La industria hotelera en México estuvo influenciada por la cultura europea traída por los conquistadores españoles. Durante la colonia, la nobleza y dignatarios se alojaban en casas de familiares y conventos, mientras que mercaderes y carreteros se alojaban en mesones con malos servicios y varias personas por habitación. Los mesones y ventas ostentaban la imagen de un santo patrono y llevaban su nombre, mientras que en Europa se identificaban con una rama o listón verde en la entrada.