El documento argumenta que los espacios municipales y territoriales son áreas donde es posible construir una relación fructífera entre la sociedad y el Estado, y donde se puede lograr un desarrollo humano colectivo más sólido y sostenible, además de lanzar nuevos procesos de gobernabilidad democrática. Propone varias estrategias para fomentar la participación de los jóvenes en la toma de decisiones políticas a nivel local y regional.