El documento describe el origen de los nombres propios. Tradicionalmente, los nombres contenían cualidades que se esperaba que la persona tuviera y marcaban su origen. Algunas culturas usan el nombre del padre seguido de partículas como "ibn". En la Roma antigua, los nombres consistían en un prenombre personal, un nomen de la estirpe y un cognomen que distinguía ramas familiares, a veces con un agnomen honorífico. Los nombres modernos tienen diversas fuentes como la Biblia, la mitología grecolatina