Pronunciamiento de Mujeres en defensa de la Ley 348
Política Uruguaya en el Siglo XX
1.
2. A principios del siglo XX se encuentran definidos, por
un lado, los partidos tradicionales, Blanco o Nacional y
Colorado y por otro los partidos no tradicionales o
“partidos de ideas”, el Socialista y la Unión Cívica.
Bandera del Partido Nacional Bandera del Partido Colorado
3. 1830 – 1834 – Presidencia de
Fructuoso Rivera
1834 – 1838 – Presidencia de
Manuel Oribe
1836 – Enfrentamiento entre
Rivera y Oribe: Surgen las
divisas (Blanca - Oribe) y
(Colorada - Rivera)
1839 – 1851 – Guerra Grande
A partir de la guerra se define
el contenido de las divisas
Lo “colorado” simbolizó lo
urbano y modernizador
mientras que lo “blanco” se
identificó con el campo y la
nacionalidad oriental.
Brigadier general
Manuel Oribe
Gral.
Fructuoso
Rivera
4. Terminada la guerra, los partidos fueron vistos como los
responsables de los “males” del país. Surge el deseo de paz
interna y orden que se encarnó en la “política de fusión”.
Fracasada esta política, se volvió al gobierno de Divisas en
1868
Con las muertes de Venancio Flores y Bernardo Berro, el
país vivió una grave crisis política que se caracterizó por la
regionalización del poder y por la política de exclusión que
practicó el Partido Colorado desde el gobierno.
Esto llevó a la llamada “Revolución de las lanzas” (1870-72),
después de la cual se les concedió a los blancos cuatro
jefaturas.
A partir de 1876 los militares sustituyeron a los doctores y
caudillos; el alambrado y la producción del lanar puso fin a
la edad de cuero y a la producción extensiva.
5. Entre 1896 y 1910, la crisis económico-financiera y política
obligó a los partidos a revisar sus propuestas. En el Partido
Nacional el liderazgo de los doctores entró en crisis y
resurgió el del caudillo en la figura de Aparicio Saravia.
Dentro del Partido Colorado, el surgimiento de la figura de
José Batlle y Ordoñez y la publicación del diario “El Día”, a
un precio accesible a todos, llevó la política a todos los
barrios y a todas las clases sociales.
El 1º de marzo de 1903, José Batlle y Ordoñez asumió la
Presidencia. Su gobierno se caracterizó por la política
exclusivista de partido y la negativa del Partido Nacional a
seguir aceptando su continua marginación del gobierno.
Los cambios introducidos por la modernización en la
actividad ganadera provocaron una fuerte desocupación en
el campo.
En 1904 se produce la última revolución de Saravia mientras
que el último movimiento armado fue en 1910. Hubo que
esperar hasta la reforma de la Constitución, para lograr una
verdadera democracia representativa.
6. José Batlle y Ordoñez ejerció una influencia decisiva en el
cambio de estructura de los partidos políticos. Partió de la
idea de que la base popular del partido debía tener un
órgano de expresión: el club seccional; el club de los
vecinos del barrio. A partir de allí se formarían comisiones
departamentales y convenciones nacionales donde se
discutirían los problemas de estructura, de ideología y/o
cuestiones tácticas. En el vértice del partido se ubicarían
Comités Ejecutivos o Directorios, órganos subordinados a
la Convención. El club seccional y la convención son los dos
instrumentos de democracia interna de los partidos. En
general, todos los partidos siguieron esta organización.
7. Para Batlle y Ordoñez ser colorado era ser
batllista aunque nunca dejo de sentirse
parte de de la tradición del Partido Colorado.
El primer batllismo el de Batlle y Ordoñez,
recogió un conjunto de ideas que tienen sus
raíces en el siglo XIX. Este primer batllismo
se convirtió en un movimiento político que
desde el Estado expresó mas o menos la idea
de un pais modelo. La ideología batllista
ponía énfasis en el progreso del hombre
racional y libre con sus propias ideas.
El Estado debía ser árbitro para proteger a
los débiles y establecer la igualdad natural.
El Estado debía abandonar su papel de juez y
gendarme e intervenir directamente en la
economía y la sociedad.
José Batlle y Ordoñez
8. En la década del 20 surgieron nuevas
fracciones dentro del partido: “Por la
Tradición”, el “Partido Colorado Radical” y
el grupo “Avanzar” representando a la
izquierda partidaria.
A fines de la década del 40 dentro de las
filas del Batllismo se perfilaron dos líneas:
la orientada por los hijos de José Batlle y
Ordoñez y la lista “15” liderada por Luis
Batlle Berres. Con Luis Batlle en la década
del 50 el Batllismo apuntó mas a la
recuperación que a la proyección, más a lo
logrado que a nuevos logros. Mejoró la
industria pero fracasó en anticiparse a la
crisis.
El Batllismo de comienzos de los 60 se
enfrentó a una sociedad con cambios muy
virulentos. Ante esta circunstancia el
Batllismo se fraccionó: la sociedad exigía
respuestas. Asi comenzó a romperse la
unión que había existido entre el Batllismo
y la sociedad uruguaya.
Luis Batlle Berres
9. La muerte del presidente electo Gral. Gestido en 1967 y la asunción del
vicepresidente Jorge Pacheco Areco, proyectaron las bases de un nuevo
relacionamiento con la sociedad caracterizado por el autoritarismo. Todas las
facciones se proclamaron batllistas, desde Jorge Batlle, Pacheco Areco y Amílcar
Vasconcellos entre otros.
El batllismo postdictadura se enfrentó a una encrucijada. La relación histórica entre
el Batllismo y la sociedad se habia roto con la crisis en la década del 50. Vuelta la
democracia, el presidente Julio María Sanguinetti primero y el presidente Jorge
Batlle después, aunque de formas y contenidos distintos han insistido en este tema.
Sin embargo la sociedad se perfila con el Batllismo de Don Pepe y no con las
variantes.
Se debe tomar en cuenta la alusión a la “batllistización de la izquierda” con un líder
batllista confeso como lo fue el Gral. Líber Seregni.
Dr. Jorge Batlle
Dr. Julio María
Sanguinetti
10. Los enfrentamientos entre caudillos y
doctores fueron frecuentes a lo largo
del siglo XIX. Fue Luis Alberto de
Herrera el que hizo el puente entre
ambas interpretaciones.
El Herrerismo afirmó ciertos ejes
ideológicos. Tenía una propuesta
antiestatista, defensora del rol del
mercado y de la iniciativa
privada, desconfianza a los impuestos
y al crecimiento del Estado, un
ruralismo radical y popular y una
militancia política democrática y
liberal. Sus ideas están constituídas
por un firme nacionalismo vinculado
a una política exterior de circulos
concéntricos.
El liderazgo de Herrera trajo como
consecuencia reacciones opuestas
dentro del partido.
Luis Alberto de Herrera
11. En 1933 se produjo el golpe de Estado de Gabriel Terra, el cuel fue apoyado por
Luis Alberto de Herrera. En la década del 40 el Herrerismo perdió su influencia
y debió comenzar una lenta etapa de reconstrucción de su electorado. La crisis
económica de la década del 50 y sobre todo la constatación del agotamiento
político del Batllismo, terminaron por reconciliar a todo el campo nacionalista.
Cabe destacar la figura de Wilson Ferreira Aldunate, nacionalista independiente
quién estaba convencido de que el éxito de su carrera pasaba por la renovación y
no por la restauración.
Se presenta en 1971 con la fórmula presidencial Ferreira Aldunate-Carlos Julio
Pereyra. No apoyó el golpe de Estado en el ‘73 y se vió obligado a exiliarse
realizando una dura campaña contra la dictadura militar, lo que lo convirtió en
un líder indiscutible del Partido Nacional.
Dr. Gabriel
Terra
Wilson
Ferreira
Aldunate
12. La muerte de Wilson Ferreira Aldunate
dejó el campo abierto a la competencia
entre los candidatos Luis Alberto
Lacalle, Carlos Julio Pereyra y Alberto
Zumarán. En las elecciones del ‘89 gana
Luis Alberto Lacalle. De esta manera, en
los 90, el “neoherrerismo” recupera la
ideología y política del partido. En
1999, Lacalle trató de retomar su papel
conductor pero perdió en la primera
vuelta de las elecciones. Las acusaciones
de corrupción tras el ejercicio de su
gobierno y el no surgimiento de figuras
nuevas llevaron a ese resultado.
En las elecciones del 2004 surgió el
liderazgo de Jorge Larrañaga, no
herrerista, con su grupo Alianza
Nacional, pero pierde las elecciones ante
el candidato del Frente Amplio, Tabaré
Vázquez. En las elecciones del 2009, Luis
Alberto Lacalle gana las internas pero
pierde ante el candidato del Frente
Amplio, José Mujica.
Dr. Luis Alberto Lacalle
13. La izquierda uruguaya también tiene
sus raíces en el siglo XIX, vinculada a
los orígenes de los primeros
sindicatos, producto de la
inmigración europea, que trajeron
consigo las ideas anarquistas y
socialistas. A fines del siglo XIX
surge el Partido Socialista y dentro
de él, la figura de Emilio Frugoni.
Existían ciertas similitudes entre la
ideología de Frugoni y la de Batlle y
Ordoñez, como por ejemplo las
reformas laborales (jornada de 8
horas, prohibición del trabajo a
menores de 14 años, salario mínimo)
y los cambios propuestos en el
Código Civil y Penal (igualdad civil
para ambos sexos, para los hijos
legítimos e ilegítimos, limitación del
derecho de herencia).
Dr. Emilio Frugoni
14. El impacto de la revolución rusa en 1917 llevó a la ruptura del
Partido Socialista y el surgimiento del Partido Comunista en 1921.
Tampoco las izquierdas se unían frente a los golpes de Estado o
los autoritarismos políticos. El Partido Socialista acentuó su
acción en la esfera parlamentaria, como portavoz de las
demandas sociales. Adquirió un perfil político intransigente y
con gran sentido crítico del estatismo batllista como frente a los
gremios de los comunistas. Combatió duramente el régimen
soviético, identificándose con el liberalismo político. El Partido
Comunista por su parte, extendió su influencia sobre los gremios
y sindicatos. Buscó ligar su ascendencia sindical con una política
de acuerdos nacionales. Al iniciarse la Guerra Fría ambos
partidos adoptan posturas contrarias: los socialistas defenderán
las democracias occidentales frente al totalitarismo soviético y
los comunistas tomarán posiciones antiimperialistas.
El proceso de “desestalinización” de la URSS llevará a un
acercamiento del Partido Comunista uruguayo con el Partido
Socialista.
15. “Movimiento de Liberación Nacional,
Tupamaros” surgió en 1965, de la unión de
sectores de partidos de izquierda y la
organización de los cañeros de Bella Unión
liderados por Raúl Sendic. Este movimiento
consideraba la lucha armada como la única vía
posible para una revolución que modificara la
sociedad uruguaya. Algunas de las acciones
del MLN gozaron de cierta popularidad a nivel
social mientras que otras fueron apreciadas
negativamente.
16. En 1971 se dio la unidad de la izquierda
con la creación del Frente Amplio. El
Partido Demócrata Cristiano, la lista de
Zelmar Michelini y el Movimiento
Blanco Popular y Progresista
convocaron para la constitución del
Frente Amplio como nueva fuerza
política. También se adhirieron partidos
de izquierda: Partido Comunista,
Partido Socialista, grupos que habian
pertenecido a los partidos tradicionales y
gente joven descreída de los partidos
existentes. En ese mismo año se presenta
el Gral. Liber Seregni como candidato a
la presidencia, obteniendo el 18% de los
votos Gral. Liber Seregni
17. Esta nueva creación apenas había
podido desarrollarse cuando
sobrevino el golpe de Estado de
1973. La dictadura militar atacó
los cimientos de las
organizaciones de izquierda.
En 1989 el Frente gana por
primera vez la Intendencia de
Montevideo y surgen nuevos
líderes, como Tabaré Vázquez, el
futuro sucesor del Gral Seregni.
Convertido en una especie de
“partido popular” busca ser la
referencia como “cultura de los
pobres”, “de las clases
medias”, “de la solidaridad”, “del
excluido”. A partir de este
momento el Frente crecerá
electoralmente hasta ganar las
elecciones presidenciales en 2004
por primera vez.
Dr.
Tabaré
Vázquez
José
Alberto
Mujica
18. La historia política del Uruguay puede ser considerada como la
historia de todos sus partidos.
Existen tres principales características de la historia política
uruguaya: los logros y las dificultades de los partidos políticos
que presentan fuertes rasgos de permanencia, la configuración
definitiva de los partidos políticos modernos entre 1910 y 1934 y
la importancia de los partidos dentro del Estado y para la
sociedad.
La dictadura militar iniciada en 1973 no pudo borrar las
identidades partidarias ni su sistema de lealtades entre el pueblo.
Continuidad y fortalecimiento del tradicionalismo político. El
sufragio popular mostró el arraigo que poseían.
Bipartidismo electoral (hasta 1971) y multipartidismo interno
Policlasisismo marcado y solución a los problemas sociales.