El documento discute las razones por las que Colombia es un país pobre a pesar de sus abundantes recursos naturales. Señala que la falta de solidaridad, disciplina y corrupción política han permitido que las potencias mundiales se aprovechen de los recursos colombianos. Propone que Colombia podría ser más próspera si mejorara su sistema educativo para fomentar la disciplina, la formación y la autonomía entre los jóvenes, como lo han hecho países como Japón y Suiza.