1. Mensaje especial en el dia del Padre
PATERNIDAD, HONRA Y BENDICION
Por AlexanderDorado Alban
Genesis 27:1-4)
Esta semana me llegó al correo una historia enternecedora, el secreto de la felicidad en el matrimonio,
amar a esa otra mujer que no es tu esposa, llevarla a cenar y pasar una noche inolvidable con ella, esa
mujer es mi madre. Aquel hombre lo hizo, justo antes de morir su madre, fue la mejor noche de su
vida.
Quiero enfocarme en la iniciativa de Isaac de bendecir a Esaú, y no en lo que sigue de la historia, que
cuenta, como Rebeca con engaño y suplantación hizo que Isaac le diera la bendición a Jacob, lo cual
desagradó y causó gran tristeza en Isaac. Enfoquémonos en la iniciativa de Isaac con Esaú.
Dice la escritura, “cuando Isaac envejeció”, esto nos advierte de una realidad que no podemos
desconocer, que todos envejeceremos, que llegaremos a viejos; pero ante todo, que los años pasan
volando. La vida es bella, per también es corta y los años vuelan.
Una de las evidencias que estamos dormidos, es precisamente esto, que no somos conscientes de lo
rápido que va la vida. Isaac era consciente que se le acababa el tiempo, que su vida llegaba a su final.
Que ya no contaba con mucho tiempo para hacer aquello que debía hacer.
El problema es que por estar enredados, dormidos, el tiempo pasa, y dejamos ir oportunidades.
“Nadie es eterno en este mundo.” Antes de morir, debemos cumplir esa cita con el destino, con la
vida. No dejar para mañana lo que puedo hacer hoy.
La vida se nos acaba y debemos aprovecharla. Viva este día como si fuera el último, no deje para
después, luego puede ser tarde. La historia del hijo que tiene una cena con su madre, justo antes de
morir ella. (Salmo 90:6,10,12)
De las experiencias que le agradezco a Dios y a la vida, es haber tenido la oportunidad de haber estado
con el Dr. Chamorro, justo antes de morir. Ocho días antes, nos reunimos en su oficina, el 24 de marzo
de 2003, y estuvimos hablando durante 3 horas y media. ¿Cómo imaginar que sería nuestra última
cita? Estuvimos solos, sin interrupciones, un lunes festivo. Nunca olvidaré ese día, y el momento en
que me despedí de él.
“Llamó a su hijo mayor”. La iniciativa fue del padre no del hijo (aunque hoy como hijos también
podemos tener esta iniciativa con el padre). ¿Por qué al hijo mayor? Porque su bendición estaba
relacionada con la primogenitura.
2. Muchos padres llegan al final de sus días y nunca han tenido ese tiempo especial con sus hijos;
desconocen la realidad que están viviendo sus hijos. Caso del aquel hijo que empezó a escribir una
carta, y en eso llegó su padre, a abrazarlo y a decirle que estuvieran juntos.
Al día siguiente el padre encontró la “carta inconclusa”, que había empezado a escribir su hijo, pero
que no la había concluido. La carta decía: “Me siento solo, ni le importo a nadie, no significo nada para
mis padres; he llegado a un momento que no quiero seguir así, por eso hoy he decido quitarme la…” El
padre sin saberlo, no solo interrumpió una carta sino una nefasta decisión.
Muchos padres no saben qué pasa con sus hijos, y muchos hijos no saben qué pasa con sus padres. Mi
padre suele decir: “un padre es capaz de responder por siete hijos, pero siete hijos no responden por
un padre.”
No dé por hecho, que el dinero, el trabajo, la comodidad o el éxito, hacen que una persona se sienta
bien. Era el caso de Garrit, actor de Inglaterra, (Poema de Juan Dios Peza, Mexicano) “el más gracioso
de la tierra y el más feliz” “Solo viendo a Garrit podéis curaros.” Pero Garrit pensaba acerca de si
mismo: “Yo soy Garrit cambiadme la receta.”
“Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza ; y hazme un guisado
como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera.”
¿Acaso Isaac no podía bendecir a Esaú, sin que este le trajera caza? ¿Era un requisito para que él lo
bendijera? ¿Qué era lo que él quería? Claro que lo podía bendecir, sin embargo, el anhelo de Isaac era
compartir con su hijo, que le diera gusto, en aquello que le gustaba.
El quería que su hijo lo honrara como a padre antes de morir. No se trata que los padres sean lo que
den gusto a sus hijos o les complazcan, sino que también los hijos den gusto a sus padres, y sus gustos
por lo general, es disfrutar de sus hijos.
Muchos hijos piensan que a sus padres dan mucho, pero en realidad no les dan nada de lo que ellos
quisieran. Les dan techo, salud, dinero o abrigo, pero nada de eso, es comparable con la bendición que
un padre da a un hijo.
Se niegan dar un guisado, cuando el padre tiene para ellos reservada una bendición. De qué sirve el
guisado, que al padre le gusta mucho, si no está preparado con el ingrediente que no puede faltar, que
el padre se sienta amado por su hijo.
“El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea
que yo venga y hiera la tierra con maldición.” (Malaquías 4:6) No tenemos toda la vida para hacer
aquello que debemos hacer y los otros tampoco.
Los padres quieren ser honrados por los hijos, y los hijos necesitan la bendición de sus padres.
Mientras tengamos la oportunidad, debemos honrar a nuestros padres, darles lo que a ellos les gusta,
y recibir de ellos la bendición.
3. Reír llorando
Viendo a Garrit actor de la Inglaterra, el pueblo al aplaudirlo le decía, " eres el más gracioso de la
Tierra, y el más feliz " y el cómico reía. Víctimas del spleen los altos lores, en sus noches más negras y
pesadas, iban a ver al rey de los actores y cambiaban su spleen en carcajadas.
Una vez ante un médico famoso, llegose un hombre de mirar sombrío;
- "Sufro" le dijo - "un mal tan espantoso como esta palidez del rostro mío. Nada me causa encanto ni
atractivo, no me importa ni mi nombre ni mi suerte, en un eterno spleen muriendo vivo, y es mi única
ilusión la de la muerte."
- Médico: viajad y os distraeréis?
- Tanto he viajado.
- Médico: la lectura buscad.
- Tanto he leído.
- Médico: que os ame una mujer.
- Si soy amado.
- Médico: un título adquirid.
- Noble he nacido.
- Médico: pobre seréis quizá?
- Tengo riquezas.
- Médico: de lisonjas gustáis?
- Tantas escucho.
- Médico: que tenéis por familia?
- Mis tristezas.
- Médico: vais a los cementerios?
- Mucho mucho.
- Médico: de vuestra vida actual tenéis testigos?
- Si, mas no dejo que me impongan yugo, yo les llamo a los muertos mis amigos y a los vivos les llamo
mis verdugos.
- Médico: me deja vuestro mal perplejo, mas no debo acobardaros, tomad por receta hoy este consejo.
Solo viendo a Garrit podéis curaros.
- A Garrit?
- Médico: si a Garrit. La más remisa y austera sociedad le busca ansiosa todo aquel que le ve muere de
risa tiene una gracia artística asombrosa.
- Y a mi me hará reír?
- Médico: si, os lo juro. Mas, que os inquieta?
Y así dijo el enfermo. No me curo - yo soy Garrit cambiadme la receta.
¡Cúantos hay que, cansados de la vida, enfermos de pesar, muertos de tedio, hacen reir como el autor
suicida sin encontrar para su mal remedio! ¡Ay ! ¡ Cuántas veces al reír se llora!.. ¡Nadie en lo alegre de
la risa fíe, porque en los seres que el dolor devora el alma llora cuando el rostro rie! Si se muere la fe, si
huye la calma, si sólo abrojos nuestras plantas pisa lanza a la faz la tempestad del alma un relámpago
triste: la sonrisa. El carnaval del mundo engaña tanto; que las vidas son breves mascaradas; aquí
aprendemos a reír con llanto y también a llorar con carcajadas. Juan de Dios Peza (mexicano)