El documento describe las celebraciones del centenario de la Constitución de 1812 en Cádiz, España. Fue organizado principalmente por las élites políticas y la burguesía gaditana para reafirmar el nacionalismo español y recuperar lazos con Hispanoamérica, aunque la Iglesia se retrajo debido a las ideas liberales. Las clases populares tuvieron poco papel y resaltó la brecha entre la España oficial y la real.