El estudiante se describe a sí mismo como una persona responsable, puntual y honesta que valora la discreción y el respeto hacia los demás. Se considera sincero y respetuoso, y no le gustan las injusticias, por lo que trata de ayudar a los demás cuando puede. Aprecia a sus verdaderos amigos y a sus padres, quienes lo han apoyado e inculcado valores como la responsabilidad, el respeto y la honestidad.