El documento habla sobre la transición energética de Barcelona hacia un modelo más sostenible. Señala que las ciudades son responsables del 75% del consumo de energía y el 80% de las emisiones de CO2, principalmente debido a la climatización y el transporte. Argumenta que es necesario reducir la dependencia de los combustibles fósiles y lograr ciudades libres de ellos a través del compromiso colectivo. También menciona la importancia de la eficiencia energética en edificios, la movilidad sostenible y la electrificación del transport