San Martín soñó con la independencia del Perú mientras descansaba bajo una palmera. En su sueño, vio un país grande, libre y próspero bajo una bandera roja y blanca. Inspirado por esta visión, diseñó la bandera peruana usando esos colores para representar la futura nación independiente. Luego, dirigió la Expedición Libertadora del Perú que desembarcó en Paracas y eventualmente declaró la independencia del Perú en Lima.