La novela A la Costa de Luis A. Martínez cuenta la historia del doctor Jacinto Ramírez, un abogado de clase media que recuerda los eventos trágicos de su pasado. Su hijo Salvador conoce a Luciano Pérez en la universidad y se hacen amigos, a pesar de sus diferencias. Sin embargo, los chismes de la beata Rosaura sobre el enamoramiento de Mariana, la hija de Jacinto, con Luciano, obligan a Salvador a terminar su amistad. Esto lleva a conflictos familiares y marca el inicio de la
La obra literaria ecuatoriana a la costa escrita por Luis Alfredo Martínez y publicada en 1904 es una obra maestra que trata de describir como el costumbrismo de la sociedad ecuatoriana, es decir la forma única de pensar de los habitantes de cada región
Presentación de la conferencia sobre la basílica de San Pedro en el Vaticano realizada en el Ateneo Cultural y Mercantil de Onda el jueves 2 de mayo de 2024.
Ponencia en I SEMINARIO SOBRE LA APLICABILIDAD DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA. 3 de junio de 2024. Facultad de Estudios Sociales y Trabajo, Universidad de Málaga.
La Unidad Eudista de Espiritualidad se complace en poner a su disposición el siguiente Triduo Eudista, que tiene como propósito ofrecer tres breves meditaciones sobre Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María. En cada día encuentran una oración inicial, una meditación y una oración final.
Durante el período citado se sucedieron tres presidencias radicales a cargo de Hipólito Yrigoyen (1916-1922),
Marcelo T. de Alvear (1922-1928) y la segunda presidencia de Yrigoyen, a partir de 1928 la cual fue
interrumpida por el golpe de estado de 1930. Entre 1916 y 1922, el primer gobierno radical enfrentó el
desafío que significaba gobernar respetando las reglas del juego democrático e impulsando, al mismo
tiempo, las medidas que aseguraran la concreción de los intereses de los diferentes grupos sociales que
habían apoyado al radicalismo.
1. UNIVERSIDADTECNICA DE MACHALA
UNIDAD ACADEMICA DE CIENCIAS QUIMICAS Y DE LA SALUD
CARRERA DE CIENCIAS MÉDICAS
PRIMER SEMESTRE/ PARALELO “A”
ESTUDIANTE:
KRYSTEL MAYTE SURATI ALVARADO
ASIGNATURA:
EXPRESION ORAL Y ESCRITA
DOCENTE:
ING. RAMIRO QUEZADA SARMIENTO
EL ORO – MACHALA
2016
2. INTRODUCION
En nuestropaís ha existidosiempreunaespeciede confrontación Costa – Sierra, aunque en la
actualidad no esta tan marcada como hace varios años; esta realidad fue muy evidente en la
denominada revolución liberal a finales del siglo XIX, en donde se enfrentaron los
conservadores (integrado mayormente por personas de la sierra) contra los liberales (la
mayoría gente de la costa).
Esto también se dio a nivel de gobierno, ya que se iban alternando de acuerdo a la corriente
política liberal o conservadora que prevalecía en ese momento. Es lógico pensar que esta
realidad también influía en la vida de las personas que vivían en esa época, inclusive en los
autores literarios como es el caso de Luis A Martínez que aprovechó este contexto para
escribir una de sus icónicas novelas, A la Costa.
“La novela A la Costa de Luis A. Martínez es un texto clásico de la tradición literaria
ecuatoriana, que representa la transición literaria de nuestro Romanticismo hacia lo que,
entrado el siglo XX, será el llamado Realismo Social” (prólogo novela A la Costa, colección
Media Luna).
“Luis A Martínez (Ambato, 1869 – 1909), fue un intelectual imbuido del espíritu Libertario y
comprometidode losrománticosdel sigloXIX,unartistaque combinolapinturay la narrativa”
(prólogo novela A la Costa, colección Media Luna).
Cada uno de los personajes tiene algo que contar en esta obra, pero principalmente las
vicisitudes por las que tiene que atravesar el personaje de salvador, cuyos momentos de
felicidadfueronmenosque losde tristezaysacrificios.Eneste trabajo haré un condensado de
lo que trata esta magnífica novela y su influencia en la sociedad Ecuatoriana.
3. OBJETIVO GENERAL
Sintetizar el argumento de la obra “A la Costa” de Luis A. Martínez, a través de la
identificación de sus personajes y de sus acciones principales, con el fin de entender el
contexto en el que fue realizada dicha novela.
4. DESARROLLO (esquema y resumen)
Familia Ramírez de
Clase media
Doctor Jacinto y
sus padres
fallecidos
Rosaura informa el
enamoramiento de
Mariana con Luciano
Rosaura visitaba
mucho a los Ramirez
Dr. Ramírez se
enferma y muere
Empieza la
Revolución Liberal
La batallade San
Miguel de Chimbo
Salvador viaja a la
Costa
Dos amigos se
despiden
Salvador conoce a
Don Roberto y a su
hija Consuelo
Empieza la cosecha
de cacao en la
Hacienda
Forma familia con Doña Camila
Sacrificios al estudiar
Su hijo Salvador se hace amigo de Luciano
Doña Camila se hace amiga de la beata Rosaura
Camila enfrenta a su hija
A Salvador le prohíben su amistad con Luciano
Mariana ataco a Doña Rosaura por chismosa
Don Jacinto perdía clientela
Mariana conoce al padre Justiniano
Salvador consigue trabajo
Salvador se enlista en el ejército conservador
Luciano se enlista en el ejército Liberal
Batalla ganada por los liberales
Luciano evita que maten a Salvador
Se encuentra con Luciano y avanza hasta Babahoyo
Los dos amigos llegan a Guayaquil
Luciano viaja a Europa
Salvador llega a trabajar a la Hacienda “El Bejucal”
Se casan Consueloy
Salvador
El administrador Fajardo odia a Salvador
Salvador se enferma y es cuidado por Consuelo
El dueñodonAntoniose ofrece de padrino de bodas
Don Roberto es asesinado
Salvador es el administrador de la hacienda
Salvador enferma gravemente y muere en brazos de
Luciano
5. RESUMEN
El doctor Jacinto Ramírez, es un abogado que en cierta mañana de agosto empezó a
tener recuerdos que lo llevaron a una profunda preocupación y tristeza; entre esos
recuerdos estaba lo que había sucedido 22 años atrás (16 de Agosto de 1868), cuando
él estudiaba leyes en la universidad de Quito, pero mientras tanto en la provincia de
Imbabura ocurría un terremoto. Esto lo obligó a salir de Quito para llegar a Ibarra y ver
como estaba su familia ya que según los rumores todo estaba destruido.
Lamentablemente cuando llego a su destino descubrió que toda su familia había
muerto por el cataclismo antes mencionado, además fue testigo de ver como esa
ciudad quedo en ruinas e inclusive el paisaje había cambiado porque no había quedado
ningún árbol en pie; el sacó fuerzas para recuperar los cuerpos de su padre, madre y
hermanos de los escombros y darles cristiana sepultura, sin embargo todo esto lo
recuerda con tanta fuerza que le estremece el alma.
Recordaba que después de todo esto tuvo que seguir estudiando con mucho sacrificio
y penurias económicas, apenas le ayudaba un cura de la costa que era pariente y que
le enviaba diez pesos mensuales. Por esta razón se privó de las diversiones de la
juventud pero se lució en sus notas y obtuvo un puntaje sobresaliente cuando se
graduó de abogado a pesar que no tuvo ni para comprar una botella de vino y festejar
con sus maestros y compañeros. Empezó ahorrando algo de dinero cuando ganaba
ciertos casos como profesional de la ley y poco después se hizo de una fama producto
de su excelente labor de abogado, lo que hizo que salga de la pobreza.
Con el pasar de los años conoció a una mujer llamada Camila Quiroz a quien defendió
en un caso de herencia y se enamoró de ella; al poco tiempo de casarse la señora
Camila se revelo como una persona exageradamente religiosa y muy fanática de las
estrictas tradiciones familiares. El doctor Ramírez también iba por la misma línea
religiosa y era intransigente en sus actos, lo que redundó en una educación impartida a
sus hijos Salvador y Mariana también de carácter estrictamente religioso, quienes por
lógica no pudieron disfrutar de las alegrías sanas y excesivas de la niñez. Salvador era
un niño demasiado tranquilo aplicado al estudio pero odiado por sus compañeros,
pero en Mariana sus ansias de conocer el mundo peleaban con la educación que había
recibido.
Cuando Salvador Ramírez cumplió los 18 años se graduó de bachiller en filosofía con
las mejores notas y su padre asistió a su examen final alegrándose de cómo se
desempeñaba su vástago; después de terminado este examen los profesores y demás
compañeros seguían debatiendo sobre el tema de la evaluación de grado, había sido
interesante.
La familia Ramírez era de clase media, pero con los ingresos suficientes para poder
subsistir con relativa comodidad. Cierto día don Jacinto tuvo nuevos temores e
imaginaba qué pasaría si él le llegara a faltar a sus seres queridos, porque sabía que a
6. pesar de las estrictas tradiciones familiares y religiosas no se iban a poder defender
frente a la dura sociedad. Tenía miedo de que su hija termine en un burdel o su hijo en
la cárcel o el patíbulo, además sabía que la ley se aplicaba sin piedad a los pobres y no
a los ricos.
Salvador en la Universidad conoció a un joven provinciano llamado Luciano Pérez, que
en físico y en carácter era muy diferente a él. Salvador era rubio pero se lo veía pálido,
débil y enfermizo, Luciano en cambio era alto, fuerte y robusto; Salvador era callado,
tranquilo y sumiso pero Luciano era rebelde, enérgico y seguro de sus actos, sin
embargo a pesar de estas diferencias se hicieron los mejores amigos. En sus múltiples
discusiones civilizadas se revelaba a Salvador como un conservador por tradición a
diferencia de Luciano que simpatizaba con el liberalismo gritándolo a los cuatro
vientos.
Doña Camila debido a su carácter tenía muy pocas amistades, entre ellas a doña
Rosaura Valle, vieja beata solterona que odia la belleza, la juventud y la alegría, pero
tiene un pasado oscuro ya que de joven fue seducida y abandonada por un estudiante
de provincia y después se entregó a la prostitución, lo que oculta con su falsa vida
religiosa y estando pendiente de la vida de los demás. Apenas conoció a Mariana le
cayó mal y trataba de convencer a su madre que la meta a un convento; no tardó
tampoco en hablar mal del amigo de Salvador, Luciano, y decir que andaba interesado
sentimentalmente en Mariana, ante lo cual estalló en rabia doña Camila; Rosaura
odiaba a Luciano porque era el hijo de quien le había engañado en su juventud años
atrás.
Antes de estos chismes Luciano ya le había caído bien a la familia Ramírez aunque no
tanto al principio, y apenas conoció a Mariana se enamoraron inmediatamente en
secreto y se mantenían así a pesar que no podían hablar a solas y decirse lo que
sentían; cuando los comentarios de Rosaura hicieron efecto, doña Camila primero
conversó con su esposo y después llamó a gritos enojadísima a su hija para preguntarle
si era cierto lo del enamoramiento. Ella al principio se quedó callada pero ante el
nuevo interrogatorio le sobrevino un ataque de histerismo, del cual sufría desde la
pubertad, y declaró la verdad en tono desafiante afirmando que sí estaba enamorada
de Luciano, y además que ya estaba cansada del tipo de vida que llevaba en su casa y
que habían echado a perder como persona a su hermano Salvador; al escuchar los
gritos don Jacinto se asomó y su hija se lanzó a sus brazos pidiendo que la defienda de
su madre, pero él se quedó pálido de la impresión y no sabía qué hacer frente a esta
situación, lo que nuevamente le recordó lo de su familia muerta en el terremoto.
La hacienda Huaico es una de las más productivas de la provincia y su dueño es don
Lorenzo Pérez y Escobar, padre de Luciano, y era feliz con sus actividades en el campo,
además era culto y algo ilustrado; su familia estaba conformada por su esposa Lucía
Ibáñez y sus dos hijos, Luciano y Eugenia. Luciano apenas terminó el colegio fue
enviado a estudiar leyes a Quito, pero esa carrera no era muy de su agrado; nunca
tuvo tiempo de romances en la época del colegio pero cuando conoció a Mariana se
enamoró por primera vez.
7. Debido a los chismes de doña Rosaura y a las exigencias de doña Camila, Salvador se
vio obligado a romper su amistad con Luciano y la noche anterior a realizar esto
prácticamente no pudo conciliar el sueño. Al otro día fue temprano a casa de su amigo
ante lo cual él se sorprendió y le invita a tomar un café; después de pensarlo tanto
Salvador le dijo que tenían que terminar su amistad por motivos ajenos a su voluntad,
pero ante la insistencia de Luciano por saber el motivo por fin le dijo que era un pedido
de su madre. Luciano también le confesó a Salvador que amaba a su hermana pero
que era una persona de bien y no había causa para que doña Camila lo odie tanto; al
final los dos amigos se despidieron tristemente para no verse más.
Rosaura ya visitaba frecuentemente la casa de los Ramírez porque era invitada especial
de doña Camila y se dedicaban a conversar sobre asuntos religiosos y a andar
comentando sobre asuntos escandalosos que no les competía. Doña Rosaura admira
mucho a un tal Padre Justiniano y piensa asistir a los famosos ejercicios del Tejar, ante
lo cual doña Camila le pide que acompañe a su hija para que recapacite sobre lo
sucedido con Luciano; como Mariana pasa encerrada en su cuarto, la beata Rosaura va
a buscarla por petición de su madre para que le ayude a entrar en razón. Dicho cuarto
en vez de parecer de una joven alegre y llena de vida estaba completamente
descuidado, y al ver que entró doña Rosaura la saludó de mala gana y después de
escuchar algunas palabras de ella se dio cuenta que había sido la persona que trajo
chismes a su hogar con respecto a Luciano; en ese momento se puso fúrica y empezó a
insultarla tildándola de chismosa, vieja deslenguada y traga hostias y ordenándole que
calle y no hable mal de ese buen hombre. Terminó por sacarla a empujones de su
cuarto y se volvió a encerrar a llorar, después sus padres trataron de calmarla pero
más pudo consolarla Salvador al anochecer con su infinito amor de hermano.
Con el pasar del tiempo se graduaban más abogados e inclusive de mayor fama pero
no necesariamente honrados, lo que provocó que el trabajo y los ingresos económicos
de don Jacinto empezaran a disminuir, por lo que empezó a pensar si mejor trabajaba
en agricultura, comercio o la magistratura; para las dos primeras no tenía experiencia
ni capital, y para la tercera no quería pedir favores a nadie ni dar a conocer sus
necesidades. A la larga no pudo conseguir otro trabajo y poco a poco se notaba el
descuido en su casa, en sus ropas, en su mesa, en otras palabras la pobreza estaba
llegando a su familia; Salvador en algo ayudaba dando clases particulares de francés
pero su madre se gastaba todo en ayudas y gastos religiosos, mientras tanto Mariana
pensaba en Luciano que hacía meses que no aparecía y se pasaba leyendo cartas suyas
que le llegaron a escondidas.
Luciano recordaba que el día que Salvador terminó su amistad y dio una aparente
explicación, se dio cuenta que las causas eran de los más absurdas ya que las familias
quiteñas menospreciaban a los provincianos, los creían inferiores, aunque algunas de
esas familias “de bien” también tenían orígenes en provincia; es así que se fue
encaprichando de tal manera que si alguna vez pensó en hacerla su esposa a Mariana
pues ahora la iba a hacer su querida. Empezó a enviar cartas amorosas de forma
clandestina haciendo que en ella despierte la pasión y siga creciendo su amor por él, y
8. un día ella contestó con otra carta pidiéndole que la saque de su casa para huir juntos,
ante lo cual Luciano pensó si valía la pena hacer eso, aunque la quisiera de verdad.
Tiempo después Mariana yendo a misa pasó frente a la casa de Luciano y una fuerza
invisible la llevó hacia adentro e inclusive entró al cuarto de él, sorprendiéndolo,
pidiéndole perdón por el atrevimiento y preguntándole por qué no le había contestado
esa última carta. Al final terminaron entregándose y consumando su amor.
El Dr. Ramírez al regresar de Guallabamba enfermó y un médico le diagnosticó un mal
del hígado recetándole una mezcla medicinal y se fue, pero lamentablemente después
de 3 horas el paciente empeoró, ante lo que Salvador buscó otro médico en Quito el
cual se dio cuenta del mal diagnóstico del primero, y le inyectó quinina para salvarlo
aunque temía que lo hayan buscado demasiado tarde. El buen galeno quedó cuidando
al paciente para ver su reacción pero desafortunadamente don Jacinto falleció cerca
de la 1 de la mañana; la desgracia se completó para la familia ya que aparte de la
pobreza campante acababa de morir el principal sostenedor económico del hogar. La
más desconsolada era Mariana porque tenía remordimiento por su entrega carnal a
Luciano y recordaba que su padre falleció creyéndola pura y virgen, le sobrevinieron
convulsiones pero fue socorrida por su familia y el médico.
En Luciano había una lucha interna, por un lado se sentía triunfador por haber poseído
a Mariana pero por otro lado se sentía triste porque ya no existía esa mujer pura y
casta de la cual se había enamorado; sabía que por su juventud, por su ímpetu, por sus
ganas de vivir se dejó vencer por la pasión carnal, pero al mismo tiempo se reprochaba
que por ser caballero tuvo que haber respetado ese amor puro que tenía por ella,
además sentía que había traicionado a Salvador y a don Jacinto. Cuando supo de la
muerte de este último no se resistió y fue a la casa de duelo encontrando a su antiguo
amigo sentado agobiado por la pena; lo abrazó en silencio mientras su conciencia lo
acusaba por lo cometido con Mariana. Después regresó para el entierro ayudando a
cinco clientes o amigos del abogado a cargar su féretro hacia el cementerio, mientras
que en el rincón más oscuro de la casa quedaron abrazados y llorando la viuda y sus
hijos.
Después de la muerte del doctor se presentó la necesidad urgente de sustentar
económicamente a la familia Ramírez y ya no había amigos a quien pedir ayuda, hasta
empeñaron o vendieron a precio baratísimo muchos objetos de la casa; de vez en
cuando los visitaba doña Rosaura pero no a consolarlos sino a enterarse de alguna
novedad para después chismear a gusto. Salvador tuvo que convertirse en el jefe de
familia y tenía que velar por ellos, así que luego de buscar trabajo lo consiguió donde
un magistrado amigo de su difunto padre por un sueldo mensual de 30 sucres; su
mamá se alegró por esto pero Mariana en cambio se había vuelto reservada y
silenciosa, producto del pecado cometido. Luciano quería ver de nuevo a Mariana
porque estaba más enamorado que nunca pero ella no se dejaba a pesar que lo seguía
adorando.
Pasado el tiempo llegó el momento en que Mariana acompañada de doña Rosaura
ingresaban a los “Ejercicios del Tejar”, el cuarto que le tocó a Mariana era pequeño,
9. oscuro y desmantelado, y la primera noche durmió muy poco por pensar en Luciano;
una de las tantas rutinas era ir a la Iglesia a escuchar misa y largos sermones, en una de
los cuales conoció al padre Justiniano, famoso por ser excelente orador, joven y
atractivo, prácticamente un ídolo de las devotas, y Mariana también se sintió atraída
por el fraile, tal vez creyendo encontrar en él un santo curador de almas pecadoras. En
una tarde tocó escuchar el sermón del Infierno dado por el predicador de turno, ahí
Mariana lloraba, gritaba recordando lo que había hecho, hasta se imaginaba al infierno
en llamas con Luciano ahí presente y finalmente se desmayó.
Al día siguiente después de la misa le tocó el sermón del Juicio al padre Justiniano,
cuyas palabras nuevamente fueron admiradas por Mariana, ella estaba demasiado
emocionada y a él lo veía como un verdadero arcángel que le podría dar el perdón de
su pecado.
Luciano decidió regresar a la hacienda Huaico propiedad de sus padres y volvió a
descubrir el hermoso paisaje que la rodeaba; al principio su papa se molestó un poco
porque quería que su hijo sea un profesional en la capital pero terminó aceptando su
regreso, cosa distinta fueron su mamá y su hermanita que se alegraron en demasía. A
la mañana siguiente le llevaron el desayuno a su cuarto y se dio cuenta que su familia
era perfecta, posteriormente salió al campo con su papá y decidió que ese tipo de vida
era la suya y no la falsa e hipócrita vida de la ciudad; poco a poco se iba olvidando de
su amada Mariana.
En el Ecuador ya había comenzado el fuego revolucionario a raíz del asunto del
“Esmeralda” y el presidente renunció a su puesto dejando a dos ideas contrarias
enfrentándose, juventud libre contra vejez caduca; en Quito cayó como una bomba la
noticia de la Revolución Liberal del 5 de Junio y el clero sintió miedo de perder el poder
de siglos. Con todo esto Salvador ya había perdido su empleo y nuevamente se vio
pobre y su mamá reclutaba soldados para defender a los religiosos; con el tiempo
Mariana ya se había enamorado del padre Justiniano e inclusive doña Rosaura le dijo a
ella que era la devota preferida de él y quedaron de acuerdo en que ambos se vean en
casa de Rosaura para evitar los chismes.
Tiempo después Salvador se hizo militar y fue a su casa a ver ropa y despedirse de su
familia pero como su mamá no estaba sólo lo hizo de Mariana con un fuerte abrazo y
llorando. Resulta que también Luciano se enlistó pero en las filas revolucionarias por lo
que se despidió de sus padres, de su hermana y de su hacienda.
Mariana quedó muy triste con la partida de su hermano a la guerra, su casa estaba en
ruinas y su madre sólo pasaba ocupada con asuntos político-religiosos; pronto llegó el
día de la cita con el padre Justiniano pero por alguna razón misteriosa ya no se sentía
animada como antes, pero se dejó convencer por doña Rosaura y ésta se la llevó hacia
su casa donde le esperaba el fraile. Los dejó encerrados con llave y en la noche regresó
para ver que el religioso había cumplido su objetivo, violar a Mariana, el padre no era
más que un sátiro disfrazado de ángel; Rosaura se atrevió a decirle que era mejor ser la
10. querida de un futuro obispo que la esposa de un hereje como Luciano, y que se iban a
solucionar sus problemas económicos.
Parte del ejército liberal (en el cual se encontraba Luciano) ocupó San Miguel de
Chimbo, mientras que los enemigos conservadores avanzaban desde Guaranda; a la
mañana siguiente empezó la batalla que al inicio la estaban ganando los conservadores
pero en la tarde al llegar los refuerzos fue la victoria para los liberales. Un pequeño
grupo de conservadores no pudo huir y se vieron rodeados por el fuego liberal, en el
cual Luciano alcanzó a ver que estaba presente su amigo Salvador e impidió que lo
maten inclusive atacando a uno de sus compañeros liberales y terminando con su vida.
Algunos sobrevivientes se pusieron a comer y a beber en una taberna, entre ellos se
veía a Luciano y a Salvador, quien aún no comprendía como es que su amigo de antes
lo salvó y si era prisionero de ellos o no; hacia la noche al calor de los tragos Salvador
renegaba de esa guerra, reprochándose por qué había dejado a su familia y poco a
poco transformó su pensamiento empezando a odiar a los pillos que viven de la
religión pero también diciéndole a Luciano que los jefes liberales no son tan santos que
digamos. De todas maneras Luciano se vio sorprendido por el cambio de Salvador.
Cuatro años después de la batalla de Chimbo, Salvador a lomo de mula empezó a bajar
de la Sierra a la Costa y paró a descansar en un pequeño hotel de Balzapamba, camino
de Guaranda a Babahoyo, y en la noche también llegó ahí un grupo de jinetes pidiendo
posada y alimento; cuando uno de ellos gritó, Salvador reconoció esa voz y salió a ver
quién era, y resultó ser su amigo Luciano quien iba camino a Europa, se abrazaron y se
sentaron a comer y beber y a contar sus penurias. Salvador bajaba a la Costa a trabajar
en una hacienda de cacao ya que en Quito no había trabajo o los que tuvo no le
ayudaron a salir de la pobreza que cubrió a su familia, y también se sentía muy
decepcionado porque su hermana Mariana fue corrompida por un fraile con fama de
santo, había tenido un hijo de él y ejercía la prostitución; tanto odiaba la vida que llevó
en Quito cuando antes defendía a los religiosos que Luciano lo escuchaba y no creía en
ese cambio.
Los dos amigos al día siguiente emprendieron el viaje, Luciano con todas las
comodidades a cuestas y Salvador con equipaje pobre pero con todas las ganas de
hacer fortuna, a su alrededor el paisaje iba cambiando hasta aparecer el cacao, el café,
el plátano, el mango, la piña y el árbol del pan, era un paisaje que prometía vida pero
también muerte porque ahí están las serpientes y las enfermedades como el
paludismo, el tétanos y la tisis. Por fin llegaron a Babahoyo, ciudad rica en
comerciantes y movimiento económico, y en la noche dejaron por un momento las
mulas y caballos para recorrer las orillas del río, dejándose sorprender por la hermosa
naturaleza.
En el vapor Chimborazo partieron a Guayaquil Salvador y Luciano a las ocho de la
mañana del día siguiente y en el viaje ellos veían admirados la belleza de ese paisaje
tropical; el río cada vez se hacía más ancho, señal de que estaban cerca al río Guayas y
por lo tanto a su destino temporal Guayaquil, ciudad llena de vida, de movimiento, de
11. trabajo, de edificios, de fábricas, en fin la capital de la Costa. Cuando llegaron al muelle
no dejaban de estar admirados, más que cuando estuvieron en Babahoyo.
Los dos amigos se quedaron tres días en Guayaquil y llegó el momento de despedirse
en el viejo muelle fiscal, lugar de donde zarparía otro vapor vía a Panamá; después de
darse un fuerte abrazo pensando en que tal vez nunca más se verían, Luciano subió al
vapor mientras Salvador recordaba a su destruida familia que dejó en Quito.
Inmediatamente regresó al lugar donde le esperaba una canoa para subir por el río
aprovechando la marea alta y en la noche ya estaban lejos de Guayaquil mientras
escuchaba a los remadores hablar de él diciendo que si sabrá trabajar en el monte; al
día siguiente ya estaban subiendo por el río Vinces, a orillas del cual estaba la hacienda
Bejucal, su lugar de destino.
Cuatro días duró el viaje en canoa, y Salvador ya estaba agobiado por el calor y
aburrido de la misma comida todos los días; el paisaje otra vez se había llenado de
cacao, café, plátano, ganado, cabañas de caña y casas de madera de las haciendas.
Salvador por fin llega al Bejucal, hacienda donde reina el cacao, donde fue recibido por
el administrador Fajardo, personaje de despiadado carácter y por algunos empleados
de la hacienda; Fajardo advirtió a Salvador que ser agricultor no era trabajo fácil para
quien sólo leía libros y lo envió a una casucha descuidada donde había muerto un
trabajador víctima de la “fiebre” para que descanse esa noche. Pronto Salvador
conoció a Roberto Gómez, ayudante del administrador, el cual lo llevó a su casa para
que no pase la noche en la pocilga que le había dado Fajardo y ahí también conoció a
su hija Consuelo, quien le pareció muy bonita y con la cual conversó un buen rato.
Al otro día muy temprano Fajardo y Gómez ya estaban tomando lista a los
trabajadores, y Salvador también había madrugado y esperaba a ver qué labor le
daban; después de comer Gómez lo llevó a lomo de mula hasta donde estaba la
cuadrilla de un peón llamado Rana, cruzaron el cacaotal interminable y por fin llegaron
a una pampa que lindaba con un bosque. Los peones desmontaban el terreno pero
Salvador no se bajó de su mula por miedo a las serpientes, y poco después fueron
víctimas de un ataque de avispas; terminada la tarde regresó a descansar todo
adolorido a la casa de Gómez.
La intención de Salvador era regresar a la casucha que le habían dado al principio y
arreglarla pero por falta de tiempo y dinero seguía en la casa de Gómez y de su hija
Consuelo; don Roberto no se oponía a que Salvador siga en su casa porque era una
persona civilizada con quien se podía charlar. En esa época del año tocaba redoblar el
trabajo y él se propuso aprender a manejar el machete y en algo lo logró después de
soportar ampollas, sangre, hormigas, avispas, mosquitos y el miedo a las culebras
venenosas; ya pronto se dio cuenta Salvador que esa vida en la hacienda no le iba a
llevar a ningún lado y encima tenía la antipatía del administrador Fajardo.
Gómez ante la curiosidad de Salvador le contó cómo llegó a ese lugar, pues había sido
estafado y tuvo que pasar por mil trabajos y penurias, hasta pasó por un ingenio al que
12. considera un infierno a pesar que pagan bien, y terminó laborando en el Bejucal en
donde por lo menos pasa resignado pero con el objetivo de sacar a su hija de ahí.
Llegaron las primeras lluvias de invierno en Navidad, lo que es bueno para las plantas,
pero según como don Roberto le explicaba a Salvador es malo para la gente, porque
las lluvias traían insectos y enfermedades; Fajardo aparte de decirle groserías siempre
le encomendaba las labores más penosas y peligrosas a Salvador quien ya estaba
cansado de esta situación, más cuando se dio cuenta que Fajardo andaba interesado
en Consuelo. Al poco tiempo Salvador enfermó de paludismo, deliraba y estaba
postrado y Fajardo lo recriminaba pensando que no se levantaba por borracho y
perezoso, ante lo cual Consuelo lo defendió furiosamente y lo cuidó hasta que se
levantó al tercer día; don Roberto ya se dio cuenta que se estaban enamorando pero
no le molestó esa situación.
Salvador todo débil volvió al trabajo a limpiar los cacaotales inundados por amenazas
de Fajardo en botarlo de la hacienda pero lamentablemente en la tarea murió su
compañero de trabajo el peón Rana por mordedura de una serpiente equis; en la
noche diez peones y Salvador, casi todos serranos, enfermaron de tifus pero Fajardo
no se interesó en el tema, inclusive quería que el quiteño muera y terminó diciendo a
don Roberto que le gustaba su hija para esposa. Varios días quedó Salvador bajo los
cuidados de Consuelo, lo que hizo que el amor entre los dos siga creciendo.
Después de los días de lluvia torrencial llegaron los de la cosecha, y todos en Bejucal
formaban parte de este acontecimiento, parecían días de fiesta; por esas fechas
también llegó el dueño de la hacienda, el señor Antonio Velásquez, a ver cómo iban los
trabajos en la misma y cuando lo observó a Salvador todo flaco y pálido escuchó las
quejas de éste en contra del administrador que inclusive no le pagó los días que estuvo
enfermo. Tanto fue así y después de saber que Salvador quería casarse con la hija de
Gómez, le ofreció trabajo en la tienda de la hacienda con un mejor sueldo y menos
cosas que hacer.
Don Antonio antes de regresar a Guayaquil se ofreció como padrino de la boda y
colaborar con los gastos, ante lo cual don Roberto aceptó encantado y que la pareja se
case en dos meses; Salvador estaba contento por su nuevo puesto de tendero y
llevaba un noviazgo tranquilo con Consuelo, pero seguía siendo objeto del odio de
Fajardo. Una noche en una pelea de borrachos, don Roberto por defender a su hija de
malos comentarios fue asesinado a puñaladas por alguien apodado “El Cortado”, quien
a su vez fue herido de disparos a manos de Salvador; Consuelo lloraba a gritos por el
dolor que le embargaba por la pérdida de su padre y dos días después camino a prisión
moría el asesino debido al tétanos.
Dos meses después regresó don Antonio Velásquez tal como lo había prometido para
lo de la boda y se enteró de la mala noticia, además Consuelo le contó que estaba
amenazada por Fajardo por no haberle aceptado una propuesta de matrimonio; al día
siguiente bajaron al pueblo donde un cura los casó a Consuelo y Salvador y esa misma
noche ya una vez de regreso a la hacienda consumaron su unión.
13. Mientras Fajardo fue enviado a trabajar a otra hacienda, Salvador disfrutaba de una
buena vida ya que había sido nombrado administrador del Bejucal y ganaba un buen
sueldo, del cual periódicamente le enviaba algo a su pobre madre que poco a poco
salía de la miseria que sufría en Quito; además se había convertido en un buen
administrador en las labores agrícolas que ni él mismo creía, y para completar su
felicidad Consuelo estaba embarazada.
Tiempo después Salvador amaneció con dolor en las piernas y a continuación una
parálisis que avanzaba lentamente y esa noche no pudo dormir; a la mañana siguiente
Consuelo se dio cuenta de la gravedad del caso y lo llevó en canoa al pueblo para de
allí embarcarse en un vapor que los lleve a Guayaquil, en donde los esperaba don
Antonio para llevarlos a una casita de Las Peñas y al enfermo hacerlo atender de 3
excelentes médicos quienes le diagnosticaron polineuritis palúdica, del cual sólo un
milagro lo podía salvar.
Pasaban las horas y Salvador agonizaba lentamente, la parálisis ya había llegado a su
rostro el cual mostraba angustia y terror y Consuelo estaba a su lado pendiente de lo
que necesitara, quiso el enfermo beber agua pero no pudo por la parálisis de la
tráquea; durante esa noche Salvador tuvo un poco de lucidez y por su mente pasaron
todos los momentos de su vida, su niñez, su familia, sus estudios, la guerra, su miseria
y su reciente felicidad, como un signo de que su vida pronto terminaría.
Al amanecer Consuelo despertó asustada y corrió a ver cómo seguía su esposo, pero la
sed y la flema lo estaban aniquilando; los médicos lograron darle agua con una sonda
pero se dieron cuenta que la muerte era inminente. Don Antonio como pago a su buen
trabajo en la hacienda le prometió a Salvador hacerse cargo económicamente de su
esposa, su futuro hijo y de su mamá, para que pueda morir tranquilo; a punto de morir
él pudo observar a través de la ventana un paisaje que mezclaba al río Guayas con el
nevado Chimborazo ya que el cielo estaba completamente despejado, lo que le trajo
recuerdos de la Sierra.
A las 4 de la tarde entró por sorpresa Luciano, quien había llegado de Europa el día
anterior y se había enterado de la enfermedad de Salvador, al cual abrazó con sollozos
y éste le encomendó a su esposa y a su madre y que le diga a Mariana que la
perdonaba; segundos después falleció con la mirada fija en el Chimborazo.
14. COMENTARIOPERSONAL ACERCA DE LA LECTURA
REALIZADA
En esta novela noté claramente que está ambientada en la época en la que vivió su
autor, evidentemente Luis A. Martínez tenía simpatía por la corriente liberal y la
condensó en la historia narrada por él, tanto así que detectaba cierta antipatía al
describir a los asuntos relacionados con lo religioso o que representase la forma de
vida que se llevaba en la Sierra. De alguna manera esto le dio mayor riqueza y
contraste a los personajes de “A la Costa”.
La vida es la suma equilibrada de momentos tristes y alegres, pero en lo que concierne
a la vida de Salvador, principal personaje, apenas la alegría apareció poco tiempo antes
de morir; posiblemente el autor nos está dando un mensaje: Que debemos de seguir
luchando día a día sacrificadamente porque tarde o temprano llegará la felicidad o el
éxito anhelado.
Las ideologías que enfrentaron a los personajes no sólo existieron en el pasado sino
que aún están presentes de manera diferente, tenemos que adaptarnos a estas
situaciones y discutir de manera civilizada y no llegar a las polémicas