Arthur Holly Compton realizó experimentos en 1920 que confirmaron la naturaleza cuántica de los rayos X al describir el efecto de la dispersión de los rayos X al colisionar con electrones. Sus descubrimientos tuvieron aplicaciones en el desarrollo de técnicas médicas como la radiografía y tomografía computarizada. Compton recibió el Premio Nobel de Física en 1927 por su trabajo sobre la dispersión de los rayos X que lleva su nombre.