La Primera República Española sufrió una gran inestabilidad política con cuatro presidentes en su primer año, problemas económicos y conflictos armados. La división entre los partidarios de una república unitaria frente a los defensores de un modelo federal, sumada a la insurrección cantonal de sectores radicales, llevó al fracaso del intento de establecer la república. Finalmente, la monarquía fue restaurada con la llegada de Alfonso XII al trono.