El principio de Arquímedes establece que todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso del fluido desalojado. La explicación de este principio consta de dos partes: 1) el estudio de las fuerzas sobre una porción de fluido en equilibrio, y 2) la sustitución de dicha porción por un cuerpo sólido de igual forma y tamaño.