Entre 1868 y 1874, España pasó por un período de inestabilidad política e incertidumbre económica. En 1868, la Reina Isabel II fue forzada a abandonar el trono debido a las protestas, dando inicio a la Revolución Gloriosa. Se formó un gobierno provisional y se buscó un nuevo rey, eligiendo a Amadeo I de Saboya en 1871. Sin embargo, Amadeo I no logró ganar apoyo y abdicó en 1873, proclamándose la Primera República Española.