Este breve artículo desarrolla el concepto de critarquía, sistema policéntrico donde juega un rol fundamental la igualdad ante la ley basada en los derechos naturales y la provisión competitiva de servicios de justicia y aplicación de la ley. De manera sencilla, el autor nos introduce a esta forma de orden político, completamente opuesto a las formas de poder actuales como el Estado moderno, dejándose en claro las diferencias entre el centralismo contra el pluralismo, la libertad contra la coacción institucional, el derecho natural frente a la legislación. Esta lectura es especialmente recomendada a aquellos que quieren indagar sobre antecedentes históricos de sociedades libres y prósperas, factor fundamental a la hora de reconstruir posibles alternativas al statu quo.
Habla acerca de los gobiernos, los cuales son:
El GOBIERNO CONSTITUCIONAL MONÁRQUICO
GOBIERNO CONSTITUCIONAL REPUBLICANO
GOBIERNO PARLAMENTARIO
GOBIERNO DICTATORIAL
Habla acerca de los gobiernos, los cuales son:
El GOBIERNO CONSTITUCIONAL MONÁRQUICO
GOBIERNO CONSTITUCIONAL REPUBLICANO
GOBIERNO PARLAMENTARIO
GOBIERNO DICTATORIAL
La ciencia es el producto cultural más sofisticado de la evolución natural, una actividad cognitiva propia de los seres vivos inteligentes más desarrollados, los seres humanos con curiosidad intelectual que se plantean interrogantes acerca de la realidad. La ciencia es posible gracias a las capacidades de observación y raciocinio de la inteligencia humana. La ciencia es conocimiento producto de la investigación científica, de la búsqueda atenta, del análisis intelectual, de la observación, de la experimentación, de la reflexión racional, de la lógica, de la inteligencia, de la creatividad. La ciencia se expande mediante descubrimientos científicos.
La Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von HayekAcracia Ancap
Los ensayos que integran el presente volumen fueron escritos originariamente por el autor en los años 1944, 1945 y 1951, y aparecieron en las revistas Económica y Measure. En 1952 se publicaron como libro por The Free Press (y, posteriormente, en 1979, por Liberty Fund). En ellos, se desarrollan algunas ideas clave de metodología y filosofía social que Hayek, con admirable coherencia, desarrollaría en libros posteriores, especialmente en Derecho, legislación y libertad y La fatal arrogancia. Así, la posición central del individualismo metodológico, la idea de evolución en la formación de las instituciones sociales, su concepción de la naturaleza de las ciencias sociales, cuyo objeto específico son las consecuencias no intencionadas de acciones humanas intencionadas, la relación entre las ciencias sociales y las ciencias de la naturaleza, la crítica del cientismo, que posteriormente calificaría de racionalismo constructivista (en oposición al racionalismo crítico defendido particularmente por Karl Popper), con su «mentalidad ingenieril» y el consiguiente «abuso de la razón», consistente en buscar la solución a los problemas sociales con el mismo espíritu con que se afronta la construcción de un puente o de una central eléctrica. Es ésta una tradición que, desde Saint -Simon, Comte y L´École Polytechnique (tan íntimamente ligada al nacimiento del socialismo), se ha mantenido con persistente influencia y en la que tan eficazmente se han inspirado muchas de las concepciones totalitarias del último siglo y medio.
La ciencia es el producto cultural más sofisticado de la evolución natural, una actividad cognitiva propia de los seres vivos inteligentes más desarrollados, los seres humanos con curiosidad intelectual que se plantean interrogantes acerca de la realidad. La ciencia es posible gracias a las capacidades de observación y raciocinio de la inteligencia humana. La ciencia es conocimiento producto de la investigación científica, de la búsqueda atenta, del análisis intelectual, de la observación, de la experimentación, de la reflexión racional, de la lógica, de la inteligencia, de la creatividad. La ciencia se expande mediante descubrimientos científicos.
La Contrarrevolución de la Ciencia - Friedrich von HayekAcracia Ancap
Los ensayos que integran el presente volumen fueron escritos originariamente por el autor en los años 1944, 1945 y 1951, y aparecieron en las revistas Económica y Measure. En 1952 se publicaron como libro por The Free Press (y, posteriormente, en 1979, por Liberty Fund). En ellos, se desarrollan algunas ideas clave de metodología y filosofía social que Hayek, con admirable coherencia, desarrollaría en libros posteriores, especialmente en Derecho, legislación y libertad y La fatal arrogancia. Así, la posición central del individualismo metodológico, la idea de evolución en la formación de las instituciones sociales, su concepción de la naturaleza de las ciencias sociales, cuyo objeto específico son las consecuencias no intencionadas de acciones humanas intencionadas, la relación entre las ciencias sociales y las ciencias de la naturaleza, la crítica del cientismo, que posteriormente calificaría de racionalismo constructivista (en oposición al racionalismo crítico defendido particularmente por Karl Popper), con su «mentalidad ingenieril» y el consiguiente «abuso de la razón», consistente en buscar la solución a los problemas sociales con el mismo espíritu con que se afronta la construcción de un puente o de una central eléctrica. Es ésta una tradición que, desde Saint -Simon, Comte y L´École Polytechnique (tan íntimamente ligada al nacimiento del socialismo), se ha mantenido con persistente influencia y en la que tan eficazmente se han inspirado muchas de las concepciones totalitarias del último siglo y medio.
El Anarco Socialismo y sus Problemas - Per BylundAcracia Ancap
Murray Rothbard fue un defensor de la sociedad sin estado, pero nunca fue aceptado por el movimiento anarquista y sigue siendo considerado más un “lacayo del capitalismo” que un pensador anarquista. De hecho el anarcocapitalismo siempre se ha considerado un oxímoron por los autoproclamados como “verdaderos” anarquistas. Parte de la razón es una incapacidad general de entender los diferentes usos y definiciones de palabras en las tradiciones clásicas socialistas y liberales. Los socialistas se refieren al “capitalismo” como el sistema en que el estado distribuye y protege los privilegios capitalistas, y por tanto la opresión de los obreros. No ven que el capitalismo, en la tradición liberal clásica, significa más bien un libre mercado basado en personas libres, es decir, intercambios voluntarios de valor entre individuos libres.
El Mito del Monopolio Natural - Thomas J. DiLorenzoAcracia Ancap
A la mayoría de llamados servicios públicos se les ha otorgado exclusividad por parte del gobierno porque se piensa que son “monopolios naturales”. Explicado brevemente, se dice que emerge un monopolio natural cuando la tecnología de producción, como por ejemplo costos fijos elevados, provoca que los costos totales en el largo plazo declinen al aumentar la producción. En tales industrias, dice tal teoría, un solo productor eventualmente será capaz de producir a un costo más bajo que cualquier otro par de productores, por lo tanto creándose un monopolio “natural”. El resultado serán precios más altos si más de un productor sirve a ese mercado.
Todo comenzó, como es usual, con los griegos. Los antiguos griegos fueron el primer pueblo civilizado que utilizó su razón para pensar sistemáticamente en el mundo que les rodeaba. Los griegos fueron los primeros filósofos (philosophia-amantes de la sabiduría), el primer pueblo que pensó en profundidad y descubrió cómo alcanzar y verificar el conocimiento del mundo. Otras tribus y pueblos habían tendido a atribuir los acontecimientos naturales a caprichos arbitrarios de los dioses. Una violenta tormenta eléctrica, por ejemplo, podía atribuirse a algo que había irritado al dios del trueno. La manera de hacer llover, entonces, o de frenar las tormentas violentas, sería averiguar qué actos del hombre complacerían al dios de la lluvia o apaciguarían al dios del trueno. Estas personas habrían considerado una tontería tratar de averiguar las causas naturales de la lluvia o de los truenos. En cambio, lo que había que hacer era averiguar qué querían los dioses correspondientes y luego tratar de satisfacer sus necesidades.
Anatomía de un Ignorante Económico - Thomas E. WoodsAcracia Ancap
Todos encontramos más posts de blogs tontos de los habituales. La mayoría de las veces basta con dejarlos estar. Podrías dedicar el resto de tu vida corrigiendo a zánganos y autómatas que nunca tendrán una idea original o no convencional por mucho que les provoques. Su profesor de séptimo grado, que era asimismo entrenador de atletismo, les enseñó lo que saben y se atienen a ello. Sin embargo, de vez en cuando, por tu propio bien y el de los lectores que sospechan que el post es totalmente erróneo, pero no están muy seguros de por qué, sueltas una respuesta enérgica. Y eso voy a hacer aquí en reacción a una entrada de blog llamada “Peter Schiff: Medicare Recipients Are Lazy People Who Refuse to Pay for Their Own Health Care”.
El Anarquismo Americano - Wendy McElroyAcracia Ancap
Aunque generalmente los mercados libres son asociados con el capitalismo y la derecha, la historia nos muestra que no necesariamente siempre ha sido así. Desde el anarquismo individualista del Siglo XIX pasando por el intento de unión de ideas económicas de la Escuela Austríaca con las políticas descentralistas de la Nueva Izquierda norteamericana, existe lo que hoy es llamado libertarismo de izquierda cuyo objetivo es defender la justicia social mediante la libertad económica de los mercados libres. Concentrando la exposición en la alianza entre liberales clásicos (libertarios) e izquierdistas contra la Guerra de Vietnam; analizaremos la síntesis política de lo que represento el libertarismo de izquierda en el contexto de la Nueva Izquierda que combino el anarquismo de libre mercado de Murray Rothbard, la descentralización radical teorizada por Karl Hess, la contracultura de la literatura de ciencia ficción, las ideas de la democracia participativa promovidas por el movimiento estudiantil y el poder comunal de las Panteras Negras. La ponencia tratara reflexionar porque esta corriente política nunca logro consolidar una organización partidaria y porque sus ideas pasaron a la marginalidad en la academia. Finalizaremos discutiendo la actualidad de este movimiento político y la relación de los libertarios de izquierda tanto con el liberalismo clásico como con la izquierda radical.
Imposibilidad del Gobierno Limitado - Hans-Hermann HoppeAcracia Ancap
En una encuesta reciente, se les preguntó a personas de distintas nacionalidades qué tan orgullosos estaban de ser americanos, alemanes, franceses, etcétera, y si creían o no que el mundo sería un lugar mejor si otros países fueran como los suyos, los países en la clasificación más alta en términos de orgullo nacional fueron Estados Unidos y Austria. Tan interesante como sería considerar el caso de Austria, nos concentraremos aquí en Estados Unidos y en la cuestión de si, y en qué medida, la afirmación americana puede ser justificada. Seguidamente, identificaremos tres fuentes principales de orgullo nacional, las dos primeras de las cuales son fuentes justificadas de orgullo, mientras que la tercera en realidad representa un error fatídico. Finalmente, veremos cómo este error podría ser reparado.
La abyecta falla práctica de los revolucionarios marxistas en el período posterior a la Primera Guerra Mundial había hecho mucho daño a su imagen como la vanguardia del progreso social. La explicación de este fracaso en los escritos de Mises, Max Weber y Boris Brutzkus llevó a muchos economistas a revisar sus puntos de vista sobre el alcance adecuado del gobierno dentro de la sociedad. Aunque otros seguían siendo defensores impenitentes del Estado total. Simplemente rechazaron la agenda específicamente igualitaria de los socialistas.
Libertarismo y Vieja Derecha - Lew Rockwell.pdfAcracia Ancap
Me han interesado los asuntos ideológicos desde la más tierna infancia. Mi padre era Republicano de Taft y me entrenó bien. Una buena cosa también, porque incluso cuando era estudiante, discutí con mis maestros sobre el New Deal, las leyes de acomodación pública, la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y el cuestionamiento de McCarthy de las élites militares (todavía me gustaría saber quién promovió a Peress). Les dije que el artillero de cola Joe debería haber estado atacando al gobierno de Estados Unidos todo el tiempo, porque era la verdadera amenaza a nuestras libertades. Eso volvió locos a mis profesores. Ninguno de ellos se sorprendería de que yo creciera para ser un tábano a tiempo completo en contra de la sabiduría convencional.
La ética es el sistema universal y objetivo de normas de conducta abstractas, generales, formales, que sirven a cada persona en una sociedad como referencia válida para regular y coordinar su comportamiento y sus relaciones humanas, como guía permanente y fiable de elección y actuación individual y social, y como criterio objetivo adecuado para juzgar acciones concretas, tanto propias como ajenas, indicando qué es legítimo, aceptable, bueno, adecuado, y qué es ilegítimo, inaceptable, malo, inadecuado. La ética como ciencia estudia cuáles son las normas éticas, los principios de comportamiento adecuados a los seres humanos, cuál es su razón de ser, cómo se aplican y cómo se administra el sistema normativo. Las normas éticas son prácticas, sirven para evitar, minimizar o resolver conflictos humanos mediante la legitimación del uso de la fuerza. En última instancia toda la ética se refiere a la legitimidad del uso de la fuerza en la resolución de conflictos. En lugar de largas listas de normas concretas, tal vez las normas éticas más adecuadas sean metanormas, normas de alto nivel de abstracción acerca de cómo construir normas concretas válidas.
Lo que el Imperio le hace a una Cultura - Roderick T. LongAcracia Ancap
Hoy quiere ocuparme de cierto argumento a favor del imperio que no viene de los enemigos de la libertad, sino de sus amigos, aunque en este caso sean amigos equivocados, en mi opinión. Lo llamaré el argumento cosmopolita del imperio.
A grosso modo, antes del siglo XVIII en Europa, y alrededor del mundo, existía un sistema social de «feudalismo» o «absolutismo» que en realidad era feudalismo a mayor escala. En términos abstractos, el orden social feudal estaba caracterizado por un señor regional que reclamaba la propiedad sobre algún territorio, incluyendo todos sus recursos y bienes, y con bastante frecuencia de todas las personas ubicadas en este, sin existir apropiación original de ellos a través del uso o trabajo, y sin tener un contrato con ellas, respectivamente.
La justicia es el ámbito de la ética que estudia qué es legítimo hacer cuando las normas son violadas por un criminal contra una víctima. La justicia consiste en dar a cada cual lo que es suyo, restableciendo la propiedad privada legítima. Su principio fundamental es la compensación, restitución o indemnización de la víctima por el delincuente. El daño debe ser reparado y la víctima indemnizada por el responsable causante del daño. En una relación o intercambio voluntario, ambas partes resultan beneficiadas. En una agresión, el criminal resulta beneficiado y la víctima resulta perjudicada. Los mecanismos adecuados de la justicia consiguen desincentivar la agresión haciendo que resulte perjudicial para el delincuente y neutra (o beneficiosa) para la víctima: si no fuera así las normas éticas no se respetarían, los delincuentes podrían utilizarlas en su beneficio a costa de sus víctimas.
Derecho de Propiedad - Francisco CapellaAcracia Ancap
El derecho de propiedad es el principio unificador universal de todos los demás conceptos éticos: considera todo como un recurso que puede ser poseído, como algo bajo el control y la responsabilidad de un agente que puede utilizarlo según sus preferencias. El derecho de propiedad es la solución al problema de construir un sistema normativo ético, la respuesta que da contenido al requisito formal de universalidad y adecuación a la naturaleza humana. La propiedad es el ámbito de la realidad respecto al cual las valoraciones de una persona, el propietario, son relevantes y son las únicas relevantes. El propietario es la persona, y las propiedades sobre las cuales tiene derecho son todas aquellas cosas que puede utilizar y controlar de forma legítima sin intromisión violenta de otros y sin entrometerse en la propiedad de otros. El derecho de propiedad es privado, incluye al propietario y excluye a todos los demás.
Estructuras Paralelas como Único Camino - Titus GebelAcracia Ancap
La batalla por la supremacía política en Occidente se ha decidido. Los llamados progresistas han ganado; los conservadores y los libertarios han perdido. La «marcha a través de las instituciones», iniciada por la equivocada generación de 1968, ha tenido éxito, y sus hijos y nietos están ahora al mando. Ecosocialista, marxista cultural, en fin: las ideas bolchewoke se imponen en la política y la cultura, la administración pública, los medios de comunicación, las escuelas, las universidades y, cada vez más, incluso en las empresas. A velocidad acelerada. Si has mantenido el mismo punto de vista de centro-izquierda durante los veinte años restantes, hoy se te considera de extrema derecha. En prácticamente todos los Estados democráticos, hay una tendencia a que las organizaciones más grandes se desvíen hacia la izquierda con el tiempo. Esto se aplica igualmente a las cadenas de televisión, los periódicos, los partidos políticos, las autoridades estatales, las universidades y otras asociaciones. ¿Por qué? La explicación es doble.
Karl Ludwig von Haller: un reaccionario Anarcocapitalista - Juan Gómez CarmeraAcracia Ancap
El 18 de octubre de 1817, con motivo del tercer centenario de la reforma protestante y del cuarto aniversario de la derrota de Napoleón en la batalla de Leipzig, cientos de estudiantes universitarios de toda Alemania de tendencia liberal y nacionalista, en su mayoría miembros de asociaciones estudiantiles, junto con algunos profesores, se reunieron en el castillo de Wartburg, en el pequeño ducado de Sajonia-Weimar-Eisenach, para celebrar un “festival nacional”. Precisamente en este castillo se había refugiado Lutero tras ser declarado fuera de la ley por el emperador Carlos V y había traducido la Biblia al alemán. Después de las celebraciones oficiales, en las que se pronunciaron incendiarios discursos abogando por la libertad y la unidad de Alemania, muchos de los participantes marcharon en procesión con antorchas desde la plaza de la cercana ciudad de Eisenach hasta el monte Wartenberg. Allí se montaron carpas, se encendieron hogueras, se cantaron canciones patrióticas, hubo más discursos, bebida y fuegos artificiales. Finalmente, trajeron libros de autores considerados reaccionarios o antialemanes, junto con algunos símbolos de la autoridad monárquica y de la influencia francesa, y los fueron arrojando uno por uno a una hoguera. Entre los libros figuraba prominentemente el primer volumen de la Restauración de la ciencia política del suizo Karl Ludwig von Haller.
¿Por qué otros se hacen cada vez más ricos a tu costa? - Philipp Bagus y Andr...Acracia Ancap
¿Por qué el sistema monetario es el culpable de la progresiva desigualdad social? ¿Por qué el monopolio estatal del dinero es una gran estafa al ciudadano? ¿Por qué el Estado del Bienestar es un proyecto profundamente demagógico? ¿Qué papel desempeñan realmente el Estado, el gobierno y los políticos en la redistribución de la renta en beneficio de los multimillonarios? Hace tantos años que estamos sometidos al actual sistema monetario que no somos conscientes de que es el culpable de la mayoría de problemas económicos y sociales a los que nos enfrentamos hoy en día. Los autores de este libro nos advierten, con ejemplos claros, didácticos y convincentes, de que mientras el Estado siga teniendo el monopolio para fabricar dinero estaremos abocados al colapso financiero y nosotros, los ciudadanos, nada tendremos que decir. Si usted es de los que no se fía de los políticos, este libro le va a dar la razón.
Un seguro implica la puesta en común de los riesgos individuales. Bajo este acuerdo, hay ganadores y perdedores. Algunos de los asegurados recibirán más de lo que pagaron en primas y algunos pagarán al sistema más de lo que nunca recuperarán. Es una forma de redistribución de rentas de los sanos a los enfermos, pero lo característico del seguro es que nadie sabe por adelantado quiénes serán los ganadores y los perdedores. Están distribuidos de forma aleatoria e impredecible y la redistribución resultante de rentas dentro de un fondo común de gente asegurada es asistemática.
Una persona es libre si los demás respetan su propiedad, si no le agreden, si le permiten decidir en su ámbito legítimo de control según su voluntad, si le dejan ejercer su derecho negativo a no ser coaccionado. La libertad es el respeto al derecho de propiedad privada, la ausencia de violencia. Libertad es autodeterminación y autogobierno de cada persona en el ámbito de su propiedad. La libertad es la condición de un ser humano relativa a las demás personas de ausencia de violencia en sus relaciones (la violencia es el inicio del uso de la fuerza contra la propiedad ajena). La libertad es un concepto social y ético, aplicable a personas individuales viviendo en sociedad respecto a sus posibles relaciones (no tiene sentido hablar de personas libres completamente solitarias). Un individuo es libre cuando sus relaciones humanas son voluntarias, no forzadas. Una sociedad es plenamente libre cuando son libres todos los individuos que la forman. La paz es el estado ideal de libertad, la ausencia total de cualquier agresión.
Derechos de las personas con discapacidad. Análisis documental..pdfJosé María
El Real Patronato sobre Discapacidad es un organismo autónomo que tiene entre otros fines la promoción de la aplicación de los ideales humanísticos, los conocimientos científicos y los desarrollos técnicos para el perfeccionamiento de las acciones públicas y privadas sobre discapacidad.
COONAPIP II FORO DE MUJERES BUGLÉ Elaborado por: Yanel Venado Jiménez/COONAPI...YuliPalicios
Es una copilación de fotografías y extractos
del II Foro de Mujeres Buglé: Por la Defensa de los Derechos Territoriales, realizado en el corregimiento de Guayabito Comarca Ngäbe-Buglé de Pannamá. A través de estas imágenes y sus reseñas, buscamos presentar estrategias
para responder a las amenazas a las que se enfrentan, reforzar el cuidado y vigilancia del territorio, los derechos y la cultura, como mecanismos de defensa territorial, aportes que fortalezcan colectivamente la protección de
los derechos territoriales del Pueblo Buglé.
es un libro utilizado para el peritaje o estudio de los documentos y firmas, encontrara una guía completa que le servirá para emitir un dictamen técnico en la materia.
contiene ejemplos para una mejor interpretación, ente no solo es de carácter teórico si no que presenta las habilidades de origen técnico.
1. MAY · KIRTCHEV · BARLOW · NAKAMOTO
RECOPILACIÓN POR SIMÓN OCAMPO
2. ¿ Q U É E S L A
CRITARQUÍA?
FRANK VAN DUN
TRADUCCIÓN ORIGINAL:
MISES.ORG.ES
DISEÑO:
SIMÓN OCAMPO
3. 3
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN POR SIMÓN OCAMPO.........................4
¿QUÉ ES LA CRITARQUÍA? ...............................................5
1. GOBIERNO DE LA LEY .......................................6
2. ORÍGEN DEL TÉRMINO .....................................8
3. APROXIMACIONES HISTÓRICAS .....................10
4. DEMOCRACIA ................................................11
5. CONSTRUCCIONES DE LEY ARTIFICIAL ............14
6. JUSTICIA .........................................................16
4. 4
INTRODUCCIÓN
SIMÓN OCAMPO
Este breve artículo desarrolla el concepto de critarquía, sistema
policéntrico donde juega un rol fundamental la igualdad ante la ley
basada en los derechos naturales y la provisión competitiva de
servicios de justicia y aplicación de la ley.
De manera sencilla, el autor nos introduce a esta forma de orden
político, completamente opuesto a las formas de poder actuales como
el Estado moderno, dejándose en claro las diferencias entre el
centralismo contra el pluralismo, la libertad contra la coacción
institucional, el derecho natural frente a la legislación.
Esta lectura es especialmente recomendada a aquellos que quieren
indagar sobre antecedentes históricos de sociedades libres y
prósperas, factor fundamental a la hora de reconstruir posibles
alternativas al statu quo.
Simón Ocampo, 15 de junio de 2021. La Plata, Argentina.
5. 5
¿QUÉ ES LA CRITARQUÍA?
La contribución más significativa de África a la historia de la
humanidad ha sido precisamente el civilizado arte de vivir en
una paz razonable sin estado.
Jean-Francois Bayart (1989:58)
La critarquía es el sistema político y legal ideal que más se le acerca a
las estructuras institucionales de las sociedades tradicionales,
especialmente aquellas descritas por los antropólogos como
“acéfalas,” “policéntricas,” o “sin estado.” Tales sociedades están
basadas en las costumbres más que en el derecho positivo. Este tipo
de ley suele ser suprimida bajo regímenes legales y el número de
sociedades sin estado se ha reducido de una manera dramática con la
propagación de estados políticos con el paso de los últimos milenios.
Sin embargo, aunque en peligro, sociedades que se acercan a la
critarquía están lejos de extinguirse y mucho menos deberían
considerarse primitivas. El sistema somalí de ley tradicional que
Michael van Notten describe en este libro, por ejemplo, no es una
curiosidad propia de una tribu retrógrada. Es un sistema jurídico vivo
y altamente desarrollado con miras más hacia el futuro que hacia el
pasado.
Somalia es hoy en día única en el mundo por ser libre hasta del
dominio nominal de un aparato legislativo central. El gobierno central
de la República Democrática de Somalia fue desmantelado en 1991
cuando, luego del derrocamiento del dictador Siad Barre, no se llegó
6. 6
a un acuerdo sobre quién debería ser su sucesor. Por más de una
década, los somalíes han resistido los incesantes esfuerzos de las
Naciones Unidas y sus partidarios para reimponer ese gobierno. Si
ellos continúan siendo exitosos en su resistencia, es entonces
razonable esperar, como señala Van Notten en su libro, que la ley
tradicional somalí evolucionará hasta convertirse en un cuerpo de
common law -derecho consuetudinario- capaz de satisfacer las
demandas de una sociedad desarrollada y de libre mercado.
1. GOBIERNO DE LA LEY
La critarquía como forma de gobierno está basada en la igualdad de
justicia para todos, donde la justicia es entendida como la adherencia
a los principios del derecho natural. El derecho natural es el cuerpo
de principios que subyacen a todas las formas espontáneas de
organización social entre humanos. Implícitos en esos principios están
ciertos derechos universales y naturales de los individuos, como los
derechos de propiedad, incluyendo la propiedad de uno mismo, así
como la libertad de contrato.
Su adherencia consistente a las reglas de la justicia bajo el derecho
natural distingue a la critarquía de otros sistemas políticos. Bajo este
ideal, aún tribunales de justicia, fuerzas policiales, y otras
organizaciones preocupadas con el mantenimiento diario de la ley son
negadas de cualquier poder, privilegio o inmunidad que no esté en
conformidad con el derecho natural. Eso significa que la fuerza policial
en una critarquía puede legalmente usar sus armas y poderes
coercitivos sólo para hacer cumplir la ley, i.e. para defender o
remediar violaciones a los derechos naturales de las personas.
También significa que, a diferencia de sus contrapartes en los sistemas
políticos prevalentes en el mundo de hoy, los tribunales y la policía no
7. 7
constituyen y no están incorporados en un monopolio coercitivo.
Cualquier persona está autorizada para ofrecer servicios judiciales o
policiales a quienes estén dispuestos a pagar por ellos. Nadie puede
ser forzado a apoyar a ningún tribunal o fuerza policial en contra de
su voluntad. En resumen, en una critarquía, los servicios judiciales y
policiales son ofrecidos en un mercado libre, el cual, en lo que
respecta al intercambio de bienes y servicios, es el derecho natural
del mundo humano.
Debido a su compromiso con una igual justicia para todos, una
critarquía desconoce la distinción política convencional entre
gobernantes y sujetos. No posee un gobierno en el sentido moderno
de la palabra, i.e. una organización con poderes coercitivos que exige
a la vez obediencia y el derecho a usar el trabajo o la propiedad de
aquellos que viven en el área sobre la cual efectivamente ejercen
control. Gobernar y gravar impuestos sobre personas usando la
fuerza pública o privada no está entre las funciones del sistema
político de critarquía. Las personas son libres de gobernar sus propios
asuntos, ya sea de forma individual o en asociación voluntaria con
otros, lo que significa que cada quien, al gobernar sus asuntos
personales, debe dejar a los otros gobernar los suyos. En este sentido,
la libertad es la ley básica de una critarquía.
Por lo tanto, una critarquía solo puede existir en sociedades donde, y
mientras, un compromiso a la justicia sea lo suficientemente fuerte
como para derrotar los esfuerzos de personas que usarían métodos
ilegales como la agresión, coerción o el fraude para conseguir sus fines
o para evadir la responsabilidad y obligaciones por daños causados a
otros. Mientras que es teóricamente concebible que la libertad se
pueda mantener con nada más que desorganizados y espontáneos
actos de defensa personal, en una critarquía el compromiso con la
8. 8
justicia se manifiesta en un sistema político, el cual garantiza un libre
mercado para la empresa de la justicia.
2. ORÍGEN DEL TÉRMINO
El término “critarquía,” es un compuesto formado de las palabras
griegas kritès (juez) o krito (juzgar) y archè (gobierno), fue acuñado
en 1844 por el autor inglés Robert Southy. En su construcción se
asemeja a términos como “monarquía,” “oligarquía” y “jerarquía.”
“Critarquía” es mencionada, entre otros lugares, en el diccionario
Webster’s Unabridged, en el diccionario Oxford de Inglés, y en el The
American Collegiate Dictionary. De acuerdo a sus raíces etimológicas,
una critarquía es un sistema político en el cual la justicia (más
precisamente el juicio que busca determinar justicia) es el principio
rector o primera causa. Similarmente una monarquía es un sistema en
el cual una persona se supone que es el principio rector o primera
causa de cualquier acción legal, siendo cualquier otro ser no más que
un obediente súbdito del monarca. En una oligarquía un grupo de
personas (los oligarcas), actuando en concierto pero sin una jerarquía
fija entre ellos, figuran como la fuente de todas las acciones legales.
En el sistema moderno de soberanía parlamentaria, por ejemplo,
miembros del parlamento constituyen una oligarquía y tienen igual
peso dentro del parlamento. Sin embargo, los resultados de sus
deliberaciones y decisiones se supone que comprometen a todas las
personas que, por ciudadanía o residencia, son considerados sujetos
a la autoridad estatal.
Si “monarquía” denota el mandato de una persona y “oligarquía” se
refiere el mandato de unos pocos, es tentador entender a la
“critarquía” como el mandato de los jueces. Sin embargo, el uso de la
palabra “mandato” no debería inducirnos a pensar que el mandato de
9. 9
los jueces es de alguna forma como el de los monarcas, y menos aún
que es una especie de oligarquía.
Monarcas y oligarcas aspiran conseguir poder político, i.e. para ser
capaces de imponer en sus súbditos obediencia a sus órdenes, reglas,
decisiones y elecciones. En resumen, monarcas y oligarcas mandan
gracias a una mezcla directa de orden y legislación. Los jueces, en
cambio, no se supone que legislen, solo deben conseguir las formas y
maneras para manejar conflictos de una forma legal. Ellos no buscan
imponer obediencia a sus órdenes como tal. Más bien buscan respeto
por la ley, la cual es un orden de cosas objetivamente dadas y no
cualquier cosa que corresponda a los deseos o ideales que puedan
tener los jueces
Los jueces en una critarquía no tienen súbditos. En otros sistemas
políticos, los jueces han sido incorporados como magistrados dentro
de un sistema de control y han sido empoderados para usar medios
coercitivos con los cuales pueden arrastrar a ciudadanos y residentes
ante sus tribunales. Monarcas y oligarcas en esos sistemas imponen o
permiten a sus sirvientes (jueces, procuradores) imponer sus reglas
sobre aquellos sujetos a quienes ellos quieran subyugar. En otras
palabras, ellos “seleccionan” sus sujetos (el cual es la raíz del
significado de la palabra latina legere, de donde el término lex para
derecho legislado se deriva) en una critarquía, los jueces no eligen
cuales personas aparecen ante ellos. En cambio, aquellas personas que
deseen que sus conflictos o disputas sean resueltas con juicio judicial
“elegirán” a su juez.
La característica distintiva de una critarquía, por lo tanto, es que es
un sistema político en el cual la institución del gobierno político no
existe. Si pensamos en ella como el “mandato de los jueces,” debemos
recordar que esos jueces no poseen privilegios particulares o poderes
especiales. La critarquía no es el gobierno de los legisladores, jueces
10. 10
o cualquier otra categoría de oficiales privilegiados. Es simplemente el
imperio de la ley.
3. APROXIMACIONES HISTÓRICAS
Abundan ejemplos, recientes así como históricos, de critarquía o
semi-critarquía, y además de intentos de usar constituciones y otros
estatutos para introducir elementos de critarquía como control a los
poderes de los estados y los gobiernos. En muchas partes del mundo,
aun cuando derivan su autoridad meramente de la costumbre y no de
un consciente y explícito compromiso con el derecho natural, leyes
no escritas y memorizadas tradicionalmente por hombres de clanes,
frecuentemente proveen un firme respaldo a la dispersión de poder
que caracteriza la critarquía.
Al final del segundo milenio antes de Cristo, los hebreos vivían en un
sistema descrito en el libro bíblico de Jueces. Sus “jueces” no eran
jueces en el sentido técnico del sistema legal moderno. Ellos eran
hombres influyentes y respetados que proveían liderazgo y consejo
sin poseer el poder para ejercer coerción o gravar impuestos. La
historia de los pueblos Celtas y Germanos, ambos antes y durante su
confrontación con el imperialismo romano está repleta de ejemplos,
así como el período medieval luego del colapso del Imperio Romano
en occidente. La critarquía estuvo firmemente establecida en la Irlanda
medieval hasta mediados del siglo XIII, y en Frisia hasta el siglo XVI.
En la primera mitad del siglo XIX, inmigrantes europeos que se habían
asentado en el mediano y lejano oeste de Norteamérica desarrollaron
su propio estilo de critarquía. Clanes en Asia y África se adhieren a
algunas formas de critarquía siempre y cuando no se vean sumergidos
en las estructuras estatistas impuestas por los poderes coloniales y
11. 11
luego asumidas por los gobernantes autóctonos en el período post-
colonial
Mientras que estas materializaciones históricas de la critarquía
podrían sugerir que la misma es un sistema político primitivo, debería
tenerse en cuenta que en la mayoría de los casos el sistema cayó
víctima de la conquista o del firme afianzamiento en el poder
establecido por caudillos militares en tiempos de guerra, los cuales
una vez empoderados convirtieron estructuras aparentemente
temporales para la movilización de hombres y recursos en aparatos
permanentes de control político. Es cierto que las critarquías están
mal preparadas para hacer o soportar guerras por largos períodos de
tiempo. La vulnerabilidad de las critarquías frente a masivas
operaciones militares es comparable a la de un estado pequeño o
tecnológicamente atrasado enfrentando el poder de un gran o
tecnológicamente avanzado vecino. Este es un problema, sin embargo,
que podemos reconocer sin perder de vista lo que una critarquía tiene
para ofrecer en tiempos más “normales”.
4. DEMOCRACIA
La democracia, pese a algunas de sus ventajas sobre otras formas de
control político, es sin embargo un sistema en el cual algunos
presumen tener el derecho de gobernar sobre el resto sin importarles
su consentimiento. Como tal, es inaceptable desde el punto de vista
del derecho natural y es incompatible con el sistema político de la
critarquía. Bajo una democracia la gente vota para determinar cuáles
individuos serán sus representantes políticos, y no hay problema en
ello. El defecto central y, de hecho, el defecto irreparable de la
democracia es que incorpora el “derecho” de los representantes a
gobernar sobre aquellos que no votaron por ellos, así como por
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aquellos que sí. Permite a los gobernantes electos violar el derecho
natural de las personas con impunidad -al menos si lo hacen de una
forma propiamente legal especificando de antemano con suficiente
detalle cómo se llevará a cabo, por cuales magistrados u oficiales del
estado, dónde la gente puede quejarse si sienten que sus derechos
fueron impropiamente violados, etcétera. Tal y como en otros
sistemas de control político, no importa la independencia formal que
pueda haber en la legislatura entre el poder ejecutivo y el poder
judicial, en una democracia no existe la independencia verdadera-
ninguna policía no-gubernamental o tribunal al cual las personas
puedan apelar. Una democracia ilegaliza todas las fuentes
independientes de protección a los derechos naturales como cuestión
de necesidad constitucional, con el objetivo de asegurar que ningún
derecho natural pueda ser invocado en contra de los derechos legales
del régimen democrático.
La democracia suele ser presentada como el “gobierno por
consentimiento,” pero ese no es más que el consentimiento de una
mayoría, y a veces ni siquiera a eso llega. Como instrumento político,
la democracia es sin duda una gran invención. Elecciones regulares
proveen un mecanismo medianamente efectivo a la hora de asegurar
el alineamiento de los gobernantes con una gran parte de los
individuos a quienes ellos gobernaran. Las elecciones, así ayudan a
prevenir o minimizar las confrontaciones violentas y la implacable
represión y explotación que son riesgos permanentes en otros
sistemas políticos. Sin embargo, las elecciones no tienen base en el
derecho natural. Para entender esto es suficiente preguntar ¿Cómo
una persona puede legalmente autorizar a otra a hacer algo que ésta
por sí misma no tiene derecho a hacer? La pregunta es pertinente
porque, repitiendo, la democracia es un sistema de control político
en el cual existe una distinción entre gobernantes y gobernados, y
entre los derechos legales de los gobernantes y aquellos de los
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gobernados. Si usted le intenta hacer a sus vecinos lo que un gobierno
democrático le hace a sus ciudadanos, digamos; imponerles
impuestos, controlar sus horas de trabajo, obligarlos a enviar a sus
hijos a escuelas de tu elección, o aceptar el dinero que has impreso,
muy probablemente terminarías en la cárcel. No existe democracia
que te permita hacer esas cosas, ni que te permita realizar esas
actividades en conspiración con otros. ¡Pero te permite tener a
alguien más que las haga en tu nombre y en representación tuya! Todo
lo que tienes que hacer es votar por tu “representante político.”
Negarle a alguien el derecho natural de retirar su consentimiento,
además, convierte a una nación en una comunidad cerrada en la cual
uno es asignado al nacimiento y de por vida: una cadena perpetua. La
inhabilidad de retirar el consentimiento -secesión- excepto con el
permiso del gobierno, convierte por sí sola en una farsa toda la idea
del consentimiento.
Pero el gran misterio de la democracia es que los “representantes”
están investidos con poderes que la gente que los facultó no pueden
ni deberían tener permitido ejercer. Desde luego, el misterio sólo es
aparente, desaparece tan pronto como recordamos el fundamento
Hobbesiano de la democracia, que no hay nada malo con la injusticia
siempre y cuando esta esté propiamente monopolizada. Más
fundamentalmente, en una democracia se asume que cada votante
tiene el derecho a elegir quién debería controlar el monopolio
coercitivo y gobernar al resto en el estado. Eso se vuelve obvio en el
escenario improbable en el que sólo un votante asistiera a los
comicios. Su voto entonces decidiría cuál partido debería controlar el
parlamento y el gobierno, como si él fuera un absoluto monarca
eligiendo sus asesores y ministros.
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5. CONSTRUCCIONES DE LEY ARTIFICIAL
Sin dejar cabida a la idea que los seres humanos son personas
naturales en un mundo natural, las actuales ideologías legales y
políticas hacen a cualquier hombre o mujer un ser artificial, un
“ciudadano,” cuya esencia está definida y creada por las reglas legales
del estado al cual él o ella pertenece. Dentro del estado, los seres
humanos no tienen derechos hasta que alguna autoridad legal regule
su existencia y libertad. Es por esto que la Declaración Universal de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en sus Artículos 6 y 15,
menciona “una personalidad legal” y “una nacionalidad” entre las
cosas a las cuales las personas tienen derecho. Desde el punto de vista
de la filosofía subyacente a la Declaración, una personalidad legal y una
nacionalidad, en una palabra; “ciudadanía,” son deseables porque ellas
son condiciones necesarias para la existencia legal dentro del estado.
Sin ellas una persona es nadie. Una vez sustituimos la perspectiva de
las reglas legales por la ley natural, debemos admitir que lo que una
persona tiene derecho a hacer o a llamar como propio depende, no
de lo que esa persona es o hace, sino de su estatus en el orden legal
en el cual el fortuitamente se encuentra. Se convierte en una persona
artificial en un orden artificial, como un pedazo de madera al cual se
le han asignado diferentes “derechos y deberes” dependiendo de si es
usado en un juego de ajedrez, damas o backgammon.
La glorificación de tales órdenes legales artificiales es común en el
pensamiento legal y político contemporáneo, donde la ficción parece
invariablemente triunfar sobre la realidad. Esos órdenes están basados
en distinciones artificiales o imaginarias e ignoran las distinciones
naturales. Algunas de ellas son arbitrarias o se rehúsan
sistemáticamente a reconocer del todo a ciertas personas como
personas. Otros definen algunas o a todas las personas como seres
en algún o todos los sentidos como “parte” de otros, para los cuales
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ellos son entonces pertenecientes. Algunos van tan lejos como para
definir a los seres humanos como partes de personas inexistentes,
imaginarias o ficticias. De hecho, aunque las personas naturales nunca
son “parte” de otras personas naturales o ficciones legales. Ellas
pueden convertirse en miembros de alguna sociedad o asociación, y
en ese sentido convertirse en “participantes” en sus actividades, pero
eso no implica que ellos de ese modo se transformen
misteriosamente en meras “partes” de una persona, ni implica que la
asociación es una persona por derecho propio.
No importan cuales sean las pretensiones filosóficas detrás de las
construcciones de la ley artificial, todas ellas comparten una
implicación práctica. Niegan la libertad y la igualdad de ciertos seres
humanos. Estas construcciones artificiales no pueden ocultar el hecho
de que desde una perspectiva de ley algunas personas o no existen
del todo o existen sólo al ser “representados” por otros. De esta
forma, negando el derecho natural y las distinciones que lo
constituyen, conjuran una idea de ley que hace que el “gobierno” no-
consensuado de una persona por otra parezca “legal.”
A estas alturas debería estar claro que el derecho natural no es una
cuestión de vana especulación, sino un hecho natural. En este sentido
una critarquía es un sistema político basado en el respeto a los hechos
del mundo humano. El respeto por el derecho natural es entonces
una categoría objetiva de acción humana. Las acciones humanas que
respetan la ley y son legales son justas. Aquellas que no lo hacen son
ilegales e injustas.
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6. JUSTICIA
La justicia en sentido general es el arte o la habilidad de actuar en
conformidad con la ley, con el debido respeto a los derechos de las
otras personas. En el particular sentido “técnico” es el arte o la
habilidad de descubrir reglas, métodos y procedimientos que efectiva
y eficientemente provean por la defensa y, de ser necesario, la
fortificación y restauración de la ley en el mundo humano. El
descubrimiento, refinamiento, y sistematización de tales reglas,
método, y procedimientos son el campo propio de la jurisprudencia
como disciplina racional.
En una critarquía evolucionada, la jurisprudencia es el negocio de
especialistas -juristas- quienes ofrecen sus habilidades en un mercado
abierto de individuos y organizaciones. En sociedades más complejas,
ellos prestan este servicio principalmente a tribunales de justicia,
fuerzas policiales, y otras organizaciones involucradas en la
observancia del derecho natural y ayudando a personas a realizar sus
acciones conforme a los requerimientos de la justicia. Como se señaló
anteriormente, en una critarquía ni los tribunales ni las fuerzas
policiales tienen ningún monopolio legal. Su clientela se mantiene libre
para elegir cambiar de un insatisfactorio proveedor de justicia a uno
más satisfactorio. Consecuentemente, los tribunales y la policía en una
critarquía tienen un fuerte incentivo económico para evitar usar la
violencia o cualquier otro medio coercitivo para, digamos, obligar a
una persona a comparecer en la corte, a menos que tengan una buena
razón para creer que esa persona es culpable, está obstruyendo el
curso de la justicia, o no está asegurado para pagar por sus deudas u
obligaciones.
Sin estar por encima de la ley, las cortes y las fuerzas policiales de una
critarquía siempre corren el riesgo de: privar a otros de sus derechos
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cuando la justicia no lo requiera, de ser acusado de comportamiento
ilegal en otra corte. Esa otra corte puede ser un competidor o un
grupo de competidores. Podría ser un parlamento, i.e. un cuerpo de
representantes que actúa como el guardián público de la ley. Tal
parlamento se comportaría como un tribunal, sin embargo; podría ser
un efectivo agente de justicia, por ejemplo, convenciendo al público
de que los tribunales o las fuerzas policiales que condena no merecen
la confianza del público, o convenciendo a otras organizaciones de
justicia a hacer cumplir veredictos en contra de convictos
recalcitrantes. Debido a que necesitan el consentimiento de todos las
partes si quieren evitar el riesgo de usar la violencia en contra de una
persona inocente, las cortes en una critarquía deben ofrecer garantías
adecuadas de competencia e imparcialidad. Deben hacer esto con el
objetivo de obtener la cooperación de los acusados y los demandados,
así como asegurar a los demandantes y denunciantes que inicien el
procedimiento, que es poco probable que su veredicto sea impugnado
por otra corte. Sin la posibilidad de crear un monopolio a través de
la eliminación violenta de sus competidores, una organización de
justicia no tiene otra alternativa más que construir una sólida
reputación de imparcialidad.
Trabajar en detalles, convenciones y protocolos para un sistema
eficiente y operacional de justicia no es tarea fácil. Como cualquier
otra iniciativa sustancial, requiere del conocimiento de los principios
generales de la ley, así como de la experimentación con diferentes
tipos de organizaciones suministrantes de justicia. Es la tarea de
aplicar la creatividad empresarial para recombinar los recursos y
habilidades sociales, técnicas, administrativas, y financieras para
mejorar así las perspectivas de una justicia efectiva. Es poco probable
que esta tarea sea llevada a cabo con alguna consistencia dentro de
los asfixiantes confines del monopolio legal. Es sobre esta convicción
que la defensa de la critarquía descansa.
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Este breve artículo desarrolla el concepto de
critarquía, sistema policéntrico donde juega un rol
fundamental la igualdad ante la ley basada en los
derechos naturales y la provisión competitiva de
servicios de justicia y aplicación de la ley.
De manera sencilla, el autor nos introduce a esta forma
de orden político, completamente opuesto a las formas
de poder actuales como el Estado moderno, dejándose
en claro las diferencias entre el centralismo contra el
pluralismo, la libertad contra la coacción institucional,
el derecho natural frente a la legislación.
Esta lectura es especialmente recomendada a aquellos
que quieren indagar sobre antecedentes históricos de
sociedades libres y prósperas, factor fundamental a la
hora de reconstruir posibles alternativas al statu quo.