El documento describe las características de dos tribus urbanas chilenas: las "Pelolais", chicas con el pelo liso que provienen de familias adineradas, y las "Onduláis", similares pero con el pelo ondulado. Detalla sus hábitos como vestir ropa de marca costosa, pasar tiempo en centros comerciales exclusivos y tener padres gerentes. Concluye que estas tribus urbanas son exageradamente mimadas y probablemente se enfoquen demasiado en lo superficial.