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12 de Marzo de 1922
La Sra. Poole en contacto con la mesa.
La mesa levitó aproximadamente 2 pies.
El equipo de suspensión de la mesa fue colocado y la mesa colgada.
La presión máxima por el Dr. Hamilton y el Sr. Reed fue de unas 10 libras con 1/8 de libra.
Los golpes comenzaron sobre la mesa. Leyeron el alfabeto. Los raps señalaron lo siguiente:
"Scab/to/npacew/rl/"
Asistente: “¿Esto pertenece al último mensaje?”
Operadores: “Sí”. (3 golpes)
El Sr. Reed y T.G.H. notaron que el peso de la mesa aumentó en el momento de los golpes, un
aumento de unas 4 libras.
La mesa estaba todavía suspendida. No tenía ningún contacto con las manos. La mesa osciló
de un lado a otro y parcialmente levitó. El peso de la mesa disminuyó unas 4 libras.
19 de Marzo de 1922
Con el contacto de la mano de la Sra. Poole una fuerte levitación controlada se produjo a una
altura de un pie, y flotando de derecha a izquierda unas cinco o seis veces.
La mesa fue enganchada a la balanza con el indicador.
Fuertes golpes comenzaron inmediatamente sobre las patas de la mesa.
Había raps considerables antes de que la señal de tres golpes llegara, lo que indicaba que un
mensaje venía.
El Dr. James A. Hamilton repitió el alfabeto, el Sr. J. Leslie registró las letras tal y como se
indicaban. El Sr. Reed miró el indicador de la balanza.
Los operadores dieron las siguientes letras y una señal de error: “"TKLOW/VL...”
J. A. H.: “¿Qué ortografía es ésta?”
Leslie: "Oh, ¡no sé qué decir! No puedo ver las letras muy bien. Él levantó la luz roja para leer
el mensaje. Dice: ‘El amor es la eternidad’ ”.
J. A. H.: “¿Nos daría usted un mensaje más?”
Operadores: “No”. (1 golpe)
Conversación entre los asistentes. El Dr. Hamilton se preguntó si realmente había más de
un psíquico en la habitación que pudiera producir confusión. Él era de la opinión de que “ellos”
probablemente usaron un médium para un trabajo y otro médium para el otro.
Operadores: “Sí”. (3 golpes)
El Sr. Leslie expresó la opinión de que los golpes procedían del subconsciente de la médium.
Operadores: “No”. (1 golpe)
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Lillian: “¿Son producidos los golpes como en el Círculo Goligher, mediante la formación de
barras?
Operadores: “Sí”. (3 golpes)
El Sr. Reed, que había estado sentándose fuera del círculo, ahora volvió a una posición delante
de la balanza, en el centro, mirando el indicador tratando de sostener la mano de la médium
encima de la mesa.
Sr. Reed: “Noto que los golpes son fuertes cuando estoy de pie cerca de la mesa.”
Operadores: “Sí”. (3 golpes)
T.G.H.: “¿Se transmite la energía por él?”
Operadores: “Sí”.
Después el Sr. Reed se sentó y dio estas observaciones:
Durante los golpes, el peso de la mesa tuvo un promedio de 22 libras.
Un golpe ruidoso fue dado, 26 libras se registraron.
Había un aumento sensible de peso justo antes de cada golpe.
El sonido de los golpes procedía de las patas de la mesa.
Hacia Marzo de 1922 muchos experimentos habían sido hechos sobre la energía de telequine-
sis producida por la Sra. Poole.
Los acontecimientos que precedieron a estas apariciones fueron siempre los mismos: la esti-
mulación de la mesa mediante el contacto de las manos de la médium, la manifestación de algún
fenómeno de contacto, por lo general de resistencia, seguida de retirada de sus manos siendo
controlada por todos los asistentes, uno quien por lo general era el Dr. Hamilton.
Estos vigilantes, se sentaban estrechamente juntos a la médium, eran también en todo mo-
mento conscientes de que ella sin querer o de otra forma hiciera algún movimiento corporal
involuntario. Nunca – y eso se aplica a posteriores investigaciones – fue observado allí cualquier
movimiento de naturaleza sospechosa.
La gama observada de los movimientos de la mesa en estas condiciones fueron de cinco cla-
ses: hacia la médium, lejos de la médium, inclinaciones y rotaciones en el plano horizontal, y un
movimiento pendular cuando la mesa era colgada de la balanza.
Con Elizabeth, los fenómenos de telequinesis sucedían con toda probabilidad pero había una
modificación en las manifestaciones con contacto, detectado por dos puntos observados: primero,
el hecho que casi invariablemente los fenómenos de telequinesis seguían los mismos pasos que
los fenómenos de contacto, y por lo general cuando estos últimos era considerables; y segundo, el
hecho de que sus reacciones eran las mismas en ambos casos: la sensación de tirantez y rigidez
en la cintura ya mencionado anteriormente.
A medida que estos fenómenos se repetían de vez en cuando, se hizo evidente que, por lo
general, eran sin ninguna duda intencionales. Es decir, no sólo la mesa parecía tener una fuerza
motriz sino también parecía tener inteligencia propia. Esto, por supuesto, no es sino otra manera
de decir que los movimientos estaban bajo la dirección de algún agente.
Después de varios meses de observaciones, el Dr. Hamilton se convenció de que una especie
de fuerza invisible de la Sra. Poole actuaba a distancia y que era controlada por una inteligencia.
Más estudios sacaron a la luz ciertos fenómenos mentales, que apuntaban a la supervivencia
de la mente y la memoria de algunas personas; también ciertos fenómenos de materializaciones
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aparecieron, dando razón a la creencia de que la muerte no es el final de la personalidad humana.
Cuarenta experimentos planificados convencieron a T. G. H. de las siguientes cosas:
1. La energía telecinética era un hecho.
2. Esta energía fue transmitida o liberada por ectoplasmas – los dos fenómenos inmediata-
mente fueron relacionados – quizás es lo mismo.
3. El mecanismo que realizaba los golpes y movía la mesa, además de trasladarla partía de la
parte inferior del cuerpo de la Sra. Poole, espontáneamente, es decir, sin la voluntad consciente
de la médium.
4. Detrás de todo había una inteligencia sobrenatural: de dónde provenía esa inteligencia no
estuvo preparado para decirlo, las pruebas de que eran fallecidos eran insuficientes para aceptar
esta poderosa hipótesis. Era posible que los fallecidos fueran los operadores, pero no estaba
probado.
En un momento de reflexión sobre el trabajo del Dr. Hamilton, mucho más tarde fue encontrado
el siguiente escrito:
“Las características de la esta clase de Ciencia lleva un trabajo muy tedioso y aburrido, a
menudo aburre a los experimentadores. Los resultados son sumamente lentos y por consiguiente
tienen que ser repetidos los experimentos que fallan”.
“Los factores a veces son tan poco interesantes que hace que sea prácticamente imposible
para algunos tener tanta paciencia. Muchos de los que desean entretenerse con ello terminan
asqueados”.
“La naturaleza guarda bien sus secretos. Y esto hace que la ciencia oficial no se esfuerce en
descubrirlos ni en pronunciarse sobre ellos. Son fenómenos libres. Pero los experimentadores
deben ser perspicaces para comprobar y pensar bien que es lo que está sucediendo. “Buscad y
hallaréis”, es quizás más cierto y útil que ninguna vez antes en la historia”.
“Pero siempre sin llegar al extremo de los poderes discrecionales, no sólo hay que examinar con
completo escepticismo y crítica lo que es revelado; ni con la absoluta negativa a ver o considerar
lo que puede considerarse una evidencia para otros.”
Luego más tarde en Abril de 1922,
Por golpes sin contacto llegó el siguiente mensaje: “Ayudará amigo . . . Prepararse . . . Myers y
Stead. . . ”
29 de Mayo de 1922
Algunas notas sobre lo que Hamilton llamó el “caso Houghtaling” fueron escritas.
El Dr. Hamilton había trabajado en este punto exclusivamente el aspecto cinético de los fenó-
menos psíquicos y no estaba dispuesto aceptar la prueba de que la personalidad humana sobre-
vive a la muerte física.
Brevemente resumiendo, los hechos más notables son los siguientes.
El Sr. James Young, un caballero que recientemente había llegado a vivir en Winnipeg y que
había vivido antes en Edimburgo, nos trajo una carta para entregar, nos informó que fue dirigida
a una señora de quien él nunca había oído hablar, y que dice que vive en Sharon, Connecticut, la
viuda del reciente fallecido Sr. Warren Houghtaling que unos días antes había pretendido comuni-
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carse a través de una médium física, la Sra. Young, una médium de gran alcance que el Sr. Young
había estado estudiando en silencio durante algunos años. Le pide que lea la carta a la presunta
viuda, el Dr. Hamilton y el escritor lo hicieron así, y también archivaron una copia de esta carta
que aún posee. Aquí está la carta del Sr. Young, dice así.
Sra. Wilhelmine Houghtaling
Sharon, Connecticut,
U.S.A.
P.O. Box 2244,
Winnipeg, Man.
Canadá
29 de Mayo, 1922
Querida Señora:
Un número de mis amigos están interesados en el Espiritualismo y varias formas de fenómenos
relacionados con ello, se encuentran en mi casa de vez en cuando con el objetivo de investigar.
En una reciente reunión fuimos informados de que un tal Sr. Warren Houghtaling , que residió
en susodicha dirección (Sharon, Connecticut), había muerto el último 1 de Marzo, y estaba ansioso
de darle un mensaje a su viuda. Se nos explicó que un acuerdo había sido hecho entre el Sr. y la
Sra. Houghtaling, que el primero que pasase debería intentar comunicarse con el sobreviviente.
Antes de seguir más adelante en la investigación me gustaría ser informado sobre los siguien-
tes puntos:
1. ¿Usted es la viuda del Sr. Warren Houghtaling?
2. ¿Murió el Sr. Houghtaling el último 1 de Marzo?
(Puedo mencionar que al principio dieron la fecha de la muerte el 27 de Febrero, pero fuimos
informados más tarde que la fecha correcta era el 1 de Marzo).
3. Si usted es la señora en cuestión sería bastante bueno informarme si había algún tipo de
acuerdo entre usted y su esposo de la naturaleza indicada.
Si usted me diera las respuestas de las susodichas preguntas, le remitiría gustosamente nues-
tras investigaciones. Por razones que puede fácilmente entender, no queremos, en este momento
suministrarle cualquier información relacionada con su marido, que puede afectar a las respuestas
de las preguntas anteriores, ya que esto pudiera ser de un gran valor probatorio si los resultados
salen bien.
Su Servidor,
(Firmado) J. D. Young
La reacción de Dr. Hamilton a esta manifestación era en este momento de escepticismo: sus
experiencias en estos fenómenos no habían comenzado, aunque él no dudaba que el mensaje hu-
biera sido transmitido, ya que nosotros conocíamos al Sr. y Sra. Young, eran unos individuos con
un alto grado de integridad, el Sr. Young no era ningún investigador crédulo, pero estaba dotado
con una mente sumamente desarrollada y conocía extensamente los método de la verdadera in-
vestigación. Sin embargo, parecía que no podía ser cierto esta bala tirada en la oscuridad, por así
decirlo, esta singularización de un hombre entre muchos miles que había muerto recientemente
y del cual ninguno de nosotros habíamos oído hablar nunca. Puedo recordar, sin embargo, con
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asombro lo que respondió actualmente la Sra. Houghtaling, confirmando los tres puntos. La carta
original (bordeada en negro) está delante de mí mientras escribo.
Wind Sweep
Sharon, Connecticut
Sr. J. D. Young,
Estimado Señor,
Conforme a su petición contesto a su carta del 29 de Mayo de 1922.
Nº 1. Soy la viuda del difunto Warren Houghtaling.
Nº 2. Warren Houghtaling murió el último 1 de Marzo.
Nº 3. Había un pacto entre nosotros como usted menciona en su carta, aunque no fue algo
serio.
Tengo la esperanza que esta información sea la que necesita, espero.
Muy atentamente
Wilhelmine Houghtaling.
El 10 de Junio de 1922 se publicó en la revista LIGHT un artículo de Lillian Hamilton escrito bajo
el título
Registros del Círculo Canadiense
Un Estudio de Mensajes Psíquicos y Fenómenos Físicos.
“Hemos recibido las siguientes notas de las sesiones celebradas en la casa del Dr. T. Glen
Hamilton, de Winnipeg. En la carta (de la Sra. Hamilton) que acompaña a los registros, nos en-
teramos de que una de las asistentes (la Sra. Poole) es una escocesa, que ha desarrollado un
considerable poder para las manifestaciones físicas, y que el círculo ha obtenido con frecuencia
movimientos de la mesa sin contacto, levitaciones completas y muchos golpes sin contacto, que
van desde pequeños “tics” hasta los golpes más firmes.”
La Sra. Hamilton también escribe:
“Con respecto al mensaje de ’Myers’, pensamos que hay algunas pruebas internas que sugie-
ren que su mente puede ser el agente control, pero creemos que hay que tener precaución en
cuanto a la autenticidad de la identidad de los hombres famosos a las que se hace referencia. . .
El Dr. Hamilton recientemente ha hecho preparativos para realizar una serie de sesiones en las
cuales ha planificado unos experimentos en la línea de los del Dr. Crawford.”
Más información sobre Los Archivos Hamilton en: The Hamilton Files - Los Archivos Hamilton
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