La pérdida de biodiversidad se está produciendo a un ritmo más rápido de lo normal, con una disminución del 40% de la abundancia de especies en los últimos 30 años. Para 2010, los planes estratégicos tenían como objetivo reducir significativamente la pérdida de biodiversidad a nivel global para contribuir a reducir la pobreza y beneficiar a todo el planeta. Sin embargo, aunque algunos tratan de generar más vida, otros siguen sacrificando vidas inocentes de forma inútil.