El documento propone varias estrategias para fortalecer la economía social y productiva de un país, incluyendo satisfacer las necesidades básicas a través del trabajo justo y equitativo, fortalecer las cooperativas y redes de economía social, estimular formas de propiedad social, concentrarse en cadenas productivas con ventajas comparativas, promover la productividad, apoyar la pequeña y mediana industria, identificar y usar el talento humano, y vincular las habilidades con las necesidades nacionales y regionales.