1. Las y los adolescentes y jóvenes se reconocen como sujetos de derecho que como parte de una sociedad intercultural desarrollan sus capacidades y potencialidades. Ellos y ellas ejercen de manera autónoma y responsable una sexualidad saludable, lo que les permite alcanzar cambios personales que facilitan procesos sociales de cambio, que en alianza con adultos, contribuyen a la construcción de una sociedad justa, equitativa e inclusiva donde se respeten los derechos humanos (con especial énfasis en los derechos sexuales y reproductivos) y se promueva su desarrollo integral. Adolescentes y jóvenes ejercen su participación ciudadana y elaboran políticas destinadas a ellos a nivel local, regional, nacional y LAC y vigilan el cumplimiento, por parte del estado, del marco normativo en el que se reconoce su derecho a recibir información, acceder a servicios y disfrutar de una vida sexual plena y saludable El estado junto con la sociedad civil, elabora políticas que favorecen y promueven una educación sexual saludable en los distintos niveles educativos. Además, se logra erradicar la discriminación en todas sus formas a través de un trabajo conjunto de cumplimiento de los derechos humanos, logrando una sociedad educadora. VISIÓN