Este documento analiza la oratoria jurídica y los valores éticos de los abogados. Explica que un buen orador debe dominar el tema, expresarse con fluidez, sencillez, claridad y coherencia. También destaca la importancia de la honestidad, confianza y presencia del orador. Luego, discute que los valores de un abogado como la justicia, tolerancia y honor son cruciales para su trabajo. Finalmente, concluye que la oratoria es fundamental para el éxito profesional de los abogados y mejora habil
COONAPIP II FORO DE MUJERES BUGLÉ Elaborado por: Yanel Venado Jiménez/COONAPI...YuliPalicios
Es una copilación de fotografías y extractos
del II Foro de Mujeres Buglé: Por la Defensa de los Derechos Territoriales, realizado en el corregimiento de Guayabito Comarca Ngäbe-Buglé de Pannamá. A través de estas imágenes y sus reseñas, buscamos presentar estrategias
para responder a las amenazas a las que se enfrentan, reforzar el cuidado y vigilancia del territorio, los derechos y la cultura, como mecanismos de defensa territorial, aportes que fortalezcan colectivamente la protección de
los derechos territoriales del Pueblo Buglé.
Hostigamiento Sexual en el trabajo normativa peruana
Rauni almao oratoria-juridica
1. RAUNI ALMAO
C.I.: 25.992.719
ORATORIA JURÍDICA
ANALISIS
El presente análisis tiene como propósito realizar un análisis teórico sobre
el orador, el poder de la oratoria y la práctica ética, partiendo de la
identificación de la oratoria como una forma de comunicación interpersonal a
través de la cual una persona (orador) se sirve de una serie de actitudes, así
como de técnicas verbales y no verbales para influir sobre un determinado
grupo de personas (público), con la intención de que piensen, sientan y actúen
de una manera previamente establecida, la oratoria cumple objetivos básicos
como son las relacionarse (crear un vínculo lo transitorio o duradero), la
expresión (exponer o compartir ideas y sentimientos) y la influencia (modificar
la percepción, actitud o forma de actuar de los interlocutores).
En cuanto al orador, para que el mismo sea eficaz debe tener dominio del
tema, poseer un amplio conocimiento del tema, de manera que la información
sea completa y actual, es conveniente, además, que sea capaz de establecer
relaciones con otros campos de estudio, para poder ejemplificar y establecer
analogías, fluidez, es preciso conocer un vocabulario extenso, dominar el tema
y tener claridad en las ideas, porque la fluidez no es sinónimo de rapidez, pues
si el orador habla rápidamente el mensaje no será descifrado en su totalidad.
Por otra parte, si habla demasiado lento o emplea muletillas, como este, mmm,
entonces, bueno..., el oyente perderá interés y tendrá dificultades en seguir el
orden de ideas.
De igual manera, el orador debe tener sencillez, emplear un lenguaje que
sea comprendido por el público, por eso es preciso estudiar previamente
quiénes lo conforman. Gracias a ello se evita la complejidad excesiva o
descender a un nivel al que no pertenece el auditorio, la concisión, antes de
hablar es preciso calcular el tiempo, por ello es conveniente realizar, al menos,
un ensayo previo y medir el tiempo utilizado. Luego se debe seleccionar lo
esencial del tema elegido. Para ser concisos debemos evitar lo redundante y
los adornos superfluos, es decir, aquello que no despierte interés verdadero. Si
el discurso se extiende demasiado, el público se cansa y no presta atención.
Asimismo, tiene que existir claridad, en las ideas, lo cual es fundamental
para desarrollar el discurso. Para obtenerla es conveniente elaborar un guion o
plan de las ideas, que sirva de hilo conductor y permita recordar la secuencia
de éstas, la coherencia, características se halla íntimamente ligada a la claridad
de las ideas. Se refiere a la consistencia con respecto al tema, es decir, la
capacidad de desarrollar la exposición, sin perder el sentido de la idea principal
ni divagar haciendo digresiones sobre otros temas, a pesar de que éstos se
encuentren relacionados en forma indirecta.
Otra característica importante del orador, es la honradez, que el público
reconozca que el orador no intenta aparentar algo distinto de lo que es, el
auditorio nunca percibe sólo la información, también se fija en quienes la
presenta, sus movimientos, sus gestos, que reflejan la personalidad del orador.
Por consiguiente un buen orador debe ser espontáneo y natural. La confianza
en sí mismo, el conferenciante debe tener buena actitud física y mental, debe
2. adaptar su mensaje a las necesidades de la situación y la motivación del
interés, para atraer la atención de los oyentes, además de los rasgos
anteriores, es preciso que la presencia del orador sea buena, se evidencie
sentido del humor, se ejemplifique adecuadamente y, si se emplean recursos
audiovisuales, que éstos sean atractivos y se manejen adecuadamente.
En cuanto al derecho, la moral y la ética, constituyen tres conceptos
cercanos que tienen una idea común, relación con la rectitud, la corrección
búsqueda del bien, lo justo, lo razonable y lo fundado, por lo tanto, la lealtad y
ética del abogado, no es solo con sus clientes, también debe existir rectitud,
honradez, nobleza, honestidad, lealtad, respeto y fraternidad con sus colegas.
En tal sentido, existen normas entre los profesionales del Derecho que deben
respetarse y la oratoria jurídica debe estar enmarcada en ese accionar, porque
si bien la oratoria es una habilidad muy útil en el entorno laboral y fundamental
para aquellos profesionales que se relacionan a diario con clientes o con otro
tipo de públicos, en los abogados es vital para el buen desempeño de su labor.
Además de la motivación y la vocación de servicio público, para ser un buen
abogado es necesario contar con habilidades personales y profesionales que
permitan desempeñar la labor. Junto con la capacidad de análisis, un abogado
debe ser capaz de argumentar adecuadamente cada situación, tanto a sus
clientes como en los tribunales, y es allí donde la oratoria juega un papel
fundamental.
En relación a los valores éticos demuestra la personalidad del individuo,
una imagen positiva o negativa de él propio, como consecuencia de su
conducta, se puede apreciar sus convicciones, sentimientos e intereses que
posee, por ejemplo: el individuo que lucha por la justicia, por la libertad,
considerados como valores positivos, refleja una persona justa, de lo contrario,
se observa un ser humano apático ante este valor y con cierto apoyo ante las
injusticias, sobre el compromiso y la responsabilidad, en general, es clave para
el funcionamiento de la sociedad y del propio Derecho, porque en esencia el
tema se encuentra ligado a la aceptación y el respeto del otro, una profesión
que carece de una proyección en la sociedad se descalifica a sí misma y a la
larga se autodestruye, por ello, el compromiso y la responsabilidad del abogado
es importante no solo por razones éticas, sino por elementales razones
prácticas, el Abogado es responsable frente a la sociedad, porque la primera
de sus obligaciones es contribuir a que el Derecho funcione, una mirada
institucional de la profesión, una visión más allá de uno mismo, conduce a
identificar el papel en la sociedad, porque el Derecho no puede ser visto
simplemente como un cúmulo de conocimientos técnicos para el éxito personal.
Es por ello, que la relación entre el acceso a la justicia y la equidad fluye en
ambos sentidos, desde la óptica de la equidad, el acceso a la justicia es un
elemento necesario para que las libertades consagradas internacional y
constitucionalmente sean efectivas para todos, con lo cual éste incide en el
desarrollo humano concebido integralmente y en la equidad; también repercute
positivamente en la equidad en la medida en que coadyuva a la realización de
derechos vinculados a la satisfacción de necesidades sociales en el ámbito de
la educación, del trabajo, de la salud, de la seguridad social, y del ambiente,
entre otros. Por lo tanto, los valores de un Abogado no sólo pueden llegar a
definir la vida de clientes y ciudadanos, sino también de toda la sociedad, ya
sea para bien o para mal.
3. En un principio, los valores de un Abogado deben ser los mismos que
cualquier otro ciudadano, con la finalidad de mantener una sociedad en
armonía. Sin embargo, los valores del abogado tienen que complementarse
con una serie de cualidades afines a su responsabilidad de velar por la
aplicación de la Ley, en este sentido, algunos de los valores de un Abogado
deben ser, entre otros la justicia, para velar que cada una de las partes reciba
las consecuencias y los derechos inherentes a sus actos, la tolerancia, para
comprender, aceptar y no juzgar subjetivamente las condiciones y el
pensamiento de las personas, el honor, para mantenerse apegado a sus
juramentos, a la ley y a su compromiso de velar por el bienestar de la sociedad,
la Honradez, para no buscar o aceptar obtener beneficio propio más allá de lo
previsto moralmente en su profesión, para ello, el Abogado debe expresarse,
hacerse sentir, por lo tanto encuentra en la oratoria ese medio o mecanismos
de interactuar con los demás.
Esto permite destacar que el uso de la palabra y el dominio de la
oralidad jurídica en la comunicación efectiva se traduce en el resultado
satisfactorio para el logro de la justicia y sus fines, con la virtualidad, conjugar
la oratoria jurídica y sus elementos básicos junto al desarrollo de las nuevas
tecnologías permitirá que los profesionales argumenten correctamente y
potencien su eficacia mediante el uso de las nuevas tecnologías de la
información y comunicación, asumiendo los nuevos paradigmas de justicia oral
en Venezuela, que han obligado a los profesionales del derecho a conocer,
manejar y utilizar el recurso pedagógico de la oralidad jurídica junto a los
recursos informáticos de última generación entre las que se encuentran las
poderosas redes sociales.
Desde esa necesidad, en el aspecto epistemológico de la oratoria, ha
propuesto tres teorías que son convergentes y complementarias: lo estético
formal, posee un carácter imaginario que influye en la visión de mundo, lo
genético sensualista, posee un carácter ético y, por lo tanto, influyen en las
actitudes y en los comportamientos; ejercen una función pragmática, lo
sentimental, posee un origen y un destino sentimentales, criterios
fundamentales que se han de emplear para analizar las relaciones, las
analogías y las diferencias.
En el plano metodológico, el buen humor, la dicción y los gestos de un
orador, se van fortaleciendo con la práctica, aun así las circunstancias no lo
permitan, se debe ser gentil, disciplinado, con la misma persona, respetar para
ser respetado y ser muy tolerante con todas las personas, porque todo es un
proceso, un método que permite perfeccionar las conductas o
comportamientos, avanzando cada día, para poder dar un gran aporte a la
sociedad, por otro lado, la oratoria mejora las habilidades de investigación, para
presentar un tema en público con éxito es imprescindible una investigación
previa, esto obligará a buscar fuentes creíbles y relevantes, tener información
de calidad ayudará, también, a tomar decisiones más adecuadas, potencia de
la misma manera el razonamiento deductivo, porque la oratoria obliga a partir
de una premisa y avanzar hacia una conclusión, en base a la información
obtenida durante la investigación, es un tipo de razonamiento muy útil tanto en
la vida personal como en la profesional. Además, va acompañado del
pensamiento crítico, que nos permite construir un discurso eficaz que persuada
a nuestra audiencia.
4. En lo axiológico, los valores en la oratoria son indispensable, porque hablar
en público requiere de buenos valores personales, las personas siempre andan
mirando minuciosamente el comportamiento del orador, así mismo se debe
tener minucioso cuidado en las acciones, los valores deben practicarse cada
día, porque son fiel reflejo de la buena educación, por tanto, es necesario ser
ejemplo de conducta, ayuda a quienes lo necesitan y se cortés con todas las
personas, el orador debe dar mucho de sí, siempre siendo gentil y manteniendo
un buen humor, para que las personas aprendan mucho de él y sea tomado
como ejemplo para muchos.
Finalmente, se puede mencionar que el área de la oratoria es fundamental
para el éxito y la buena reputación profesional, cada vez se tiene más en
cuenta por el valor que aporta a la hora de unir equipos e inspirar y transmitir
los valores, expresar correctamente las ideas, transmitir confianza y
entusiasmo, persuadir e influir a los demás tiene mucho más valor que los
conocimientos, que son los pilares de un orador efectivo y exitoso, se basa en
el prestigio, la influencia y la habilidad para motivar a los demás, porque la
oratoria se convierte en una competencia transversal, con la elocuencia se
despierta empatía en el auditorio, que conectará con el orador y el mensaje que
se quiere hacer llegar, como todo, es una habilidad que se trabaja, se consigue
mejorar y de la que se obtienen innumerables ventajas, la realidad es que,
saber expresarse ante otras personas, es básica en el desempeño profesional
en cualquier sector, en general produce mayor autoconfianza y seguridad, para
superar los miedos e inseguridades, que provoca hablar en público hace crecer
la confianza en uno mismo, demuestra, que además de practicar la oratoria se
supone mejora continua de las habilidades de comunicación oral, y a medida
que se nota esta mejora, la seguridad aumentará y la satisfacción personal,
porque la oratoria hará más eficaces a la hora de dominar el escenario
elaborando un discurso eficaz.