1. El Balcón de Madrid
Emilio Jorrín. Del Instituto de Estudios Madrileños
LA CASA DE CAMPO
EL PULMÓN DE MADRID
Con esta acertada definición literaria, relacionada con la salubridad de los madrileños,
se conoce en la Villa y Corte, a la Casa de Campo, una amplia y exuberante reserva
de espacios naturales, a menos de una legua del gran Palacio Real.
Tiene un importante pasado histórico, el cual se vio muy incrementado desde que el
rey Felipe II, tomó la decisión de fijar en Madrid las Cortes, que eran itinerantes.
Este gran parque natural, tiene sus primeros antecedentes en la orden dada por Felipe II,
aun siendo Príncipe de Asturias, a su secretario Juan Vázquez de Molina en 1.559, de
que se plantara un bosque junto a la Villa de Madrid y próximo al Alcázar, en unos
terrenos que fueran previamente adquiridos, con el propósito de hacer un coto de caza
menor en las proximidades del Alcázar.
2. Dichas adquisiciones se iniciaron con la compra, el
día 17 de enero de 1.562 "en honesto precio" a los
herederos de don Fadrique de Vargas y Cabrera,
señor de la Casa de Vargas de Madrid, patrón de
las capillas de San Andrés y San Francisco, muerto
en 1.557, de su finca y palacete denominada Casa
de Campo de los Vargas, situados en las
proximidades de la Puente Segoviana (hoy Puente
de Segovia).
Pintura de Van der Wyngaerde de 1.561, con la
casa de los Vargas en primer plano y el Alcázar
Más tarde, alrededor de la casa-palacio, se construyó un florido jardín que con el tiempo
se llamaría “El Reservado”, embellecido con esculturas, entre las que destacaba la
Estatua ecuestre de Felipe III (actualmente en la Plaza Mayor), y fuentes ornamentales,
así como La Lonja o Galería de las Grutas.
El rey Fernando VI aumentó la
superficie con nuevas adquisiciones de
una manera muy notable y Carlos III,
también efectuó diversas adquisiciones
y le dio al Parque- cazadero su máximo
esplendor con diversas obras bajo la
dirección del arquitecto Francisco
Sabatini: Se remodeló la casa-palacio;
Iglesia de LaTorrecilla, de Sabatini,
destruida en 1.936
Se construyen las iglesias de la
Torrecilla y la de Rodajos; se edifica un
acueducto; se construyen cinco puentes en el Arroyo Meaques, entre ellos el llamado
“puente de la culebra”… y se cierra su perímetro definitivo con una buena cerca de
mampostería para evitar el fácil acceso de los cazadores furtivos.
Sobre el origen del sustantivo Meaques, en opinión de algunos estudiosos, procede de la
época romana del municipio Miacum surcado por este arroyo.
En tiempos de Fernando VI, en 1.744, la Casa de Campo fue delineada en cinco
cuarteles, “para una mejor administración”: Rodajos, La Torrecilla, Cobatillos, Portillo y
Pinos.
El cuartel de La Torrecilla, directamente relacionado con la Puerta del Ángel, venía
delimitado por el crucero del plantío de la Higuera, la tapia de la puerta de Alconeros, el
río Manzanares, la puerta principal frente al Puente del Rey, hasta llegar al arroyo y
camino de Valdeza.
La Puerta de Alconeros, así denominada por Pedro Texeira, en su histórico plano de
Madrid, fue denominada posteriormente Puerta del Ángel, por estar situada frente a la
Ermita del Ángel.
José Bonaparte, gran admirador del parque, mejoró sus instalaciones de la mano del
arquitecto Juan de Villanueva, realizando la conexión del ya entonces Palacio Real por
medio de un túnel y un puente de madera (hoy Puente del Rey) sobre el Manzanares.
3. Durante la guerra de la Independencia, sufrió un deterioro muy importante y a través del
siglo XIX se fueron arreglando.
Posteriormente la reina María Cristina, intentó explotarla como finca de cultivo, regada
principalmente por el arroyo Meaques, pero no lo consiguió.
Fue Real Sitio durante varios siglos, frecuentado por la realeza y personajes ilustres,
hasta que al inicio de la Primera República las posesiones del Rey, pasaron a pertenecer
al Estado.
En la restauración monárquica con Alfonso XII, la Corona recuperó la Casa de Campoo
junto con algunas otras posesiones.
En la Segunda República fue destinado a Parque Público el día 1 de mayo de1.931 y la
cesión oficial al ayuntamiento se efectuó el día 6 de mayo, siendo alcalde de Madrid
Don Pedro Rico, y entre los asistentes al acto se encontraban, Indalecio Prieto,
ministro de Hacienda y Obras Públicas, y José del Campo y de la Serna, periodistas.
Fue declarado Jardín histórico-artístico el día 3 de junio ese mismo año, si bien el
registro oficial a nombre del Ayuntamiento de Madrid, no se efectuó hasta el día 5 de
Octubre de 1.970, siendo alcalde don Carlos Arias Navarro.
En la actualidad se ha convertido en un parque público de primera categoría ya que
además al gran lago artificial, se han agregado las siguientes instalaciones: parque de
atracciones (1969), zoológico (1972) y un teleférico (1969) desde el parque de Rosales
sobrevolando el río como pájaros fantasmales.
Además de las instalaciones mencionadas, cuenta con piscina olímpica y climatizada,
circuito para footing, pistas de tenis, circuito botánico, etc. El suburbano, hoy
incorporado a la línea 10 del Metro, fue inaugurado en 1.961… En el llamado Cerro de
los Locos, los “maletillas” aprenden y practican el arte de torear; la Venta del Batán
con toriles fue construida en 1.950. Instalación del recinto de la Feria Nacional del
Campo (1950). Escuela de hostelería. Albergue Juvenil… etc.
Posee pinares estupendos con pinos piñoneros y carrascos, destaca “El pinar de siete
hermanas”. Buenos
ejemplares de encinas, como
la llamada “Encina del puente
de hierro” y en especial el
“encinar de San Pedro”, en
regeneración forestal; fresnos,
chopos, robles, plátanos
enormes, como el
denominado
“El plátano gordo”; álamos
blancos y negros, sauces… y
las desaparecidas olmedas a
causa de la “enfermedad del
olmo” que poco a poco ha esquilmado todos los ejemplares.
4. Entre la variada clase de arbustos citamos: retama, endrinos, espinos, romero,
tomillo…
Cuenta con una fauna importante: Palomas torcaces, urracas, abubillas, mirlos,
ruiseñores, picapinos, jilgueros, gorriones… garzas, cigüeñas, ánades, grullas… por
decir algunas de las especies, que son sus habitantes habituales, también perdices,
liebres, conejos, ardillas…
Tiene una superficie de 1.722 hectáreas, que supone la mitad aproximadamente de
todos los parques de la ciudad y es uno de los mayores de Europa, con un valor
ecológico de importancia
A través de los tiempos ha tenido también protagonismos bélicos desde sus cerros
dominantes y aún quedan pequeños restos de la Torrecilla, atalaya de vigilancia de los
Reales Sitios, en especial durante la campaña de la toma de Madrid en 1.936, cuyo
primer bombardeo se produjo el día 23 de octubre, pero esta es otra historia que
tiempo habrá de analizarla con detalle.
Una de las partes más atrayentes del
recinto, es el Lago, con un surtidor en su
centro teórico, con una superficie de casi
80.000 m2. y una profundidad media de
2,85 m. para dar cabida a 165 mil m3. de
agua, procedente en su mayor parte, del
arroyo Meaques y razonablemente
depuradas.
En su primitivo estado natural eran cinco
pequeños estanques intercomunicados,
fabricados en 1.563, por el técnico
holandés Pierre Jasen, hasta que en el
siglo IXX, se transformaron en el actual
lago grande. Recogen las crónicas que
en estos estanques iniciales de poca
profundidad, se helaban en invierno.