se detuvo. Las luces se encendieron y se vio el mensaje:
La mesa había transmitido un mensaje supuestamente de Myers, quién reclamó ser el portavoz
principal.
“Platón libro 10 . . . Alegoría muy cierta . . . Lea a Lodge . . . Confíe en su sensación religiosa . . .
Myers . . . Myers y Stead están aquí. . . Stead contesta a las preguntas del doctor . . . ”
Al principio la undécima palabra había sido registrada como “religión”, y la mesa indicó con
una especie de movimiento en sacudida que la palabra estaba equivocada. El Dr. Court, entonces
preguntó si la palabra era “religiosa”. La mesa dio tres golpes ruidosos, que fueron tomados como
una aceptación.
Esta referencia a la “sensación religiosa” de Lodge, fue algo muy interesante para los Hamil-
tons, el Dr. Hamilton ese mismo día había comprado el libro "The Substance of Faith" (La Sustancia
de la Fe), escrito por Lodge, que todavía no estaba desempaquetado. Este hecho no era conocido
por los demás.
El décimo libro había sido indicado por diez inclinaciones de la mesa.
Los Hamilton no tenían ningún conocimiento acerca de los trabajos de Patón; ellos no sabían
en el momento de la sesión que “La República” tenía diez libros, pero ellos habían leído a Myers en
su "Human Personality and Its Survival of Bodily Death" (Personalidad Humana y Supervivencia
Corporal a la Muerte)
Ellos fueron los únicos presentes que se dieron cuenta de la importancia del nombre, y men-
talmente preguntaron: “¿Puede ser Myers?”
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[ Foto de F. W. H. Myers - sin fecha]
La conversación de después de la sesión fue grabada por Lillian Hamilton, la misma noche – no
es literal, pero es suficiente para dar una idea del significado.
Dr. Hamilton: (a Mr. Court) “¿Hay diez libros de Platón?”
Mr. Court: “Sí”
Dr. Hamilton: “¿Qué cree usted que puede significar este mensaje?”
Court había leído la República de Platón, y dijo que en el 10 estaba su famoso mito de la
caverna, por el cual el filósofo dio a conocer su creencia en que el mundo físico aparentemente es
como las sombras, por así decirlo, de una realidad más duradera y que constituye el mundo por
venir.
En palabras de Mr. Court: “Este famoso mito de Platón, simboliza la irrealidad de este mundo,
en comparación con la realidad del siguiente. Cuenta la historia de unos hombres encadenados
en una caverna, contemplando las sombras proyectadas sobre un muro por la luz de un fuego.”
Si Myers estaba viviendo, como él decía estar, entonces, posiblemente, también pueda repre-
sentar el mundo de los sentidos en el que vivimos, comparándola con la vida que lleva ahora en
un estado más evolucionado.
Myers parecía estar diciendo que en su nuevo estado como desencarnado encontró las ense-
ñanzas verdaderas. Sugirió, además que leyera a Oliver Lodge y confiara en su sentido religioso.
También añadió que le ayudaría a comunicarse con el famoso periodista W. T. Stead, quien había
muerto como uno de los pasajeros que se hundió con el Titanic en 1912.
Los Hamiltons conocían a Lodge y sus creencias sobre la vida después de la muerte, y la
posibilidad de la comunicación entre los dos estados bajo ciertas circunstancias peculiares. Ellos
también conocían a Myers y habían leído su ’Human Personality and Its Survival of Bodily Death’,
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pero no conocían nada de Platón.
De hecho, ninguno de los asistentes, a excepción de Court, sabía nada de los trabajos de
Platón.
La Sra. Poole no tenía ningún conocimiento de Platón, Myers o de cualquier otra literatura
relacionada con los psíquicos.
¿Qué significaba todo esto?
¿Quiénes eran los comunicadores?
F.W.H. Myers nació en 1843 y murió en 1901, justo dos años antes de que el Dr. Hamilton se
graduara de su Licenciatura de Medicina.
Fue educado en la Cambridge University, y creía que cualquier estudio sobre la mente humana
debe abarcar la completa experiencia humana, de todos los fenómenos normales, y además toda
la amplia gama de aquellos que son considerados fenómenos anormales.
Después de que la comunicación con su primera esposa, Myers se convenció de la superviven-
cia del ser humano.
Fue conocido por sus estudios sobre la mente inconsciente, la disociación del conocimiento
subconsciente y por su investigación psíquica.
Myers escribió entre los años 1880 y 1890 sobre los sueños, alucinaciones, creatividad, el
genio, la histeria, la personalidad múltiple, las apariciones, el mediumnismo físico de trance, la
escritura automática, la telepatía y la hipnosis.
Todos estos fenómenos implicaron lo que Myers llamó “automatismos”, es decir, la entrada del
conocimiento de material latente subconsciente o procesos subliminales motores que permitían
superar las barreras del conocimiento normal que se habían hecho inestables y permeables.
Myers había tratado de demostrar la conexión entre todo y los procesos psicológicos normales.
Creo la teoría del yo subconsciente o subliminal. En esta teoría nuestra conciencia normal es
sólo parte de un pequeño subconjunto de una individualidad más grande que uno mismo. Es el
ambiente que evoca los aspectos específicos del inconsciente que surge para responder a las
circunstancias de la vida ordinaria.
Esta interpretación era muy diferente a los conceptos del modelo de Freud y su represión.
Freud y otros vieron estos fenómenos subconscientes como algo anormal o poco saludable.
Myers creyó que todos esos aspectos eran el resultado de un proceso psicológico básico, es decir,
la relajación de las barreras del inconsciente y de las áreas de la mente consciente.
Estos mecanismos pueden tomarse como algo beneficioso o no.
Escribió numerosos libros sobre sus investigaciones: ’Phantasms of the Living’ (Fantasmas de
los Vivos) en 1886; and ’Science and the Future Life’ (La Ciencia y la Vida Futura) en 1893; y
’Human Personality and Its Survival of Bodily Death’ que fue publicado póstumamente en 1903.
En el libro de ’Human Personality and Its Survival of Bodily Death’ (La Personalidad Humana y
Su Supervivencia a la Muerte Corporal) es a menudo con justificación, un ‘clásico’.
Fue resaltable que ese fue el último libro que acababan de leer el Dr. Hamilton y Lillian con
gran interés, y que Lillian se convenció de la verdadera afirmación de Myers, de que los seres
humanos sobreviven a la muerte física, en algún estado de conciencia.
La mayor parte de la vida de Myers fue dedicada al estudio de asuntos psíquicos. Ayudó a
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fundar la Sociedad para la Investigación Psíquica (Psychical Research Society) en 1882
Escribir sobre la posibilidad de que la gente poseyera un alma era un acto muy atrevido para
cualquier científico cuando Myers escribió el libro. Se arriesgó aún más al afirmar que el alma
puede sobrevivir a la muerte del cuerpo humano. La ciencia se encontraba bajo el hechizo de un
nuevo “materialismo” que sólo permitía fenómenos medibles para su reconocimiento y estudio
real.
La física estaba repleta de vanidad y orgullo, que permitía a los científicos famosos el lujo de
exponer la imposibilidad de que volara algo más pesado que el aire, pero se tendrían que comer
sus palabras.
El comerse las propias palabras es algo bastante común públicamente. Le ha ocurrido no sólo
por las órdenes religiosas como la Iglesia Católica después del debacle de Galileo, sino también
por los protestantes y diversos ateos.
Esto es uno de los aspectos más agradables y divertidos en la vida de aquellos que en sus
mentes tiene la motivación de la comprobación y la esperanza de la investigación antes que la
evasión y la traición del terrible desconocimiento.
En esta atmósfera de orgullo, Myers fue uno de los primeros en reconocer la percepción extra-
sensorial como un fenómeno normal de la psicología humana.
William Stead Thomas
William Stead Thomas nació el 5 de Julio de 1849 y murió el 15 de Abril de 1912. Fue hijo de un
ministro Congregacional y se convirtió en un periodista de renombre mundial. Sus abuelos tenían
una ganadería.
[ Foto de W. T. Stead]
A la edad de cinco años él podía leer latín casi tan bien como podía leer el inglés. Su padre le
enseño y a esa altura también estaba bien informado de la Sagrada Escritura.
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Stead catalogó sus intereses como el ciclismo, paseo en bote y jugar con los niños.
Tenía un profundo despertar religioso en su vida temprana y fue gran parte por su labor perio-
dística dedicada a la erradicación de los vicios de la alta sociedad y el acomodamiento. Al parecer
él tomó los preceptos de Jesús muy seriamente.
Era más famoso que la mayoría de los hombres de estado y el periodista más famoso de su
época.
En su época el Imperio Británico se hundía en su camino por la revolución industrial. El Capita-
lismo se estaba afianzando, la corrupción y la inmoralidad eran abundantes y la pobreza se hacía
cada vez más crónica, más que ninguna vez antes en el Imperio. Stead se arremangó la camisa y
atacó a este “diablo” con entusiasmo. Parecía que tenía una energía inagotable.
Trabajó a favor de los pobres, marginados y oprimidos, y para este fin, él quiso avanzar en las
causas de justicia social, igualdad y moralidad.
Sus ataques por las viviendas precarias pedía una legislatura que mejorara la situación.
Él era partidario de vivir en acción pública para ayudar a los pobres y a cualquier amigo de
Glasdstone, así como influir en mucha gente del mundo entero. Stead estaba en contacto con los
reyes, emperadores y hombre de buena posición de cada nación, a pesar de ser un redactor de
un periódico que estaba lejos de los centro de poder. Fue una gran influencia en el periodismo
contemporáneo de su época y un pionero en la prensa sensacionalista, entusiasmo que se originó
en la “entrevista” al estilo de su entrevista al General Gordon 1894.
También fue creador de la moderna técnica de crear un evento de prensa en lugar de sólo
presentar informes.
En 1885 comenzó una cruzada para acabar con la prostitución infantil; y en el proceso él ‘com-
pró’ un niño, Eliza Armstrong, la hija de trece años de un deshollinador para mostrar la facilidad
con la que se podía comprar niños para la prostitución. Como resultado de esta acción fue encar-
celado durante tres meses; pero sus escritos sobre la experiencia influyeron en el cambio de edad
de consentimiento al pasar de 13 a 16 años, además de otros cambios.
Stead no culpaba a las prostitutas. Sabía dónde estaba el problema y atacaba a las casas ele-
gantes que eran el resultado de las pasiones de los ricos que hacían que existieran las prostitutas.
Por lo tanto ¿qué pasó entonces?
Stead fue el mensajero que llevaba malas noticias al rey – por decirlo de alguna forma – el
siguiente evento de su vida parecía que fácilmente sería predicho.
Stead fue encarcelado por secuestro y asalto indecente. Fue condenado sobre la base de que
no había logrado obtener el permiso para la compra de la niña al padre. El padre no fue acusado
de vender a su hija. Esto por sí solo nos dice todo lo que tenemos que saber sobre el entorno
social y legal en el cual Stead trabajó.
Pero, por lo general, Stead trató su encarcelamiento como un activo valioso en su vida ya que
fue iluminado por la experiencia y sus lectores fueron informados sobre las condiciones sociales
de entonces. Atesoró la experiencia como una de las formas de crecimiento de su vida. Era sim-
plemente incontenible. Tubo a toda su familia cerca en Navidad cuando estuvo en la prisión y ellos
generalmente “tenía su salvavidas”.
Se hizo un partidario entusiasta del movimiento pacifista, y uno de sus portavoces principales.
No era muy popular en muchas partes, debido a sus posturas polémicas ante los problemas;
pero de él no se puede decir que evitara una controversia cuando la justicia no estaba del lado
del pobre.
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Cecil Rodas fue inspirada según sus sugerencias y dejó una herencia en su testamento, pero
tarde o temprano Stead se cruzó con su voluntad de oponerse a la guerra Boer.
Stead era un verdadero pacifista y activista por la paz. Su busto está en el palacio de la paz de
La Haya.
Era un esperantista, es decir, que apoyaba la difusión del esperanto, el idioma estaba siendo
pregonado como lengua universal y que podía romper las barreras del idioma en el mundo.
En 1881 asistió a su primera sesión de espiritismo, donde más tarde afirmó que fue aclamado
como el “Futuro San Pedro del Espiritismo.”
En 1890 se convirtió en el dueño y editor de Review of Reviews, y esto abrió sus talentos
al apoyo del Espiritismo. En 1891 publicó “Historias de Fantasmas Reales” (’Real Ghost Stories’)
y un año después publicó “Más Historias de Fantasmas” (’More Ghost Stories’). Ambas fueron
empresas muy populares.
A partir de 1893 hasta 1897 editó un órgano Espiritualista llamado “Fronterizos” (’Borderland’),
en el que se mostraba totalmente el interés por las investigaciones psíquicas.
En 1897 publicó “Cartas de Julia” (’Letters From Julia’). Pretendía ser un registro de sus comu-
nicaciones a través de la escritura automática de la periodista estadounidense Julie Ames. Él la
había conocido en vida y ella mantuvo la comunicación después de que muriera de una muerte
temprana.
En 1909 fundó ’Julia’s Bureau’, donde los investigadores podían obtener información acerca
del mundo espiritual de un modo fácil.
Stead esbozó las fotos de los transatlánticos y de él mismo ahogándose. Esto al parecer había
sido premonitorio, como pasó tiempo después cuando se ahogó con el Titanic.
Fue varias veces nominado para el Premio Nobel de la Paz. En el año que más posibilidades
había de que lo ganara fue cuando perdió su vida en el Titanic.
Stead se dirigía a Estados Unidos en el Titanic para participar en una conferencia sobre la paz
en el Carnegie Hall a petición de William Howard Taft. Después de que chocara contra un iceberg
ayudó a varias mujeres y niños a llegar a los botes salvavidas y luego se sentó en la sala de clase
primera de fumadores leyendo tranquilamente mientras el barco se hundía.
Después de su muerte él se comunicó desde el otro lado y se creó un pequeño libro de las
experiencias después de la muerte y de las condiciones que encontró allí. Esto se hizo en 1922,
justo en el momento que el Dr. Hamilton comenzaba su estudio serio sobre telekinesia.
‘La Isla Azul’ (’The Blue Island’) es un relato de sus supuestas experiencias después de su muer-
te. Fue escrito por él a través de la mano de un médium, durante varias sesiones de espiritismo.
Su hija Estelle publicó este trabajo.
Con el tiempo después de que hubiera muerto, fue ridiculizado por muchos círculos periodísti-
cos como un fanático o un chiflado.
‘La sociedad parece ser verdaderamente blanca y brillante pero por dentro está llena de huesos
de muertos y podredumbre’, Stead lo había dicho en vida. Tal vez simplemente parafraseando a
Jesús.
Estos pues, eran los hombres que pretendían ponerse en contacto con el Dr. Hamilton durante
aquella primera sesión de espiritismo. Ellos habían mostrado un fuerte interés por la superviven-
cia del ser humano y una buena voluntad de seguir la investigación para ver donde conducía.
Probablemente no era una cosa fácil desviarlos de sus objetivos.
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Oliver Lodge
Sir Oliver Lodge, fue mencionado en el mensaje, estaba todavía vivo por entonces. Vivió desde
el 12 de Junio de 1851 hasta el 22 de Agosto de 1940, y fue un científico británico muy conocido,
y que había sido activo en el estudio de la comunicación a través de la radio.
[ Foto de Sir Oliver Lodge]
Fue uno de los primeros experimentadores en el campo de la telegrafía inalámbrica, transmi-
tiendo señales el 14 de Agosto de 1894, un año antes de que Marconi lo hiciera, e inventó los
dispositivos para la detección de señales de radio, así como las conocidas “bujías”, utilizadas en
los motores de automóviles de ignición.
Él desarrolló un sintonizador variable para la detección de señales de radio y el altavoz de
bobina enrollada, que es todavía el instrumento principal para la producción de sonido y música
en las radios y receptores de televisión y de los equipos estéreos, así como el sonido de los teatros.
También desarrolló el tubo de vacío, que posteriormente fue llamado el tubo de vacío de Croo-
kes, e hizo una amplificación de las señales eléctricas gracias a el agregado de una rejilla de
alambre en el interior del tubo de vacío, que actuó con los electrones igual que una válvula de
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agua actúa en el control del flujo de agua que pasa por cierto punto. Esta invención llevaría al
desarrollo de los sistemas de altavoces.
Había escrito artículos sobre relatividad y la contracción de Lorentz, que es acreditado al mis-
mo Lorentz en aquél año de 1893, alrededor de una década antes de que Einstein publicara sus
investigaciones sobre el tema de la relatividad.
Llevó a cabo investigaciones científicas sobre los rayos, la electrólisis y el uso de la electricidad
en la dispersión de la niebla y el humo. Sus primeros trabajos todavía se usan para la fabricación
de dispositivos de control de contaminación.
Fue profesor de física a los 30 años, presidente de Birmingham College, y un popular conferen-
ciante además de un precoz locutor. Heinrich Hertz pensó que Lodge había sido el primer científico
en descubrir las ondas electromagnéticas.
Lodge escribió unos 40 libros sobre temas tales como el éter, electromagnetismo, relatividad
y comunicación psíquica con supuestas personas fallecidas.
Fue famoso por sus estudios en la telepatía a finales de los años de 1880 y su trabajo con
médiums, de los cuales obtuvo un convencimiento y una poderosa creencia en la continuidad de
la vida más allá del cuerpo físico.
Escribió sobre asuntos psíquicos y fue presidente de la Sociedad para la Investigación Psíquica
(Society for Psychical Research) de Londres, entre 1901 hasta 1903.
Arthur Conan Doyle
Trabajó con Sir Arthur Conan Doyle en la investigación de los fenómenos psíquicos. Ellos se
convencieron totalmente de la existencia en el otro lado de la supervivencia de la consciencia.
[ Foto de Sir Arthur Conan Doyle]
Era un cristiano practicante y escribió: “¡Estoy convencido de la existencia continuada igual
que estoy convencido de esta existencia! Él nunca dudó de esta creencia.
También fue un conocido socialista con respecto a sus convicciones políticas.
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El pasó sus años de jubilación a unas millas de Stonehenge.
Volvamos ahora al trabajo de Hamilton. La pregunta para el Dr. Hamilton fue exactamente la
misma pregunta que había ocupado la mente y las investigaciones de W. H. Myers: ¿De dónde
procede esa información?
Hay varias posibilidades. La información podría haber salido de la mente del médium, aunque
esto sería poco probable, ya que el médium apenas sabe leer ni escribir en este caso, y además no
había sido expuesta a ninguna información de las personas que pretendía comunicarse. Tampoco
tenía ninguna información sobre Platón.
La información podría haber llegado telepáticamente a la mente de uno o de varios de los
asistentes. Pero para llegar a la mente desde otros asistentes primero tendría que haber residido
en alguno de los asistentes. Eso otra vez es improbable; una encuesta rápida de los asistentes
reveló que había un hueco vacío de información con respecto a Platón. Cualquier conocimiento
debería haber sido de manera inconsciente.
Dos semanas después del primer mensaje, Lillian Hamilton encontró que había una copia de la
República de Platón entre sus propios libros.
En la REPÚBLICA se encontró que el libro 10 era un mito más apropiado según las circunstan-
cias: era un mito que establecía en forma de alegoría el argumento de Platón de que la vida debía
seguir después de la muerte si queremos mantener nuestra fe en la justicia del Juez Divino, de
Dios.
Aquí ella leyó: Por citar a Sócrates: “Bien” dijo “le voy a contar la historia del hijo de Arminius. . .
fue muerto en batalla, y diez días después . . . cuando estaba acostado en la pira funeraria, volvió
a la vida y les dijo que había visto el otro mundo.
Dijo que cuando su alma dejó su cuerpo se fue en un viaje con una gran compañía y llegaron
a un lugar misterioso. . . Él se acercó y le dijeron que iba a ser el mensajero que informara al otro
mundo de ellos.
Entonces él contempló y vio... almas. . . algunas subían de la tierra, polvorientas y desgastadas
por el viaje, y algunas descendían del cielo limpio y brillante. . .
Ellos se adentraron en el prado donde acamparon, como en un festival, los que se conocían se
abrazaban y conversaban, las almas que llegaron desde la Tierra preguntaban sobre las cosas de
arriba, y las almas que venían del cielo sobre cosas de abajo. . . aquellos de debajo lloraban y se
afligían por el recuerdo de las cosas que habían pasado. . . mientras que los de arriba describían
las delicias celestiales y las visiones de belleza inconcebible. . . ”
“Por tanto, mi consejo es que nosotros nos mantengamos siempre en el camino de los cielos
y sigamos siempre a la justicia y a la virtud, considerando que el alma es inmortal y capaz de
aguantar cada tipo de bien y toda clase de mal. Por lo tanto vamos a vivir queriéndonos el uno al
otro y a los dioses. . . y estará bien en ambos sitios, en esta vida y en la peregrinación de mil años
hasta donde hemos estado describiendo.”
El Dr. y Lillian Hamilton estuvieron muy impresionados por la belleza y la pertinencia del men-
saje.
Es interesante notar que durante el día de esta primera sesión de espiritismo un libro reciente-
mente había llegado desde Londres, Inglaterra. Estaba todavía empaquetado. Cuando fue abierto,
se encontró que el libro era de Lodge ’The Substance of Faith.’ (La Sustancia de la Fe).
Pero la pregunta siguió atormentando: “¿De dónde venía el mensaje?”
Hubo nada más que unos pocos asistentes y ninguno sabía nada sobre Platón, entonces la
información no podía haber venido de ellos telepáticamente.
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Animado por la evidencia del supuesto mensaje de Myers, el Dr. Hamilton y Lillian de vez en
cuando mantenían sesiones de mesas con un pequeño grupo, en la teoría de que ya que este tipo
de grupo había funcionado con éxito una vez, como una especie de “médium”, entonces quizás
otros resultados importantes podrían obtenerse.
A su juicio, lo que estaba ocurriendo era un fenómeno de grupo, y ellos no estaban buscando
un individuo único que fuera médium.
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