Los residuos se clasifican en peligrosos y no peligrosos. Los peligrosos pueden ser corrosivos, explosivos o tóxicos y representan un peligro para las personas y el medio ambiente, mientras que los no peligrosos no suponen dicho peligro. Los residuos se generan cuando un material ha cumplido su función y se desecha, convirtiéndose en algo sin valor. Pueden eliminarse en vertederos o enterrados, o reciclarse para volver a usarse.