Las sustancias químicas se pueden clasificar en varias categorías según su peligrosidad, incluyendo sustancias inflamables como la gasolina y el metanol, comburentes como el oxígeno, explosivas como los aerosoles, tóxicas como el metanol y los quitamanchas, nocivas como muchos disolventes, irritantes como la lejía y el amoniaco, corrosivas como los ácidos y álcalis, y peligrosas para el medio ambiente como los CFCs.