Jesús se apareció a sus discípulos el día de su resurrección y les dio el don de su Espíritu Santo. El Espíritu Santo transformó a los discípulos y les dio la intrepidez para anunciar el mensaje de Jesús por el mundo. Creer en el Espíritu Santo significa vivir de acuerdo a la Palabra de Dios y seguir a los profetas que Dios envía, anunciar el mensaje de Jesús a todos, y reconocer la unidad entre los cristianos.